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Llevaban la mitad de la película, con el volumen medio alto, incluso los hacía sobresaltar y reír por el repentino ruido. Changkyun intentaba mantener sus ojos cerrados, pero algunas escenas no entendía, por lo que tenía que mirar la pantalla. Se preguntaba si Kihyun podía entender perfectamente o le gustaría poner otra cosa, pero lo veía concentrado comiendo las papafritas.
  Sus ojos viajaron desde su rostro hasta su cuerpo, precisamente el buzo que llevaba puesto. Se estaba llenando de migas por el snack y no sabía si decirle o le haría sentir mal. Volvió a acomodarse contra el respaldo y cerró sus ojos, prestándole atención nuevamente a la película.

—¿Te dormiste? —escuchó la voz de Kihyun luego de un rato. Chang abrió sus ojos y lo miró.

—No, estaba escuchando

—¿No estás viendo? —preguntó con una sonrisa, le daba gracia que alguien que podía ver películas no lo hiciera.

—A veces... ¿La estás entendiendo? Porque es raro imaginarlo todo —estiró su mano y agarró un puñado de papas.

—No tenés imaginación —rió, limpiando su boca y sacudiendo su ropa. Changkyun solo sonrió al verlo. No entendía por qué incluso eso le daba ternura—. Es más descriptivo un relato, podríamos escuchar uno

Changkyun asintió y sacó la película, puso YouTube en el televisor y buscó alguno, aunque la mayoría eran relatos de terror. Kihyun estuvo algo dudoso, pero terminó aceptando, no quería admitir que era muy asustadizo.
  Ambos se volvieron a acomodar, esta vez un poco más cerca y prestaron total atención a la historia. Kihyun tenía razón era mucho más descriptivo y podía imaginarlo mejor. Todo iba bien hasta que Changkyun abrió sus ojos y se sobresaltó, asustando al mayor en el proceso.

—¿Qué pasó? —preguntó Ki, estirando su mano hasta donde se encontraba el pelinegro.

—Me asustó una imagen —soltó una risa boba y agarró su mano suavemente. La misma estaba fría, por lo que ajustó el agarre—. ¿Por qué no me decís que tenés frío, corazón de melón?

Sin soltar su mano se estiró hasta la otra punta del sillón, donde agarró una frazada. Su madre la dejaba ahí porque le gustaba cubrirse mientras veía la televisión, incluso a Changkyun se le hizo costumbre tapar al menos sus piernas.

—No me retes —sonrió Kihyun, acomodando mejor la frazada que Changkyun estaba acomodando sobre sus piernas—. Pasa que el calor me da sueño

—Si queres dormir no hay problema, te presto mi cama

—Se iba a dormir —rió y negó con la cabeza. También entrelazó sus dedos con los del menor y siguió escuchando atentamente.

Pero la cabeza de Changkyun estaba en otra cosa. Pensaba en la mano de Kihyun con la suya, incluso sentía como iba tomando calor y sus dedos dejaban de estar fríos. Se le quedó mirando, notando como los labios del mayor se movían apenas, como si estuviera hablando consigo mismo, con la cabeza ligeramente inclinada, seguramente imaginando la historia.
  Cuando una música de suspenso comenzó a sonar, Changkyun apretó sus labios con fuerza para no reír, mientras Kihyun apretaba su mano.

—¿Tenes miedo?

—Algo

—Vení —soltó su mano y se acercó, cortando la distancia al pasar su brazo derecho por los hombros de Kihyun y atraerlo a su cuerpo, casi como un abrazo.

Kihyun se recostó sobre el cuerpo del pelinegro y se tapó con la frazada, cerrando sus ojos para disfrutar más de la comodidad y el calor. No quería quedarse dormido, pero las caricias que Changkyun comenzaba a darle en su cabello le relajaban muchísimo, hasta le hacían olvidarse del relato que estaba reproduciéndose de fondo.

el sonido de tu voz ¡! changkiWhere stories live. Discover now