Tay - Time

2.2K 156 13
                                    

Time había escuchado toda la conversación lejana que habían tenido Tay y Porsche mientras, junto con Kinn, preparaba la comida, no pudo evitar sonreír levemente y negar con la cabeza, pero al escuchar las palabras del rubio todo signo de felicidad desapareció de su rostro. Quiso preguntar, pero las palabras que había escuchado eran tan leves y lejanas que le pareció, o quiso convencerse, de que había escuchado mal. No mentía, él no lo quería, solo que era muy cómodo tenerlo cerca, sabía que Tay nunca le diría que no a nada que le propusiera hacer, incluso cuando hablaban de acostarse, el rubio siempre cedería a todo lo que él le pidiera. Pero no pudo negar que una parte de su corazón se rompió, muy poco, cuando entendió que él ya conocía sus intenciones y, tal vez, sus aventuras, por mucho que él pensara que el rubio era "menos inteligente" que él, parecía que conocía sus intenciones.


Se sentaron a comer, y todo transcurrió con calma y entre risas, algún momento subido de tono a consecuencia de acciones entre Kinn y Porsche que robaron alguna risa de Tay, aunque fue mínima y completamente de añoranza, se preguntó si, verdaderamente, alguna vez se habían visto ellos de esta manera, si alguna vez se habían visto tan enamorados. Sacó ese pensamiento de su cabeza, sí que lo habían estado y él seguía estándolo, suspiró levemente aliviado, ya que parecía que la gente de su alrededor también pensaba como él. Pero todo el ambiente se congeló cuando llamaron a la puerta y Porsche anunció que era el padre de Kinn, en ese momento cogió a Time de la mano y, tras disculparse, salieron del lugar.


Al entrar en el coche de Time, este puso su mano encima de la pierna de Tay, el cual lo miró con una sonrisa, aunque su mirada volvió a su punto de partida rápidamente, estaba preocupado por lo que estaba pasando fuera y se sentía mal por tener que dejarlos solos ante Khun Korn, pero parecía que Time tenía otra idea en mente y no parecía tan preocupado por sus amigos ahí fuera y siguió acariciando la pierna del otro en busca de alguna reacción que no iba a llegar, esta vez y en esta situación no. Tay era consciente de lo que el otro buscaba, pero después de la charla con Porsche sentía que su corazón estaba verdaderamente dolido, esa conversación le había hecho externalizar que su pareja no le quería y que era él el que se obligaba a pensar que sí y hacía creer a los demás tal cosa, cuando era consciente de que el sentimiento ya no era recíproco.


El rubio se quejó, apartando la mano del otro y le señaló la carretera con la cabeza, quería volver a casa lo antes posible e intentar sacarse de la cabeza todo lo que su mente estaba reflexionando en ese momento. Miró a Time mientras conducía y no pudo evitar esconder una sonrisa, esa sonrisa que no podía esconder cuando lo miraba, esa sonrisa que buscaba tener un sentimiento correspondido que ya no existía y que por mucho que lo intentaba, ya no iba a volver. Su mente pareció olvidar todo lo que le había dicho a su amigo en su casa, ya era incapaz de pensar en otra cosa que no fuera su pareja, en como no le importaba el dolor que había en su corazón siempre y cuando él estuviera a su lado, le daba igual ser lastimado millones de veces, le daba igual saber que había personas que se reían de él cuando se cruzaba con ellas porque sabían como era Time. Todo eso parecía volver a darle igual en ese momento, por lo que volvió a crear esa barrera en su corazón y, una vez el coche frenó se lanzó a los labios del otro, besándolo como si su mente no hubiera estado nublada en ningún momento, como si esa conversación no hubiera existido. Le rodeó el cuello, dejando que Time pasara sus manos por debajo de su camiseta, acariciándolo, sacando pequeños suspiros de entre los labios del rubio, el cual ya yacía sentado encima de él.


Sin saber cómo habían acabado en su cama, llevaba puesta la camiseta del otro y la sábana cubría de cintura para abajo, pero él ya no estaba en la cama, ya había conseguido lo que quería en un principio, vulgarmente se lo había tirado y había corrido a la ducha. Tay negó con una sonrisa, todos los pensamientos volvieron a su cabeza pensando que "se estaba lavando para no oler a él", "para que su próximo encuentro no pueda pensar que sigue conmigo". Lágrimas aparecieron en sus ojos, las cuales secó lo más rápido que pudo, no iba a llorar, no ahora. Se incorporó en la cama, se vistió con su ropa de dormir y esperó a que Time saliera del baño, quizás se quedaba con él lo que quedaba de tarde, incluso podían dormir juntos hasta la hora de cenar, se habían acostado, eso era lo más normal, igual que debía de hacer con los otros.


Pero eso no sucedió, toda su imaginación se vio rota cuando lo vio salir del baño con la ropa de calle, aunque sin camiseta, cogió su sudadera del suelo y se la puso sin ni siquiera mirarle a los ojos, sin decirle una sola palabra. Lo vio coger el teléfono móvil y de golpe una sonrisa se dibujó en sus labios, acción que desconcertó a Tay por completo, entendió a la perfección que el castaño tenía ya otros planes, y en ninguno de ellos estaba quedarse con él. Se levantó de la cama, los brazos medio abiertos, quizás era únicamente una imaginación suya, estaba empezando a obsesionarse con lo que había dicho horas antes. Time lo ignoró por completo, acabó de recoger sus cosas y se acercó a la puerta de salida, girándose para despedirse del rubio, este corrió a la puerta y lo abrazó, un leve "¿no te quedas?" se escapó de sus labios, el otro negó con la excusa de que tenía que hacer un encargo de última hora, pero que vendría para dormir.


Después de eso desapareció, ni un solo te quiero, ni un abrazo correspondido, ni un beso como los que se daban al inicio de su relación. Tay se arrodilló en el suelo, las lágrimas habían empezado a caer por sus mejillas de forma involuntaria, quería entender que les había pasado, porque el castaño actuaba de estas formas tan de repente, porque en público parecían ser la pareja perfecta y luego no era capaz de mantener esa imagen cuando estaban solos. Se cubrió la cara con sus manos, recogiendo antes la camiseta de Time, la cual había dejado en el suelo después de cambiarse y que el otro no había recogido. La apretó en su puño, lloraba, sentía que verdaderamente estaba siendo engañado y que su corazón no quería ver lo que su mente ya sabía.


Se levantó del suelo, él no era tan básico, no iba a llorar por el otro, no de esta manera, le importaba muy poco ser lastimado por él, le quería y no iba a dejar que las opiniones o acciones del otro le hicieran daño. Él sí quería a Time, y si el precio por estar con él era tener que aguantar todo aquello, lo haría. Lo había estado haciendo todo ese tiempo, nadie lo había notado, ¿no? Porsche había estado creyendo que lo quería hasta que él se lo dijo, Kinn no era consciente de que la relación entre ellos ya no era recíproca... era una mentira que solo ellos dos sabían, incluso Time pensaba que solo él era consciente de ello... podía seguir aguantando, quizás solo era un bache que atravesar, quizás...

-Time<3.

KinnPorsche cortosWhere stories live. Discover now