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Martes por la tarde, en el taller de lectura con los presentes sentados en ronda y compartiendo anécdotas mientras esperaban al otro lector; Changkyun.
  Minhyuk, mientras compartía palabras con el grupo, iba pasando para retirar poemas que habían hecho, tanto nuevos como los que no se habían animado a dar el taller pasado, como fue el caso de Kihyun. El castaño rebuscó en su mochila el cuaderno donde lo había guardado, junto con el punzón porque seguramente tenía que repasar aquellos puntos que debido al encierro se habían aplastado.

—No te preocupes, yo lo hago —avisó Min, tocando suavemente su brazo.

—Bueno —sonrió y le entregó la hoja, intentando no arrepentirse en el momento.

Minhyuk sonrió, contento de que Kihyun se haya animado, incluso se impacientaba a la llegada de su amigo, ya quería leerlo.
  Mucho no tardo en esperar, un golpecito en la puerta llamó la atención del grupo y con una gran sonrisa en sus rostros comenzaron a saludarlo. El pelinegro se apresuró a sentarse y les devolvió el saludo, aunque su mirada solo estaba fija en Kihyun.

—Chang, te hice otro poema —le llamó la chica, levantando una hoja.

—No quiso darmelo —rió Minhyuk. Chang apretó sus labios para no reír y se levantó de su asiento para acercarse a la chica y agarrar la hoja.

—Está escrito —dijo sorprendido cuando le dio un vistazo rápido y notó las letras.

—Le pedí ayuda a mi mamá, espero que se entienda mi letra

—Se entiende, muchas gracias —sonrió, acariciando su cabeza suavemente. La contraria se sobresaltó y cubrió su boca para evitar reírse.

—¿Se están besando? Describan la escena que estamos todos imaginando cualquier cosa —el viejo del grupo hizo reír a los presentes, incluso Changkyun mientras volvía a su asiento para sentarse y escuchar a Minhyuk.

—Bueno, empiezo —habló Min, aclarando su garganta mientras acomodaba las hojas.

Changkyun guardó la hoja en su mochila y se acomodó en el asiento para escucharlo atento. Un vistazo rápido a Kihyun, quien estaba mordiendo su dedo pulgar, hizo que sus ojos se abrieran por completo y mirara a su amigo. Min le devolvió la mirada, entendiendo al instante la pregunta mental que Chang le hacía, por lo que negó y señaló la hoja que se encontraba debajo. El pelinegro sonrió y volvió su vista al grupo, escuchando ahora sí el poema que Min leía.

Luego de terminar, felicitaron a la persona que lo había escrito, porque se había animado a decir su nombre ya que antes era anónimo
  Changkyun esperaba impaciente, mirando a su amigo a cada rato para apurarlo, hasta que finalmente Minhyuk dijo que iba a leer otro.

"Luminosos y cálidos solían ser
se esfumaron sin saber
que alguna vez los extrañaré.
El placer de ver, ahora es el sentir
mi motivo de vivir quisiera decir.
A algún lugar quisiera ir
donde puedas sentir
lo que yo sentí.
Luminosos y cálidos son
aparecieron sin razón.
Golpes en mi corazón
es como un ardor
esos rayos de sol
están en tu interior."

Minhyuk terminó de leer y levantó su rostro para mirar al grupo. Estaban en silencio, incluso Kihyun se removía incómodo en su asiento, hasta que el viejo empezó a aplaudir, incentivando al resto a hacer lo mismo.

—Estuvo muy lindo. ¿Se puede saber quién lo escribió? —preguntó Min. Chang dirigió su vista a Kihyun, mordiendo suavemente su labio al verlo callado.

—Quisiera decir algo —dijo uno de los chicos—. Espero haber entendido, ¿Se refiere al amor? Porque me enamoré de alguien por primera vez desde que quedé ciego y siento que no necesito otra cosa más que estar con ella

—Yo también entendí eso —afirmó la chica a su lado.

