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Kihyun había terminado su parte, incluso se burlaba de Changkyun porque el menor ya estaba lleno. No iba a comerse el de limón, pero lo ayudó con el dulce de leche. Cuando el castaño cubrió su boca, luego de una gran cucharada para dar por terminado el postre, Chang sonrió y preguntó si su lengua estaba dormida, nuevamente. Kihyun supo las intenciones al instante, por lo que riendo alejó el cuerpo del pelinegro, el cual se había acercado lo suficiente para sentirlo.

Badta —habló Kihyun, agarrando las manos del menor al sentirlas sobre sus mejillas.

—Solo un beso —pidió, entrelazando sus dedos. El mayor sintió su corazón golpear con fuerza en su interior, calentando sus mejillas y orejas en el proceso—. Nadie nos ve

—Yo tampoco los veo —bromeó, riendo al escucharlo chasquear su lengua. Mordisqueando un poco sus labios preguntó—. ¿Seguro que no hay nadie?

—Seguro —afirmó, acercándose nuevamente. Llevó una de sus manos a su rostro y dejó que Kihyun midiera la distancia.

El castaño acarició su mejilla suavemente, notando como Changkyun ladeaba su cabeza para más contacto, eso lo hizo sonreír. Kihyun terminó de cortar la distancia y unió sus labios, besándolo lentamente. No duró mucho tiempo, ya que cuando el castaño escuchó voces se alejó.

—¿Pasa algo? —preguntó Chang, acariciando su mano con su pulgar.

—¿No te incomoda?

—¿Por qué lo haría? —Kihyun levantó sus hombros y bajó su cabeza.

—Porque estás besando a un ciego —murmuró.

—¿Es contagioso? —bromeó, soltando su mano para agarrar sus mejillas y levantar su rostro. Kihyun se sobresaltó por el movimiento repentino, pero no dijo nada—. ¿A vos te molesta?

Kihyun pareció pensarlo, pero negó a los segundos. Changkyun dejó un último beso sobre sus labios y lo soltó—. ¿Nos sentamos en la plaza?

—Creo que ya tengo que irme. Aparte se está poniendo oscuro, me da miedo —dijo levántandose de la silla.

—Dios mío, Kihyun —se quejó, aguantando la risa. Eran segundos donde el castaño se aprovechaba a bromear, lo decía tan seriamente que Changkyun por momentos le creía—. ¿Te acompaño a tu casa?

—No hace falta, podemos ir hasta la esquina de siempre

—Bueno ya entendí, ya no me soportas —se levantó y agarró suavemente su mano para comenzar a caminar.

—No te lo quería decir, pero... —rió, entrelazando sus dedos. Changkyun sonrió y emprendió camino, guiando al mayor.

No tardaron mucho en llegar a la plaza, estaban a un par de cuadras. Incluso Kihyun dijo que se había aprendido el camino a la heladería, así algún día podían quedar directamente. Changkyun, más que contento, aceptó la invitación diciendo que cualquier día estaba disponible, hasta siendo extremista pensaba en dejar el poco estudio que estaba teniendo en estos días.

—Nos estamos viendo —saludó Kihyun, apretando sus labios como siempre solía hacer. Changkyun iba a quejarse, pero un grito llamándolo hizo que volteara—. ¿Es Min?

—Sí, viene con alguien más —informó, mientras esperaba a que el rubio se acercara.

—¿Más alto que él y de pelo gris? —describió. Chang levantó sus cejas sorprendido, asintiendo a tal dato.

—¿Lo conoces? —preguntó, pero Kihyun no llegó a responderle ya que Minhyuk había llegado.

—¿Todo bien? Les presento a Hyungwon —dijo alegre, señalando a su compañero. El más alto estrechó su mano con Changkyun y después se saludó con Kihyun.

—Vos debes ser Kihyun, Min me habló de vos —comentó el peligris.

—¿En serio? Que casualidad —dijo con una sonrisa.

—Bueno —interrumpió el rubio, para que no lo siga mandando al frente—. ¿Qué hacían?

—Venimos de tomar un helado, quería estar un rato acá, pero Kihyun ya se tiene que ir —habló Changkyun.

—¿Te acompañamos? —ofreció Min.

—No hace falta, aparte no quiero molestarlos —negó el castaño, pero Minhyuk era muy insistente.

Luego de decirle la dirección de su casa, Minhyuk y Hyungwon comenzaron a caminar adelante de ellos, mientras hablaban de sus cosas. Changkyun, quien caminaba al lado de Kihyun, a cada tanto lo miraba, pensando en que si le incomodaba o si estaba molesto.

—¿Ya conocías a Hyungwon? —preguntó, acordándose de la conversación pendiente. Ki negó.

—Minhyuk me dijo que estaba saliendo con alguien

—A mi no me dijo nada, qué gil

—Hicimos un intercambio de chismes, deberías hacer lo mismo —dijo sonriendo.

—¿Qué le contaste?

—No te lo puedo decir, es secreto —levantó sus hombros. Chang quedó en silencio y bastante curioso al respecto, pero no iba a insistirle.

—Ki, ¿cuál es tu casa? —preguntó Minhyuk luego de unas cuadras caminando. El castaño se quedó en silencio y luego de unos segundos señaló e indicó que estaba a unos metros. Los tres amigos se quedaron pensativos y dejaron que Kihyun siguiera caminando.

—Es la casita con el llamador de viento —dijo parando frente a la reja.

—Oh... —murmuró Min—. Bueno, Ki, hasta el martes. Ah, me olvidaba, al grupo les gustó escribir poemas, así que si querés hacer uno ya sabes

—Está bien —sonrió, buscando su llave por el bolsillo. Hyungwon también lo saludó, para luego dar la vuelta con el rubio.

—¿Vas a escribir? —preguntó Chang, viendo como Kihyun abría la reja. Quería saludarlo con un beso, pero parecía que no iba a ser posible.

—Escribo uno si vos también lo haces —propuso, sin borrar su sonrisa.

—Está bien, voy a intentar. Hasta el martes

—No te pongas triste, vení —estiró su mano. Chang agarró la misma y se acercó, quedándose quieto al ver la otra mano del mayor subir a su mejilla. Kihyun plantó un corto beso en sus labios, pero había bastado para hacerlo sonreír—. Hasta el martes

Finalmente se separó y cerró la reja, despidiéndose una vez más del menor hasta que entró a su casa. Changkyun no podía borrar esa sonrisa de su rostro, incluso cuando llegó a su casa y estaba su madre esperándolo.

el sonido de tu voz ¡! changkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora