Llevaba toda la tarde lloviendo, Pete descansaba en el sofá con los ojos cerrados. La televisión seguía encendida con un programa de entretenimiento de esos que solía ver con su jefe por las noches y que tanto odiaba Vegas, pero este estaba trabajando en su despacho y no podía quejarse de ello. Escuchó la puerta abrirse de golpe, pero no de forma brusca, miró hacia la puerta y pudo ver a Macao entrar completamente empapado, el casco en la mano y quejándose en voz baja.
Pete se incorporó de golpe y sonrió al percatarse de la leve molestia del menor, no podía negar que se veía bastante adorable con el pelo hacia abajo y murmurando un gran número de insultos de forma gratuita. Se volvió a sentar al asegurarse de que Macao solo estaba enfadado por la tormenta que había empezado cuando volvía de la clase y, por consiguiente, se había mojado por completo.
El mayor se levantó de nuevo en búsqueda de una toalla para que el chico se pudiera secar y se la tendió con una sonrisa. Este se sentó, esperando que Pete repitiera su acción y pudiera estar un rato juntos, su mirada se desvió a la televisión y rápidamente criticó el programa que estaban dando, sacando una carcajada del más alto. Siempre había pensado que Macao y Vegas tenían ciertas actitudes y acciones que demostraban que eran hermanos, pero ese comentario le había hecho recordar a su pareja a la perfección.
Le tendió el mando con una sonrisa, el menor no entendía la reacción que había tenido Pete, pero le pareció bastante adorable. Cambió el canal y puso una película mientras intentaba conectar el ordenador en la televisión para poder ver alguna película conjuntamente y que ambos quisieran ver. La primera película que salió en el buscador fue "Coco" y Pete pudo sentir como sus mejillas se sonrojaban por completo.
Agradeció que el más bajo estuviera demasiado puesto en terminar de conectar su ordenador, pero el sonido de una leve risa en su cuello lo hizo estremecerse por completo. Sintió unas manos apoyarse sobre sus hombros y la sonrisa de Macao, seguida de su saludo lo hizo recuperar la consciencia.
No habían decidido todavía que ver y Pete cogió rápidamente el mando para cambiar la película, Macao no entendía la forma tan repentina de sus acciones, pero estaba feliz de ver como sus dos mayores actuaban de esas formas tan adorables, tan a gusto entre ellos, viendo como su hermano era cercano a alguien de esa manera, le hacía sentir bien a pesar de no entender la situación al cien por cien. El más pequeño abrió los brazos buscando que su hermano se acercara y lo abrazara sin la necesidad de pedirlo verbalmente, cosa que funcionó a la perfección y provocando una sonrisa en los labios de Vegas, el cual terminó sentándose entre los dos chicos, pasando su brazo por detrás del cuello de Pete.
Macao se tumbó, apoyando su cabeza en las piernas de su hermano, agarrando su mano con delicadeza para que la apoyara en su pelo y, de esta manera, poder relajarse mientras Vegas le acariciaba el pelo y ponía la película para ver. Pete sonrió ante el tierno gesto de su novio y apoyó la cabeza en su hombro en respuesta, entrelazando su mano libre con la suya. Vegas escogió una película al azar, sabía que su hermano se dormiría rápidamente debido a sus caricias y podía notar que los ojos del más alto estaban levemente rojos y las pequeñas marcas en sus ojos indicaba que, seguramente, se había dormido viendo alguna cosa en la televisión antes de que ambos hermanos llegaran.
La película empezó, pero ninguno le dio importancia, Macao tardó los créditos iniciales en dejarse llevar por las caricias de su hermano, Vegas notaba como su respiración se había vuelto más lenta y tranquila, se incorporó para poder ver si verdaderamente el menor se había dormido y sonrió al verlo en otro mundo por completo, apartó un mechón que se le había puesto en rostro y mantuvo las caricias mientras no lo llevaran a su cuarto, no quería despertarlo. Giró su mirada para encontrarse a un Pete luchando por mantener los ojos fijos en la pantalla e intentando ver la película, pero fallan estrepitosamente en el intento. La mano de Vegas que se encontraba entrelazada con la suya, mantenía una leve caricia en esta y sonreí viendo como los ojos del chico se cerraban lentamente, junto con su cabeza, la cual empezaba a balancearse hacia delante.
El mayor no podía moverse sin despertar a alguno de los dos chicos que dormían plácidamente apoyados en él, pero sentía que debía llevarlos o acompañarlos a sus habitaciones para que pudiera descansar como era debido y sin riesgos de levantarse con alguna contractura en el cuello o en la espalda.
Se movió levemente, provocando que Pete se reincorporara en el sofá, pero sin intentar mantener los ojos abiertos, simplemente se limitó a tumbarse hacia el otro lado y siguió medio dormido apoyado en el reposabrazos. Vegas agarró a Macao con cuidado, cogiéndolo en volandas con un leve "vamos a dormir, enano" antes de levantarse y llevarlo hacia su cuarto. Lo tumbó en su cama con delicadeza, sonriendo al ver como parecía que el pequeño se despertaba, pero era completamente incapaz de abrir sus ojos y solamente se acomodó en la cama, agarrando uno de los cojines con fuerza y abrazándolo con ambos brazos y piernas. Vegas dejó un beso en su frente y lo tapó con la sábana, apagando la luz al salir y ajustando la puerta para que no le molestara la luz del pasillo, ya que Macao no solía dormir nunca con la puerta cerrada, de esta manera podía escuchar si sucedía alguna cosa.
Pasó por su cuarto a cambiarse, colocándose el pijama y cogiendo el que se encontraba debajo del cojín contrario, junto con una de las mantas que siempre dejaban en los pies de la cama, por si alguno tenía frío a consecuencia de haberse quedado sin sábana por culpa del otro. Al llegar al salón principal pudo ver como Pete seguía acurrucado en un rincón del sofá, sonrió ampliamente y antes de sentarse abrazó el cuerpo del chico entre sus brazos, un suave "Pete, mi amor, es tarde" salió de sus labios, pero no hubo reacción de parte del otro, por lo que cambió sus planes. Desabrochó el cinturón del pantalón con cuidado, intentando quitárselos de la forma más cuidadosa posible para que no le molestaran al dormir, desabrochó también los botones de la camiseta, dejándosela puesta para que no tuviera frío, abandonó la idea de intentar ponerle el pijama por miedo a hacer un gesto que lo pudiera despertar.
Se sentó en el sofá y volvió a abrazar entre sus brazos a Pete, empezó a tumbarse con delicadeza y notó como el chico se movía, acomodándose a la nueva postura que había tomado. Su cabeza descansaba sobre el pecho de Vegas, escuchaba el latido de su corazón y lo ayudaba a seguir en el trance en el que se encontraba, sus manos se abrazaron a la cintura del otro de forma inmediata. Vegas mantenía la manta cerca y los tapó a ambos cuando notó que el chico que dormía en su pecho terminaba de moverse para encontrar la postura perfecta. "Buenas noches, cielo", después de dejar un beso en su cabeza, cerró los ojos y se dejó llevar por el sueño, quedándose completamente dormido mientras sus manos acariciaban la espalda de Pete.
-Time<3
