Pete - Vegas - Macao

1.8K 190 3
                                    

Macao entró por la puerta de su casa, mantenía los cascos puestos en sus oídos pero hubo algo que lo hizo despertar de su pequeño mundo y quitarse los audífonos. No había absolutamente nadie en casa, ni un solo guardaespaldas, no escuchaba los gritos de su padre discutiendo con Vegas, tampoco escuchaba la voz de su hermano mayor alegrándose por que hubiera vuelto de clase e intentando evitar que el menor se preocupara por la discusión que estaba sucediendo. Dejó la bolsa en su cuarto y miró el teléfono móvil, no había ninguna notificación en este, se acercó a la habitación del mayor, no había rastro de alguna nota o explicación por su ausencia; se acercó al despacho de su padre en busca de algún tipo de post-it donde indicara de alguna forma donde podía encontrarlos, pero tampoco había absolutamente nada. Volvió a revisar su móvil una vez más, escribiendo a su hermano y a su padre, con un poco de suerte sabría que sucedía pero cuando se sentó en su cama se sorprendió de leer un número desconocido en su teléfono, respondió con cierto miedo en su corazón, su voz tembló levemente cuando contestó, pero ese sentimiento empeoró cuando la voz que sonó al otro lado estaba temblando y llorando, sonaba alterada, preocupada, intentó buscar respuestas preguntando repetidas veces que sucedía y donde estaban, pero la otra persona solo podía decir un nombre... "Vegas".

Escuchar ese nombre provocó que todo su mundo se viniera abajo de golpe, tiró el móvil al suelo y corrió hacia la calle, cogiendo su moto y yendo en dirección a la casa de la primera familia. Al llegar su sangre se heló por completo, incluso podía jurar que su corazón se encogió a un tamaño diminuto cuando pudo ver a todos esos guardaespaldas muertos en la entrada, y como los cuerpos se amontonaban indicando cual era el recorrido que había seguido el percance. Corrió por el lugar y lo único que veía eran más y más cuerpos cuando de repente el sonido de las ambulancias lo sacó de su mente, se giró rápidamente y pudo ver como estas aparcaban en la parte trasera del lugar. Se acercó, su respiración estaba tan agitada que sentía como el oxígeno no llegaba correctamente a su corazón, y esta se complicó más al escuchar los llantos y gritos de Pete.

Sus piernas no se movían, por lo que parecía imposible poder acercarse para ver qué era exactamente lo que estaba sucediendo y el porqué el otro chico no hacía más que llorar de rodilla en el suelo llamando a su hermano amayor, ¿dónde estaba su padre? ¿por qué había tanta sangre y cuerpos en el lugar de repente? Intentó llamar a Pete, pero incluso su voz había desaparecido de su cuerpo, sus piernas empezaron a flaquear y cayó al suelo sin sentir ningún tipo de dolor, pero llamando la atención del mayor el cual se giró inmediatamente y corrió hacia él "todo estará bien, él estará bien", Macao necesitaba entender a qué se refería necesitaba poder comprender qué eran esas palabras que decía el mayor, ¿por qué estaba manchado de sangre? ¿quién iba a estar bien? Sus ojos se cerraron con fuerza, sus oídos pitaban y su cabeza dolía con fuerza y cada vez la voz de Pete se hacía más lejana. Una de las ambulancias se fue, alejándose a toda pastilla, mientras la otra esperaba a que el chico que lo mantenía entre sus brazos entrara con ellos al vehículo para poder ir hacia el hospital. En ese instante aparecieron Tanakhun y Arm corriendo, los disparos habían resonado por todo el lugar y no pudieron evitar salir a vigilar que había sucedido ya que vieron como Pete, minutos antes, salía corriendo en esa dirección persiguiendo a Vegas.