—Siento que ella es mi luz, esa luz que perdí hace años —siguió agregando. Ambos amigos estaban atentos escuchando, mientras el grupo asentía y compartían sus opiniones.

Kihyun estaba con una sonrisa en su rostro, jugando con algunos hilos de su bufanda. Le había alegrado bastante recibir esos comentarios y también le alegraba que hayan entendido el mensaje. Pero no iba a decir su nombre, porque a su parecer solo Minhyuk sabía que él lo había escrito.

—¿Se mantiene en anónimo? —todos quedaron en silencio. Min miró a Chang y levantó sus hombros—. Bueno, me lo guardo. Voy a leer otro

La media hora restante pasó volando, entre poemas e interpretaciones de los presentes, incluso algunos se animaron a recitar poemas que se acordaron.

Changkyun se apuró a acercarse a Kihyun, quien parecía dispuesto a irse sin saludarlo. Tocó su brazo suavemente y le llamó por su nombre.

—Hola, Chang —sonrió el castaño, mientras armaba su bastón.

—¿Te ibas sin saludarme?

—Todavía no me iba —rió y buscó su mochila por el asiento—. Te traje tu campera. La lavé porque se me había caído comida, perdón

—No pasa nada —sonrió y esperó a que sacara la prenda—. ¿Tenes que irte o podemos tomar algo?

—La chica se va a poner celosa si nos ve —dijo serio, extendiendo la prenda en dirección al menor.

Changkyun quedó en silencio, intentando entender la situación hasta que notó como Kihyun apretaba sus labios para no reírse. Sus ojos se abrieron por completo y cubrió su boca.

—Dios, Kihyun —el nombrado rió a lo alto, contagiando al pelinegro—. Basta con esos chistes, no me puedo reír

—Bueno, no lo hago más —aguantando otra risita, colgó la mochila a su espalda—. Puedo ir a tomar algo

Changkyun sonrió y agarrando su mano suavemente lo guió hacia la salida, pero un grito llamándolo hizo que parara en seco y mirara en dirección a la voz.

—Toma —dijo Minhyuk, extendiendo la planilla con varios nombres anotados—. Listo ya podes irte

—¿Son todos del taller? —preguntó mientras leía algunos nombres.

—Sí, menos Kihyun, él no quiso —el rubio sonrió, notando como Kihyun abría su boca para hablar.

—¿Sabes cantar? —Changkyun impresionado, miró al castaño a su lado, sacudiendo su mano para llamar su atención.

—Creo... pero no quiero, me da vergüenza —levantó sus hombros desinteresado. Los amigos se miraron cómplices, tanto que Kihyun seguramente podía sentir la maldad en el aire.

—Bueno, cuídense —Min palmeó suavemente el hombro de Kihyun y saludó a Changkyun con la mano.

El menor volteó y comenzó a caminar. Kihyun lo siguió, apurando un poco el paso para no quedarse atrás y que su brazo quede tirando.
  Chang intentaba ignorar esas miradas curiosas, esos murmullos que seguramente hablaban de ellos dos. Pero al mirar a Kihyun y verlo con una leve sonrisa, hacia que todos sus pensamientos se desvanecieran, como si no necesitara algo más que verlo sonreír.

—¿Querés venir a casa? Te hago un biscochuelo —preguntó, esperando en la esquina para cruzar.

—Bueno, te ayudo —se ofreció. Chang iba a rechazarlo, pero tal vez Kihyun necesitaba sentirse "útil".

—No tengo batidora, vas a tener que hacerlo a mano

—Entonces no —rió, balanceando su mano suavemente mientras caminaba.

—Bueno, haces el café y yo el biscochuelo. ¿Sí?

Kihyun asintió y Chang sonrió, siguiendo camino en dirección a su casa.

el sonido de tu voz ¡! changkiDove le storie prendono vita. Scoprilo ora