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Kihyun despertó primero, totalmente desorientado y con el estómago revuelto. Se separó del cuerpo del menor y le llamó, pero al no recibir respuesta se sentó en la cama y se apoyó contra la pared, respirando profundamente para calmar las náuseas.
  Habrán pasado diez minutos, casi que se quedaba dormido en esa posición hasta que Changkyun por fin despertó.

—¿Ki? —preguntó todavía sin abrir sus ojos, pero al no sentirlo a su lado lo llamó.

—Me siento mal —respondió.

El pelinegro logró despegar sus ojos y se sentó en el colchón para verlo, no creía que la botella de agua hiciera algo, por lo que se levantó de la cama. Con cuidado hizo que Kihyun también se levante y lo acompañó al baño, caminando despacio.

—Hace lo que tengas que hacer, voy a preparar té —dijo una vez Kihyun entró al baño. El castaño asintió y cerró la puerta.

Changkyun se dio la vuelta para dirigirse a la cocina. Primero refrescó su cara en la canilla y después puso la pava, pensaba en poner la tostadora y hacer pan con mermelada, pero no parecía que Kihyun pudiera comer algo si su estómago estaba sensible.
  Mientras el agua se calentaba, fue a buscar su teléfono, notando que eran casi las doce del mediodía y Minhyuk le había escrito horas antes.

—"Me levanté y sigo en pedo. ¿Ustedes cómo están? Hyungwon ya me dijo que no lo despierte hasta las cinco de la tarde"

Se sentó en uno de los sillones y luego de frotar sus ojos escribió.

—"Kihyun se siente mal, y no sé, me siento culpable"

Al instante el rubio leyó el mensaje. A Chang no le sorprendía, Minhyuk era alguien que estaba pendiente del celular si eras alguien que le importaba.

—"¿Por qué? Si Kihyun no conocía su límite ahora lo conoce, para la próxima ya va a saber"

—"Tenes razón"

—"Obvio que sí"

Chang rodó sus ojos y bloqueó su teléfono. Al levantarse escuchó la puerta del baño y unos pasos acercándose, quiso reír por ver la cara del mayor. Su labio inferior se abultaba, formando un adorable puchero, mientras que su pelo estaba totalmente despeinado.

—¿Chang? —le llamó, deteniéndose con una mano en la pared.

—¿Estás bien? —volvió a preguntarle, acercándose para agarrar su mano libre.

—Estoy mejor —lo sostuvo con fuerza y se dejó guiar.

—¿Vas a tomar té? —el castaño asintió—. Sentate. ¿Querés tostadas?

—¿Hiciste? —se sentó y tanteó la mesa con sus manos.

—Todavía no serví nada —se apresuró a agarrar las tazas—. Pensé que no ibas a comer nada, ahora hago

—No vuelvo a tomar nunca más —se quejó, apoyando su frente en la mesa. Changkyun rió y dejó las tazas en la mesa.

—No te creo. Cuidado que está caliente —avisó, volteando para hacer las tostadas.

—Ahora lo digo en serio —se enderezó y con cuidado buscó su taza—. ¿Vos no te sentís mal?

—No tomé casi nada. Minhyuk me mandó un mensaje a la mañana, dice que seguía ebrio y Hyungwon no se iba a despertar hasta la tarde

—¿Y Jooheon?

—Ni idea —levantó sus hombros y dio un sorbo a su té—. Después le pregunto si sigue vivo

—No comimos el helado

—Es verdad —dijo sorprendido, buscando en sus bolsillos el teléfono para hablarle al pelirrojo—. Se olvidaron por borrachos

—Vos abriste el freezer, ¿no lo viste? —Chang levantó su vista de la pantalla para mirarlo. Kihyun sonreía—. Después el ciego soy yo

—Sabía que ibas a decir un chiste malo —se quejó, sonriendo al escuchar la risa del mayor.

—Iba a dejarlos, pero Jooheon me hizo reír mucho

—Me di cuenta, me escupiste todo —el pelinegro apagó el fuego y dejó en plato de tostadas en la mesa.

—Que exagerado, yo apenas me mojé —con su mano tanteo la mesa y llegó hasta una de las tostadas. Como siempre, Chang estaba pendiente, pero nunca necesitaba ayuda—. Podrías intentar hacer los mismos chistes

—Ya te dije que no puedo, me hace sentir mal. ¿Y si digo algo que realmente te ofende? —preguntó. Kihyun levantó sus hombros, limpiando las migas de su boca.

—Si no lo veo no me ofende —Changkyun mordió su labio con fuerza. Kihyun dio un trago al té para aclarar su garganta y con una sonrisa habló—. ¿Por qué un nene ciego tiró el plato de comida?

—¿Por qué?

—Porque su madre dijo "¡si tiras el plato vas a ver!" —apretó sus labios formando una línea y sus ojos se achicaron por aguantar la risa, incluso los pequeños hoyuelos de sus pómulos se marcaban aún más. Changkyun cubrió su boca para no emitir ningún sonido hasta que el castaño finalmente rió a lo alto, contagiándolo.

—Es malísimo —negó con la cabeza, agarrando su teléfono al escucharlo—. Es Jooheon, dice que se le parte la cabeza, también dice que podemos ir otro día a comer el helado. Están todos con resaca

—Que chico sano, podes ser conductor designado —Kihyun recuperó el aliento, terminando lo que quedaba en su taza—. Igual Minhyuk dice siempre lo contrario, hasta en los audios que me mandabas

—Es distinto cuando estoy con vos —murmuró, dejando el aparato a un lado. El mayor levantó una de sus cejas, seguramente esperando más explicación. Chang comenzaba a sonrojarse, no quería ser cursi—. Siento que tengo que cuidarte y no puedo tomar más de mi límite

—Sabes que puedo cuidarme, no hace falta que hagas eso

—Ya lo sé... —dijo, sin saber qué más decir. Era obvio que la respuesta eel castaño sería esa.

—La próxima podemos emborracharnos juntos

—"No vuelvo a tomar nunca más" —bromeó, intentando imitar su voz. Kihyun rió a lo alto.

—Ustedes me contagiaron —se excusó. Chang se levantó para dejar las tazas en la pileta y limpiar los restos.

—Ah no, no me metas, Minhyuk tiene la mayor de las culpas

—Que mal amigo —dijo a modo de broma, levantándose al escuchar las tazas chocar—. Igual... gracias por incluirme

Changkyun detuvo su acción de limpieza, mirando atento al mayor, esperando a que siga hablando.

—Desde que pasó eso no tuve ningún amigo, y la mayoría que se me acercaba lo hacía por lástima. Ustedes no, hasta prefiero esos chistes malos que Jooheon hizo a que estén todo el tiempo sintiendo pena —relataba cabizbajo, jugando con una servilleta de papel—. Me hacen sentir cómodo y estoy agradecido porque quieran incluirme... ¿Chang?

—Sí —respondió sin sentido al instante, saliendo del asombro—. Perdón, no sabía qué decir, fue muy repentino

Dejó todo como estaba y se acercó para abrazarse al cuerpo ajeno. Kihyun le devolvió el abrazo, colgándose de sus hombros y escondió su rostro. Nunca había conocido a alguien tan amable y cariñoso como Changkyun.

—Te quiero —susurró el pelinegro, acariciando su espalda y dejando un beso en su cabeza. Kihyun se aferró con más fuerza, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas. Tal vez era esto lo último que necesitaba para sentirse seguro completamente.

el sonido de tu voz ¡! changkiWhere stories live. Discover now