Observaron como Pete mantenía a un niño entre sus brazos y el mayor corrió para pedirle que fuera con la ambulancia, que ellos se encargarían de Macao, el chico asintió antes de salir corriendo hacia la ambulancia y desaparecer junto a ella en la oscuridad. Tanakhun mantenía a Macao entre sus brazos, casi en la misma posición que Pete para que el menor no pudiera lastimarse ni notar la falta de esa persona. El mayor observó a su guardaespaldas y le pidió que llevara al chico al hospital, que preparara el coche para poder ir lo más rápido posible, este obedeció y en menos de un cuarto de hora llegaron al lugar indicado. El menor corrió una vez más hacia la puerta que estaba completamente cerrada, golpeándola con fuerza y chillando el nombre de su hermano, Pete, que estaba al borde de perder levemente la conciencia se despertó rápidamente al escuchar los golpes y los gritos y volvió a sujetar al niño entre sus brazos, cayendo ambos de rodillas al suelo, notaba como su cuerpo temblaba y como los sollozos impedían que el chico pudiera respirar fácilmente. Lo giró para que este escondiera su rostro en su pecho, sus manos se aferraron a su camiseta y pudo escuchar cómo se rompía por completo, como Macao, el hijo pequeño de la segunda familia, el mismo que siempre estaba molestando a su joven amo con una sonrisa en su rostro, se rompía por completo en sus brazos, sollozando palabras inaudibles para él. Pete prometió repetidas veces al cielo que no permitiría que nada volvería a provocar que ese chico perdiera su sonrisa, mantuvo el abrazo con fuerza, sus labios apoyados en la cabeza del niño mientras sus manos acariciaban su espalda intentando calmarlo, pero sus ojos se humedecen a consecuencia de ese mismo sentimiento de miedo, de terror que él también sentía en esos momentos.

Macao empezó a calmarse, pudo notar como la agitación de su respiración se calmaba, como su agarre a su camiseta se aflojaba y su cuerpo empezaba a pesar. Pidió ayuda a Arm para levantarlo, pero sin soltar el abrazo todavía, no quería dejar al niño, no quería que este se sintiera solo por lo que no iba a dejar de abrazarlo. La puerta del cuarto de Vegas seguía cerrada, por lo que pidieron al médico si podían acceder a la continua para que Macao pudiera descansar, había empezado a subirle un poco la fiebre y estaba frío, por lo que Pete pensó que lo mejor sería que descansara un poco, él se encargaría de todo a partir de ese momento. Cuando tuvo al niño tumbado en la cama, su mano no se separaba de la de él, acariciándola con delicadeza para que pudiera sentir que estaba acompañado, pero su mente y oídos seguían atentos de cualquier movimiento en la otra habitación. El médico le prometió que tan rápido como pudieran pasar a verle lo avisaría, pero que de momento intentaran descansar. Pete mantenía su mano libre en el pelo de Macao, acariciándolo con la misma delicadeza que su mano, notaba como su respiración no estaba tranquila y seguía alterada, pero no sabía qué palabras usar para que el chico pudiera descansar, se limitaba a decir que Vegas iba a estar bien, que iba a recuperarse y por eso él debía descansar, si su hermano le veía enfermo sólo lo preocuparía y no quería eso.

Dejaba pequeños besos en su mano de vez en cuando, pero su corazón tampoco estaba en paz como para reconfortar a nadie, sentía que podría perder el control de su corazón si no sabía rápido nada sobre el estado de Vegas, podría perder la cabeza si finalmente lo perdía para siempre, no ahora que había sido capaz de expresar sus sentimientos. Sus lágrimas empezaron a salir y cerró los ojos con fuerza, no quería hacer ruido, no podía despertar al menor. Pero una mano lo sacó de sus pensamientos y pudo ver como Macao se hacía a un lado en la cama, dejando espacio para que el mayor se tumbara a su lado, no hicieron falta palabras para entenderlo y este realizó la acción, dejando que el niño se apoyara en su pecho. "Te prometo que saldrá de esta", la voz de Pete intentaba sonar lo más segura y tranquila para no preocupar al chico que ahora estaba una vez más entre sus brazos, lo acariciaba y cerró sus ojos por unos segundos esperando que al abrirlos de nuevo supieran alguna noticia de la única persona que había sido capaz de robar completamente su corazón, necesitaba poder pasar el resto de su vida con él.

-Time<3

KinnPorsche cortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora