Vegas - Pete 2

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Pete colgó el teléfono sin saber muy bien cómo reaccionar a todo lo que acababa de escuchar, su cabeza seguía reproduciendo lo que acababa de suceder una y otra vez, no conseguía sacar esos gemidos de su mente, era como si siguiera oyendo todas esas voces. De repente empezó a echar de menos a Vegas, un calor ya familiar se instaló en su vientre, pero no podía hacer nada porque Vegas estaba trabajando y no sabía cuándo volvería a casa. Se dirigió hacia su cuarto frustrado, una vez allí decidió que lo mejor era ordenarlo para así distraerse, empezó recogiendo la ropa del suelo y al tirar de una camiseta algo cayó al suelo, Pete busco con la mirada el objeto que había caído y cuando se dio cuenta de lo que era le subieron los calores otra vez. Uno de los vibradores que Vegas había usado tantas veces con él estaba ahí, Pete dejó caer la ropa al suelo y recogió el vibrador con cuidado, apretó el botón y este empezó a vibrar, su mente se quedó en blanco en ese momento, pues todos los recuerdos de Vegas haciéndolo llorar de placer volvieron a él.


Sin pensarlo mucho dejó lo que estaba haciendo y se dirigió al sofá con el objeto aún en sus manos, en ese momento su mente estaba llena de Vegas, podía oír su voz, sentir su tacto y hasta oler su aroma. Pete no tardó en deshacerse de la ropa que llevaba puesta, quedándose desnudo en medio de la habitación, tumbado en el sofá con las piernas levemente abiertas.
Vegas por fin había podido salir de trabajar, estaba agotado y lo único que le apetecía era llegar a casa y dormir abrazado a su persona, cogió el coche y llamó a Pete para preguntarle si ya estaba en casa o quería que lo fuera a recoger, pero nadie contestó a la llamada, cosa que le extraño así que acelero para llegar lo antes posible a casa. Llamó un par de veces más antes de llegar a casa, no tenía mala impresión sobre porque Pete no le cogía el teléfono, pensó incluso que debía de estar durmiendo. Al llegar cerró el coche y entró, sin hacer mucho ruido por si sus pensamientos eran ciertos. Al entrar en casa no escuchó ningún ruido, así que creyó que efectivamente el otro estaba durmiendo, se quitó la chaqueta, dejándola en la silla más cercana, dejó los zapatos en la entrada y se dispuso a subir las escaleras hacia su cuarto, esperando encontrarse allí a Pete, durmiendo.


A medida que iba subiendo las escaleras podía escuchar ruidos extraños, pero a la vez muy conocidos. Recuerdos en su cabeza aparecieron y negó, Pete debía estar durmiendo, no era muy ético estar pensando en ese tipo de cosas. Ese tipo de zumbido fue aumentando a medida que se acercaba a la habitación, la cual mantenía la puerta cerrada, podía escuchar como la intensidad era más fuerte allí dentro, por lo que abrió la puerta sin tanta delicadeza como había planteado en un inicio, una sonrisa pícara se dibujó en su rostro antes de acabar de abrirla, Pete yacía en el sofá con las piernas completamente abiertas y el objeto entre ellas, Vegas entró y cerró la puerta, se apoyó en ella y observó cómo su chico se daba placer el mismo. Pete estaba tan absorto en el placer que no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor, solo tenía claro que no podía hacer mucho ruido porque no estaba solo en casa, así que se llevó la mano a la boca para acallar los gemidos que amenazaban con salir, lo que no esperaba era escuchar una voz muy familiar. "Quiero escucharte, no te tapes la boca Pete" este abrió los ojos de golpe y los dirigió hacia Vegas, que estaba acariciándose la entrepierna por encima de la tela, sus miradas se encontraron y Pete dejó escapar el gemido que tanto rato había estado conteniendo, el otro le respondió con una sonrisa torcida, sexy, anticipante...


Aunque Pete se sentía tímido el deseo lo superaba con creces, así que sin pensarlo mucho jadeo en voz alta "Vegas te necesito" el nombrado sonrió con picardía y empezó a acercarse lentamente, haciendo que el chico se desesperara y suplicara "Vegas... Por favor" al escuchar esa súplica su sonrisa creció y aunque él también moría por enterrarse en ese cuerpo quería tomarse su tiempo para disfrutar.


