"Pete no está, se ha ido, ha desaparecido, me ha dejado."
Vegas despierta de golpe, sudando y con las lágrimas recorriéndole el rostro, con el pulso acelerado y con un miedo atroz, rápidamente gira la cabeza para comprobar que Pete esté aquí, a su lado, durmiendo tranquilamente como siempre, pero no es así, su lado está vacío y frío. Vegas entra en pánico y lo único que puede hacer es sollozar mientras grita el nombre de Pete desesperadamente, lo único que viene a su mente son los recuerdos que tantas veces ha intentando olvidar, todas las veces que ha dañado a Pete de alguna forma siguen dando vueltas en su cabeza sin parar y no sabe cómo alejar esos sentimientos.
Su respiración cada vez es más acelerada y empieza a faltarle el aire, se levanta como puede de la cama, con prisa, de forma torpe, tropezando con sus propios pies y sale de la habitación para ir en busca de la única persona que consigue mantenerlo cuerdo, Pete. Recorre el pasillo a paso acelerado, casi corriendo, llamando a Pete entre lágrimas, busca con los ojos en cada esquina y cada rincón de la enorme casa, pero no encuentra a nadie, no sabe que hora es exactamente, pero con la poca luz que entra por las ventanas deduce que es bastante tarde, o temprano, depende de cómo lo mire, así que todo el mundo debería estar durmiendo; sigue recorriendo la casa, cada vez más rápido, más desesperado, con el pánico instalado en su corazón y sin poder detener las lágrimas que surcan su rostro.
Empieza a pensar que lo que ha sido realmente un sueño ha sido su vida con Pete, sus abrazos, sus besos, sus miradas, todo... Pero aún siente el tacto de Pete en su piel, aún ve su sonrisa cada vez que cierra los ojos y puede hasta escuchar su risa si se concentra, recuerda a la perfección el calor que desprende al abrazarlo y el cómo frunce el ceño cada vez que él se pone hecho una fiera por cualquier tontería, así que no puede ser solo un sueño, tiene que ser real, necesita que sea real.
Vegas llega al gran comedor y ya no puede más, se deja caer de rodillas en medio de este y se lleva las manos al pecho e intenta respirar con normalidad, cosa que le es imposible, las lágrimas no cesan y no sabe cómo calmarse, empieza a sentir ganas de vomitar y todo da vueltas a su alrededor, de su boca solo sale el nombre de Pete de forma ahogada y le tiembla todo el cuerpo.
Unos brazos lo rodean de repente y le parece oír de fondo su nombre repetidamente, no sabe de dónde viene esa voz, está demasiado perdido en su cabeza...
Los brazos de Pete acercan a Vegas hacia su pecho mientras le acaricia la espalda y lo abraza lo más fuerte que puede, de su boca solo sale una frase "Vegas, tranquilo, estoy aquí" mientras sigue intentando calmar al chico entre sus brazos.
Vegas levanta levemente la cabeza y mira a Pete con la cara surcada en lágrimas, levanta los brazos inconscientemente y se aferra al chico como si su vida dependiera de eso. "Pete... Pete... Pete, estás aquí, realmente estás aquí..."
A Pete se le encoge el corazón al escuchar esa voz tan rota y solo puede acercar más a su persona, acariciándole la cabeza y susurrándole al oído palabras de consuelo. "Estoy aquí, estoy aquí Vegas... mírame, estoy aquí"
Vegas levanta la cabeza levemente y mira a Pete con ojos heridos, alza una de sus manos hasta llegar al rostro del otro y lo acaricia suavemente, con cuidado, como si fuera a romperse, a desaparecer en cualquier momento. "Pete... Pete ¿De verdad estás aquí? No vas a desaparecer de nuevo ¿Verdad?..." "No desaparezcas, por favor no lo hagas, no me dejes solo de nuevo" Vegas vuelve a ahogarse en sollozos y a Pete se le rompe el corazón, no sabe cómo calmar al chico entre sus brazos. "No voy a desaparecer, estoy justo aquí, contigo, siempre." Pete alza su mano, la pone encima de la de Vegas y se la lleva hasta su pecho, justo encima del corazón, para que este pueda sentirlo, el llanto cesa de golpe y solo se oye una respiración entre cortada. Pete empieza a levantarse poco a poco, guiando a Vegas con él, siempre con movimientos tranquilos y suaves, sin apartarle la mano de su pecho, y juntos se dirigen hacia la habitación que comparten. Al girar por el pasillo se encuentran a Macao, y Pete asiente con la cabeza para que sepa que todo está bien, el pequeño se retira y ellos siguen su camino hasta la habitación; se acercan a la cama lentamente y Pete hace que Vegas se recueste en ella, se da la vuelta para dirigirse al baño, pero siente como una mano tira de la suya y escucha una voz apenas audible que le pide, le suplica que no se aleje. "No, no, no, no te vayas, no me dejes, por favor no me dejes..." El castaño volvía a tener los ojos anegados en lágrimas y temblaba otra vez preso del pánico, Pete rápidamente volvió a la cama y abrazó al chico con todo lo que tenía. "Estoy aquí y no te dejaré, nunca más Vegas, nunca más, no voy a dejarte mi amor." Las palabras de Pete fueron suaves, pero consistentes y Vegas se hizo lo más pequeño que pudo entre sus brazos, apretando el abrazo y descansando su cabeza en el pecho del más alto, este besó la cabeza de Vegas con cariño y siguió susurrándole palabras de amor hasta que el chico entre sus brazos se durmió aferrado a él.
-Moon<3.
