Antes de empezar el capítulo queremos daros las gracias por todo el apoyo que estamos recibiendo<3
El capítulo acontinuación será el último de este libro, pero en nuestro perfil ya tenéis la segunda parte! Seguiremos con las mismas ships y...
Aún nos queda MacaoTay para mucho!
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Hacía un par de meses desde que todo había "vuelto a la normalidad". Vegas había sido dado de alta del hospital oficialmente hacía un par de semanas, había tenido que ir varios días a visitarse para terminar de curar sus heridas y asegurar que todo había avanzado correctamente. Había sido un proceso mucho más largo de lo que ninguno de los tres había podido imaginar nunca, largas noches en el hospital mientras Vegas seguía en coma, Macao y Pete habían estrechado su relación durante esas largas noches, parecía que solo se tenían el uno al otro para poder contarse sus miedos sin ser juzgados. La recuperación del hermano mayor les llevó varios meses antes de que pudieran regresar a casa juntos y poder ser una familia de nuevo, Macao iba y venía continuamente, por las mañanas iba a clase, por las tardes volvía al hospital, a veces dormía en casa, otras se quedaba con ellos.
Pero para Pete habían sido días eternos, noches oscuras, camas incómodas y pocas horas de sueño. Siempre dormía con un ojo abierto por sí Vegas hacía alguna cosa, por si este despertaba o necesitaba alguna cosa, debía cuidar de Macao y estar a su lado, no mostrarse débil para que este no se preocupara más de la cuenta, para no provocar más miedo en el cuerpo del menor. El ambiente había cambiado mucho una vez Vegas despertó, se pasaban las noches abrazados y ese calor hacía que Pete pudiera descansar tranquilo, sabía que Vegas estaba fuera de peligro y de esa forma su corazón seguía en paz.
Pero había algo que Vegas no sabía, él había escuchado el disparo, había visto con sus propios ojos el cuerpo de su padre pero, ¿Macao? suponía que Pete se lo había contado todo, pero no sabía cómo estaba el menor en relación a eso. No había hablado con él de ese tema, más bien parecía querer evitarlo a toda costa, sentía algo de miedo de hablar de ello, pequeños recuerdos rotos aparecían en su cabeza cada vez que intentaba hacerlo. No sabía nada acerca del entierro de su padre, de que había sucedido con todo lo que giraba a su alrededor mientras él estaba en coma, ¿fue su hermano el que se encargó de todo? ¿Qué debió de pensar el menor cuando se enteró de todo? Eran preguntas que intentaría resolver con paciencia y poco a poco, tampoco quería provocar que el menor recordara todo lo que sucedió.
Una vez recibió el alta y pudo volver a casa todavía quedaban las miles de visitas hospitalarias, siempre acompañado de Pete, a veces por Macao también. Fueron largos días, varias semanas donde lo único que hacía era ir hasta el hospital y volver a casa. Pero finalmente pudo recibir el alta total para dejar y olvidarse de ese momento de su vida para centrarse en su nueva familia. Había noches donde las pesadillas se apoderaban de los tres y terminaban juntos hablando de cosas del pasado, acababan riendo tirados en el sofá hasta que el sueño volvía a apoderarse de los tres.
Todavía no habían querido mirar el sobre donde se encontraba la repartición de todo lo que tenía su padre, tampoco querían darle una importancia que no tenía para ellos, ¿qué más daba? preferían centrarse en sus propias cosas antes de abrir heridas del pasado. Estaban solos, por lo que tampoco había mucho que ver o discutir.
Pero había una cosa que provocaba que Macao estuviera algo ausente en casa, Pete se había dado cuenta de ello desde que volvió del entierro de su padre, incluso había hecho alguna pregunta sobre una mujer en la vida de su padre que Vegas parecía no recordar muy bien, tenía presente a una señora que solía venir a casa a menudo cuando su madre no estaba, pero después de la ausencia durante más de un año de su padre no había vuelto a verla. Y una vez falleció su madre, ya no volvió a saber de aquella mujer, aunque sí que veía algunos movimientos económicos extraños en el banco, pero nunca quiso indagar más allá.
Vegas finalmente se dignó a preguntar al menor porque hacía tales preguntas repentinamente, él era muy pequeño para recordar algo así. Macao resistió al principio y solo negaba con la cabeza, no quería hablar del tema, su padre estaba muerto, no hacía falta recordarlo, pero finalmente logró encontrar las palabras para contárselo. Nombró a dos personas presentes en el entierro, un adolescente de aproximadamente su edad y una mujer que debería tener la edad de su padre, quizás algo más joven. No los conocía, y parecía que nadie de su alrededor sabía quien eran, pero Macao no podía apartar la mirada del chico, tenía un aire familiar.
