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Lunes por la mañana, donde nuevamente el viento frío atacaba directamente en sus rostros y manos.
  Jooheon llevaba el segundo cigarrillo del día. Mientras soltaba el aire, miró a su amigo sentado en uno de los bancos de la universidad, quien no dejaba de mover su pierna con nerviosismo.

—¿Qué te pasa? —preguntó, sentándose a su lado.

—Nada. Dame uno —exigió, sacando sus manos de los bolsillos. Jooheon levantó una de sus cejas y detuvo su mano antes de agarrar la caja de cigarros—. Dale, dame uno

—¿Peleaste con tu vieja? —volvió a interrogar, pasándole un cigarrillo junto con el encendedor.

—Siempre —encendió el mismo y respiró hondo, intentando que el tabaco lo relajara. Jooheon lo miró unos segundos más y negó ligeramente, terminando el suyo.

—Bueno, ¿Para qué vinimos?

—Quería que hiciéramos eso de invitar gente, que canten o toquen la flauta, qué se yo —murmuró lo último dándole otra calada—. Mañana dar la noticia, que se inscriban dejando un número para contacto e invitar a dos por programa

—¿Estás seguro? Sino hacemos uno por programa, así tenemos más material. No creo que se inscriban tantos

—Puede ser —tiró la colilla al suelo y volvió a meter sus manos en los bolsillos—. ¿Entramos?

—Bueno, pero quiero ir al baño

Ambos se levantaron y en un silencioso camino hacia destino se cruzaron con Minhyuk, bastante sonriente para vista de los dos amigos que se mantenían serios. Min cruzó mirada con ellos y se acercó para saludarlos.

—Que caras, ¿Qué pasó?

—Mal humor al levantarme temprano, no es nada —respondió Changkyun. Aunque por dentro tenía ganas de contarle a sus amigos lo que había sucedido el día de ayer.

—¿Qué tienen que hacer? Yo vine porque querían tirar los libros de braille, pensaron que no servían

Jooheon rió porque se había imaginado la situación, pero Minhyuk frunciendo su ceño hizo que apretara sus labios.
  Luego de explicarle qué venían a hacer mientras entraban al aula de locución, Jooheon los dejó solos para ir al baño. Minhyuk se sentó junto con Changkyun y veía atento como el menor sacaba un cuaderno junto con una lapicera.

—¿Estás bien? —preguntó el rubio, luego de un largo rato viéndolo escribir. Conociendo a su amigo sabía que algo no estaba bien.

—Estoy bien —afirmó fingiendo una sonrisa.

—¿Fumaste? —Chang levantó su vista del cuaderno y lo miró—. Tenías olor a cigarrillo

—Bueno ¿Qué sos? ¿Su madre? —rió Jooheon mientras entraba, había escuchado el interrogatorio justo a tiempo.

—Dijo que iba a dejarlo

—Y lo dejé. Dios, solo fue uno —se quejó el pelinegro, soltando un suspiro. Dejó la lapicera a un lado y frotó sus ojos.

Jooheon se sentó y se cruzó se brazos, mirando a los dos contrarios. Minhyuk no sabía qué hacer o decir con Changkyun, porque se notaba que estaba mal, pero tampoco quería invadir su privacidad.

—Ayer pelee con mi mamá, Kihyun me invitó a su casa y se puso a llorar diciendo que le gustaría verme —comenzó a contar. Ambos amigos se quedaron en silencio prestándole total atención—. Su padre me llevó de vuelta a casa y me dijo que terminara lo que sea que tuviera con Kihyun

—¿Por qué te dijo eso? —Minhyuk fue el primero en hablar, acomodándose mejor sobre el asiento.

—Qué se yo... dijo que Kihyun no puede borrar sus recuerdos y que, tal vez, yo sea un reemplazo de su ex —levantó sus hombros y miró a sus amigos.

—¿Y el tipo qué sabe? —dijo Minhyuk enojado.

—Puede ser, es el padre —respondió Jooheon, ganándose una mirada bastante enojada del rubio—. No lo conocemos

—Vos tampoco porque nunca fuiste a los talleres

—¿Me lo vas a echar en cara? —en tono burlón, Jooheon sonrió ladino y se enderezó en el asiento. Ignoró por completo a Minhyuk y miró al pelinegro—. Ya fue, olvidate de ese Kihyun. Para mi el padre tiene razón, te está usando

Changkyun apretó sus labios, sintiendo ese incómodo dolor en su pecho nuevamente.
  Minhyuk abrió sus ojos por completo ante las palabras del contrario, no podía creer que sin conocer a alguien pudiera hablar tan libremente, y mucho menos que Changkyun le creyera.

—No puedo creerlo, en vez de hablar con Kihyun sobre eso, vas y le haces caso a alguien que no lo conoce —Jooheon chasqueó la lengua al escuchar las palabras del rubio.

—Andate a la mierda, Minhyuk

Los tres se quedaron en silencio. Changkyun no sabía qué hacer, porque estaban peleando por su supuesta culpa. Pensó que al contarles su problema lo iban a ayudar, pero terminaron peor de lo que esperaba.
  Minhyuk tragó el nudo que se había formado en su garganta y se levantó del asiento, bajo la atenta mirada de los menores.

—Mañana no vayas al taller, Changkyun —murmuró, volteando para salir del salón.

—Dame un cigarrillo —pidió el pelinegro, estirando su mano hacia el contrario.

Jooheon rebuscó en sus bolsillos y sacó la caja junto con el encendedor, dejándolos bruscamente sobre la mesa antes de levantarse y salir.
  Changkyun lo siguió con la mirada hasta perderlo de vista. Recogió lo pedido y recostó su cabeza sobre la madera.

Ahora que recordaba, todavía no había hablado con Kihyun, ni siquiera escuchó lo que el mayor le había mandado por la noche.
  ¿Debía hacerle caso al padre y dejar de juntarse con Kihyun? Estaba enojado con la situación, porque realmente estaba aceptando sus sentimientos con Kihyun, él le gustaba y le gustaría estar a su lado, pero ¿Toda una vida junto con alguien que no podía ver? No se lo había imaginado tanto.

el sonido de tu voz ¡! changkiWhere stories live. Discover now