El sol ya había salido hacía un par de horas, el reloj marcaba las 8.30 AM pero en la habitación no parecía haber ningún tipo de gesto o movimiento para levantarse y empezar el día. Porsche todavía descansaba en el pecho de Kinn, este se había incorporado en la cama para que el menor estuviera más cómodo y pudiera descansar mejor, su mano se mantenía acariciando el pelo del chico y en su rostro se veía una gran sonrisa. Un "te amo" salió de entre sus labios y un leve movimiento vino del chico dormido, Kinn sonrió locamente enamorado de esa reacción, era extraño poder ver a Porsche reaccionar con gestos tan leves y, a la vista del mayor, terriblemente tiernos. Mantuvo sus caricias en su pelo, y su sonrisa era incapaz de desaparecer ante tal escena, hacía un par de años que estaban juntos oficialmente, y para él parecía algo imposible que verdaderamente siguiera teniendo a Porsche entre sus brazos.
El mayor tenía una reunión programada a las 9.30 AM, tenía una hora exactamente para poder salir de los brazos de su pareja, poder vestirse y arreglarse para ir hacia el lugar pactado, pero lo que menos quería era despertar al chico que seguía completamente en sus sueños, Porsche había estado trabajando hasta altas horas de la noche en un par de proyectos de la segunda familia junto con Vegas y entendía que, por un día, merecía descansar por completo de todas sus nuevas obligaciones. La puerta se abrió y uno de los nuevos guardaespaldas contratados por el mismo Porsche entró, indicó a Kinn la hora y este hizo un gesto para que pasara sin hacer mucho ruido, mandó preparar el desayuno favorito del menor y que lo llevaran a la mesa de la habitación, de esta manera él podría desayunar tan rápido se despertara y no necesitaría esperar a nadie para que lo cocinara. Kinn fue moviéndose con delicadeza, las 8.50 AM y todavía no había podido ni levantarse de la cama, consiguió separar a Porsche de él y este terminó moviéndose en la dirección contrario para seguir durmiendo, provocando que el mayor pudiera suspirar aliviado de no haberlo despertado, fue más fácil de lo que había imaginado. Salió de la cama y corrió al baño, duchándose con agua fría para poder despejar la mente, arregló su pelo y se colocó su americana negra, camisa blanca y unos pantalones a conjunto. Cogió su teléfono, 9.15 AM, era la primera vez que era capaz de hacer todo eso en tan poco tiempo, abrió la puerta para ver la fila de guardaespaldas ya esperando, pero antes de salir se acercó a la cama y dejó un beso en la frente de Porsche. Dio claras órdenes de no llamar a la puerta ni hacer ruido hasta que el chico saliera del lugar, mientras iba en el coche de camino al punto de reunión escribió un mensaje en el chat con Porsche para indicarle que había salido a la reunión y le dejó una pequeña ubicación al final del mensaje con una hora, 14.30PM. Cuando terminara la reunión pasaría por el centro antes de ir al restaurante donde había citado al menor para poder comprar alguna cosa para celebrar el día de hoy.
El despertador sonó aproximádamente a las 10 AM, el menor se limitó a golpear el reloj con fuerza y se dio la vuelta, su mano buscaba claramente la figura de la persona que siempre dormía a su lado, pero el no encontrarla provocó que este abriera los ojos algo molesto, se incorporó rápidamente y miró la habitación completamente vacía, cogió su teléfono para poder leer el mensaje de Kinn y contestó con un simple "ok" que luego borró para enviar "buenos días, ok" y una carita sonriente para no sonar tan borde, como tantas veces le había dicho el mayor que sonaba cuando respondía a sus mensajes. Se percató de la bandeja tapada que había encima de la mesa central de la habitación y se acercó, poniéndose una de las camisas anchas de Kinn. Al destaparla no pudo evitar sonreír ampliamente "siempre sabes como sorprenderme, Kinn" pensó para sí mismo y se sentó para poder desayunar tranquilamente. Observó el reloj para asegurarse de que tenía tiempo suficiente para salir ha hacer un par de recados al centro, la fecha marcada en el calendario de la pared lo hizo sonreír de nuevo y al terminar se vistió con ropa normal, unos pantalones ajustados y una camisa ancha de color blanco. Cogió las llaves de su moto y salió del lugar, avisando que ya no pasaría por casa hasta que Kinn volviera.