Vegas se acercó poco a poco hasta quedar justo frente a él, se agachó y recogió del montón de ropa que había en el suelo una de sus corbatas, se incorporó lentamente sin apartar la mirada de Pete, que lo miraba con ojos suplicantes y le mostró el trozo de tela en sus manos, el chico entendió de inmediato y le entregó sus manos. Vegas le tomó las manos y con la corbata empezó a atarlo delicadamente, cuando sus manos se encontraron un escalofrío los recorrió a ambos, se miraron y Vegas ordenó. "Sácalo" Pete lo hizo de inmediato, con las manos atadas y un poco de dificultad sacó el objeto de su cuerpo sin apartar la mirada del otro en ningún momento. La mirada de Vegas recorría ese cuerpo de arriba abajo una y otra vez, haciendo que Pete se avergonzara y a la vez se excitara aún más, ya no podía, ni quería ahogar sus gemidos, así que los dejaba salir sin pudor alguno, esperando que el otro le diera lo que tanto deseaba. 

No pasó, por el contrario, Vegas se acercó muy lentamente hasta que ambos pudieron sentir la respiración del contrario, Pete levantó la cabeza en un intento por besarlo, pero el otro ordenó de nuevo "No, quieto, no puedes tocarme" los ojos del chico se llenaron de lágrimas, pues ya no aguantaba más, necesitaba liberarse y necesitaba que el otro lo hiciera suyo.


Alargó el brazo para agarrar la caja de cigarrillos que estaba en la mesa de noche que había detrás de Pete, volviendo a colocarse delante suyo, en la misma posición que se encontraba anteriormente. Sacó el mechero de su bolsillo y se sentó en la silla, moviéndola hasta colocarla delante de Pete, abrió levemente las piernas y se encendió el cigarro, echando la primera calada de humo al techo, volviendo a deleitarse con el cuerpo, ya temblando, del otro. Pudo escuchar los jadeos del más bajo, incluso le pareció escuchar que suplicaba "Vegas, quiero tocarte, por favor", eso provocó una sonrisa en los labios del nombrado y negó, apoyando los codos sobre sus piernas para estar más cerca del otro, negando con la cabeza. Las lágrimas caían por sus mejillas, sentía que ya no podía más, necesitaba que el más bajo lo tocara, anhelaba como sus manos lo acariciaban y lo sujetaban, como toda su piel se erizaba cada vez que Vegas jadeaba en su cuello.


"Hoy lo harás tú solo" esas fueron las palabras que le susurro, cerró los ojos por unos minutos, necesitaba que su imaginación lo ayudara en ese momento. Recordó el tacto de Vegas sobre su piel, como esas manos recorrían toda su piel delicadamente, como si fuera una de sus armas favoritas, como esas manos encajaban a la perfección en su cintura, como sus labios trazaban un mapa invisible en todo su cuerpo, dejando leves marcas a su paso... Pete arqueo la espalda sin darse cuenta, provocando un gruñido casi inaudible por parte del otro, abrió los ojos y vio a Vegas mordiéndose el labio, aguantando casi la respiración, sintió un calor ya conocido subiéndole por la espalda, recorriéndole todo el cuerpo, a modo de advertencia, estaba cerca y no entendía cómo, pues el otro no lo había ni tocado.


Vegas se deleitaba con la escena que tenía delante, ver a su pequeño chico derretirse en placer solamente por su simple presencia, le encantaba, le gustaba lo que provocaba en él, le gustaba saber que tenía absoluto control sobre su persona y ser totalmente consciente de que Pete es su razón para respirar, se completaban, estaban hechos el uno para el otro.
Sus miradas estaban clavadas la una en la otra, casi ni parpadeaban, Pete estaba al borde del precipicio y Vegas cada vez tenía menos paciencia, solo quería arrancarle la pieza de ropa que le quedaba al chico y hacerlo suyo en ese mismo instante. Pete gimió el nombre de Vegas y este respiro entrecortadamente, necesitaba quitarse los pantalones inmediatamente porque no aguantaba más la presión, apretó los puños y dijo el nombre del otro a modo de respuesta. "Pete..." Al escuchar esa voz ronca y llena de deseo, Pete no pudo soportarlo más y acabó manchando su propio estómago mientras gritaba el nombre de Vegas.

-Moon & Time<3.

KinnPorsche cortosWhere stories live. Discover now