*este capítulo sería previo a la primera historia entre Tay y Macao*
Cuando miraba a Kinn y Porsche juntos se daba cuenta de que, tal vez, había cometido el error de su vida. No era una persona celosa, nunca lo había sido, ya que si fuera así probablemente su relación ya estaría acabada hacía mucho tiempo. Tampoco le daba igual, le dolía más de lo que nadie podía imaginar, era su pareja, la persona a la que había escogido para compartir su vida y resultaba que esta prefería compartirla con otras personas, además de con él.
No podía quitarse de la cabeza la reacción de Kinn cuando minutos atrás se había plantado en su casa, dispuesto a matar al chico que aún dormía en su cama, sentía una presión en el pecho que podría jurar que sería un paro cardíaco si no fuera por el estado de miedo que sentía en ese mismo momento. Miró a la persona que dormía en su cama, quería golpearla, gritarle e incluso echarla de su casa, ¿pero cómo iba a hacer una cosa así? Su corazón no iba a juego con lo que pedía a gritos su cabeza, su corazón seguía aferrado a que esa persona le quería de la misma forma como lo hacía él, pero su cabeza no dejaba de repetirle una y otra vez la verdad sobre la situación que vivía desde hace años, no dejaba de repetirle que la persona a la que amaba no lo quería, que prefería irse con otras personas, incluso con amigos comunes, o desconocidos, antes de seguir viviendo con él.
Salió corriendo a la terraza trasera de la casa, cerrando los ojos y rompiendo a llorar, la opresión en su pecho había crecido en los últimos minutos, sentía que su corazón podría detenerse si no soltaba todo lo que estaba reteniendo en ese momento. Se abrazó las rodillas con fuerza, mordía su labio para evitar hacer mucho ruido, no quería despertar a nadie, mucho menos a Time. ¿Qué le diría? ¿Cómo podría decirle que sabía la verdad? ¿Qué se encontraba en esta postura por culpa de sus acciones? Negó varias veces, no podía decirle que lo sabía, si eso sucedía lo iba a dejar, ya no tendría nada que lo atara a él, eso no podía pasar.
Rascó sus ojos con fuerza, el poco maquillaje que quedaba en sus ojos de la noche anterior estaba completamente corrido por sus mejillas, incluso por la mano que usó para limpiarse las lágrimas. Necesitaba parar de actuar de esta forma, necesitaba volver a sellar sus sentimientos, pero no podía, era incapaz de dejar de llorar, de acallar sus sollozos, quería golpearse por haberse roto de esta manera en este momento. ¿Por qué era tan complicado querer a una persona? No, no era difícil querer a alguien, lo que era complicado era que esa persona fuera capaz de devolver, o estar dispuesto, a devolver esa cantidad de amor y de complejidad que él estaba dispuesto a dar. Si, quizás era su culpa por ser muy intenso con sus parejas, quizás era su culpa que había agobiado al otro y por eso buscaba irse con otras personas. ¿Quizás todo era su culpa?
Sus lágrimas no dejaban de caer, sus ojos dolían y no podía imaginarse la cara que debía tener en ese mismo momento, no podía permitir que nadie lo viera, había una mínima posibilidad de que Time despertara, si lo llegara a ver así sería el final, no podría inventar ninguna mentira, no podría inventarse una excusa para explicar el porqué de su situación actual. Necesitaba calmarse lo más rápido posible, por lo que volvió dentro de su departamento y agarró una copa junto con una botella de ginebra, siempre la rosada, no pudo evitar sonreír cuando pensó esa frase, era algo que Time siempre solía decirle cuando empezaron a salir debido a su obsesión por beber la misma bebida cuando estaban solos en casa. Otra vez volvió a aparecer ese fuerte dolor en el pecho, al parecer este no desaparecía, solo empeoraba cada vez que su corazón recordaba algún momento con el otro. Salió de nuevo al patio trasero, sentándose pegado a la pared blanca mientras se servía un vaso, no tardó en acabárselo, arrugando su rostro cuando notó el alcohol descender por su cuello, hacía un par de horas o tres desde que terminó de cenar, cosa que podía facilitar que terminara borracho con un par de tragos, aunque eso no parecía importarle en ese momento.