Al llegar al centro pasó por la joyería donde siempre solía detenerse a mirar cuando tomaban algún paseo, llevaba tiempo observando una cadena de oro que tenía expuesta en el aparador, entró preguntando por ella, la chica le ofreció la opción de comprar también la pulsera a conjunto, pero simplemente pidió el colgante junto con la grabación de ambas iniciales en el. Sujetó su muñeca con fuerza y sonrió cuando pensó en el detalle que el otro le regaló por su cumpleaños aquella vez, esta vez quería sorprenderle él. Miró la hora, las 14.00 PM, regresó a su moto y se dirigió hacia el lugar donde Kinn lo había citado esa mañana, por una vez iba a llegar antes que el mayor, así quizás lograba sorprenderlo todavía más. Era un lugar lujoso, a pesar del tiempo que llevaban saliendo parecía que no era capaz de acostumbrarse a ir a este tipo de restaurantes, que además parecían ser los favoritos de Kinn, ya que siempre que salían a comer o cenar lo invitaba a lugar donde la cuenta podía llegar a cifras que nunca hubiera podido imaginar años atrás. Observó las instalaciones desde fuera, por dentro estaba bañado en colores oscuros y pequeñas salas privadas, era romántico y atrevido, pero se veía íntimo, la gente que estaba comiendo en el exterior iba perfectamente vestida y pensó que debería haber investigado la dirección y el lugar antes de salir, no había acertado mucho el código de vestimenta, pero como siempre, eso le importaba bien poco mientras pudiera pasar un buen rato con Kinn. Los utensilios que habían en las mesas libres tenían escrituras en ellas, parecían ser los nombres de las personas que habían reservado la mesa, no quería ni poner una cifra mínima a lo que les iba a costar la comida, incluso las servilletas parecían sacadas de una película, para ser de papel parecían muy caras, todos los colores que rodeaban el lugar eran azules oscuros, dándole aún más elegancia.
Vio llegar el coche de uno de los guardaespaldas de Kinn y se colocó en una posición más correcta, hombros hacia atrás y la espalda recta, con una sonrisa de oreja a oreja cuando le vio bajar. Kinn lo abrazó antes de juntar sus labios en un tierno beso, pero Porsche estaba esperando una felicitación que no llegó, por lo que su sonrisa se desvaneció levemente y siguió al mayor sin soltar su mano. Al llegar a la sala que este había reservado para ellos dos se sentaron uno al lado del otro, el menor no dejaba de mirar al otro con cierta espera, ¿se había olvidado de que día era? No, sino no hubiera reservado tal sitio para comer de manera gratuita, aunque a veces hiciera tal cosa, nunca era lugares de esta escala. Ambos pidieron lo que iban a comer y el camarero se retiró nuevamente, cerrando la puerta de la salita y dejándolos solos, Porsche se aclaró la garganta antes de preguntar cómo había ido la reunión de esa mañana, aunque su corazón no podía dejar de latir por las ganas de darle su regalo y ver su reacción, pero a su vez temía que se hubiera olvidado por completo de su aniversario como novios. La comida transcurrió tranquila, hablando principalmente de trabajo y sobre futuras reuniones con personas importantes cuyos nombres eran nuevos para Porsche, pero que parecían ser importantes para Kinn, cuando llegaron los postres el mayor sacó una pequeña caja de su bolsa y sin percatarse, Porsche había hecho lo mismo que él, sacando exactamente la misma cajita, de la misma tienda. Una risa vino de ambas personas mientras se tapaban los rostros que se encontraban levemente sonrojados debido a la vergüenza de la situación, se intercambiaron las cajas y más risas se escucharon cuando se percataron de que era exactamente el mismo colgante dorado con sus iniciales.
Se lo colocaron el uno al otro antes de susurrar en los labios del otro un leve "feliz aniversario mi amor" y volvieron a juntarse en un beso.
-Time<3