Las palabras de su hermano hicieron que Vegas negara con la cabeza, aunque su cabeza intentaba atar cabos, no quería imaginar lo que su mente estaba resolviendo, por lo que negó y le revolvió el pelo a Macao, asegurándole que debían de ser antiguos trabajadores de su padre, ¿verdad? Pete se sentó a su lado y asintió ante la conclusión del mayor de los hermanos, intentando sacar tensión al asunto, ya hablaría con Vegas cuando estuvieran a solas.
El tema no volvió a salir durante un tiempo, el trabajo había aumentado para Vegas y muchas veces estaba en reuniones eternas con Porsche y Kinn, era llegar a casa, cenar y desaparecer en su habitación. Macao solía salir con alguien muchas tardes al salir de clases y Pete se centraba en ayudar en casa lo máximo que podía, a veces incluso salía a tomar algo con sus amigos y para que Tanakhun lo viera estando sano y salvo, evitando más números delante de la casa de la segunda familia.
El sobre de la herencia seguía en el despacho de su padre, era una parte de la casa que no se había vuelto a abrir desde su muerte, ninguno de los hermanos quería saber que había en aquel lugar, nunca les fue permitido entrar y ahora no iban a hacerlo, hasta cierto punto no les importaba, no querían descubrir más trapos sucios de su padre. Incluso habían pactado con sus primos en intentar cerrar el máximo de proyectos y tratos para poder, tal vez, acabar con todo lo que los separaba hasta el momento.
Era un sábado por la mañana, decidieron hacer alguna cosa los tres, Vegas no tenía reuniones con nadie y se había tomado el día libre para hacer alguna cosa con su familia, Macao no quedó con "su chico especial" y Pete decidió apagar su teléfono móvil para evitar llamadas del hermano mayor. Hacía calor y el sol brillaba en lo más alto, por lo que decidieron ir a pasar el día a la playa más cercana, Macao dio la idea de ir a la pequeña cala donde fueron los dos hermanos la última vez y Pete aceptó, yendo a la cocina para poder preparar algunos bocadillos para comer y así aprovechar más el día los tres juntos. Salieron una vez estuvo todo preparado y ya no volvieron hasta bien entrada la noche, a penas tenían días para estar los tres, por lo que aprovecharon cada minuto que pudieron, tampoco les esperaba nadie en casa.
Al llegar, el corazón de los tres se detuvo, la puerta principal estaba abierta, Vegas cogió el arma que tenían escondida en uno de los jarrones exteriores y la cargó, entrando el primero, seguido por Macao y Pete, uno a cada lado, vigilando cada parte de su alrededor. La casa estaba revuelta, había cuadros en el suelo, jarrones rotos, cajones tirados por el piso, incluso habían entrado en sus habitaciones personales y habían revuelto hasta los armarios. Se acercaron al pasillo donde se encontraban los despachos, y para su sorpresa todos estaban abiertos, y vieron luz en ese que nunca habían querido abrir.
Alguien había entrado buscando alguna cosa, y parecía haberla encontrado en el despacho de su padre, pero antes de que pudieran entrar vieron la figura de un adolescente salir de este con unos papeles en la mano, tirando el famoso sobre al suelo sin ningún remordimiento. Era un chico bastante alto, de la edad de Macao, quizás algo más joven incluso, llevaba el pelo medio recogido en una pequeña coleta y sonrió al ver a los tres chicos apuntándole.
Encendió la luz del pasillo, pudiendo ver quien eran esas personas, a diferencia de Macao y Vegas, él si los conocía, había investigado lo suficiente de ellos e incluso había estado observando sus movimientos para poder acceder a lo que andaba buscando cuando ellos no estuvieran, "quería evitar broncas"., era de mala educación colarse en las casas de las personas, pero ¿eso también se aplicaba cuando eran familia?
Vegas y Macao no sabían que decir, el menor reconoció al chico y susurró un leve "es él" que solo creyó que era audible para su hermano y Pete, pero para su sorpresa, la risa del chico lo hizo avergonzarse, al parecer no lo había susurrado tanto como había imaginado y el otro lo había escuchado perfectamente. Cuando terminó de reír se aclaró la garganta y volvió su mirada de nuevo a los tres chicos que tenía delante, imaginó que esperaban una aclaración o una explicación delante todo el percal que se habían encontrado. "Hola hermanitos, solo vengo a por lo que es mio".
-Moon & Time<3
¡Nos vemos en el próximo libro!