Llenó el siguiente y repitió la escena un par de veces más, las veces siguientes no escoció tanto y sin darse cuenta las lágrimas habían dejado de caer, su mirada estaba algo borrosa, su cabeza dolía levemente, incluso podía jurar que sus mejillas debían de estar teñidas de un leve color rojo a consecuencia de las lágrimas y el estado en el que se encontraba en ese momento. Rio y negó con la cabeza, si alguien lo viera en ese mismo momento le daría pena, incluso se alejarían de él con una mirada de tristeza. Su corazón había vuelto a ganar la batalla que tenía con su mente, como siempre, se sentía usado y engañado, se sentía un simple juguete con quien jugaban para divertirse y nada más, si ya no le quería, ¿por qué seguía con él? Sería más fácil terminar todo, no lo tendría en cuenta, incluso podrían seguir siendo amigos.
Notó como pequeñas gotas golpeaban en su cabeza y, con mucho mareo, levantó la mirada hacia el cielo, había empezado a llover, aún era más penosa la escena. Intentó levantarse, pero tropezó con la botella y volvió a sentarse en el suelo, empezando a reír, ya le daba igual despertar a Time, ¿qué más daba? Podría hacer el idiota que él no le dejaría, en una relación donde hay cuernos, ¿qué más da el alcohol?. Notó una voz provenir de su izquierda, concretamente desde donde estaba la puerta que daba acceso al patio donde se encontraba y pudo ver a Time parado ahí, observándolo con un aire de confusión, no entendía por qué estaba así y mucho menos en esas condiciones. Tay sonrió y levantó los brazos, esperando que el otro lo abrazara, este se acercó y pasó sus brazos alrededor de su cintura, levantándolo. "Te quiero" susurró, y juró ver una sonrisa en el rostro del otro, pudo escuchar un leve "yo más, mi amor"... pero un fuerte estruendo lo hizo despertar, aún era de noche cerrada, seguía en la calle, completamente empapado, debido al frío y a la lluvia volvía a sentirse ebrio, incluso había dejado de llover. Se levantó con dificultad, quería volver a ponerse a llorar en ese mismo instante, pero no iba a dejar que sus sentimientos salieran de nuevo, no después de lo sucedido.
Él no era así, nunca había bebido hasta dormirse, mucho menos por un amor no resuelto. Entró en la casa y se cambió, se percató de que Time seguía durmiendo, ni siquiera se había dado cuenta de su ausencia, incluso se había apoderado de toda la cama. Negó repetidas veces y se cambió de ropa, cogió una pequeña hoja de papel y escribió una nota que dejó en el cojín, "He ido a tomar el aire y comprar un par de cosas, nos vemos para comer. Te quiero, Tay<3". Miró la nota y quiso romperla, ¿por qué seguía diciéndole que le quería? Ese amor ya no existía, y seguramente el otro ignorara su intención de no preocuparlo, dudaba incluso que le diera importancia a que no estuviera al despertar.
Salió a dar un paseo, empezó a andar sin un rumbo en concreto, por suerte el olor a alcohol había desaparecido, e incluso el tono rojo de sus mejillas ahora debía de verse como una persona a la que le había pillado la lluvia de hacía unas horas, nadie pensaría que hacia esas mismas horas estaba llorando abrazado a una botella de ginebra para intentar sanar su corazón. Sin percatarse había llegado a las afueras de la casa de la segunda familia y pudo divisar a una persona sentada en las escaleras de la entrada, parecía triste, tal vez igual de rota que él, por lo que se acercó sin pensarlo mucho y se sentó al lado del chico, en completo silencio, respetando la paz que parecía poderse respirar en el lugar.
-Time<3
