Le extrañó ver su cara aparecer por detrás de la puerta de su despacho, pero no iba a negarle la entrada, no iba con la educación que le habían enseñado ni en su casa ni en el lugar. Le indicó que se sentara delante de él, y cuando terminó de revisar un par de cosas de la seguridad el lugar que Kinn le había pedido, levantó la cabeza del ordenador y miró al chico que se había sentado y lo miraba con cierto aire de enfado, algo que no era muy extraño en él, ya se habían acostumbrado a verle siempre con el ceño fruncido, a no ser que Kinn andara por alrededor.
"Necesito un par de cámaras pequeñas donde pueda escuchar también el sonido del lugar, y eres la única persona que me puede dar acceso a ellas". Se sorprendió al escuchar su petición, Big no era una persona interesada en el tema de la investigación vista desde ese punto, ya que esa era su especialidad, lo miró de arriba abajo algo confuso y se levantó para poder buscar la pequeña caja donde había las tres cámaras y los auriculares, pero antes de que el otro la pudiera coger se la alejó.
"¿puedo preguntar para qué quieres tú algo así?" Arm no dudaba de su compañero, al fin y al cabo llevaban años trabajando juntos y sabía que era una persona en la que se podía confiar, además de haber sido la mano derecha de Kinn durante todo el tiempo en el que no existió Porsche a su lado, pero prefería intentar conocer cuál era el interés de usar cámaras de este tipo, no conocía ninguna misión por parte de Khun Kinn que necesitara algún tipo de investigación. El más alto negó y tendió la mano a la espera de recibir las cosas que había pedido, y visto que no lograría conocer el motivo, Arm abrió la caja y le explicó cuál era el funcionamiento que tenían las cámaras y como debía colocarlas correctamente para no ser descubierto. Después de la explicación, Big cogió la cajita y salió del despacho lo más rápido que pudo, dejando al más bajo con muchas dudas en la cabeza, pero como había pensado en un principio, dudaba que hubiera algún guardaespaldas actual dentro de la familia que quisiera hacer daño a alguno de los jefes.
Las dudas volvieron a aparecer en su cabeza cuando se les comunicó que había alguna persona filtrando información y que esa persona estaba dentro de la casa, pero no podía ser él, se lo veía siempre muy implicado en encontrar al responsable, siempre mantenía la calma cuando se hablaba del tema a la hora de comer. Aunque nunca supo para qué usó las cámaras, Arm tampoco volvió a preguntarle, la situación era tensa y sabía a la perfección que preguntar sobre ese tema podía iniciar una discusión completamente innecesaria que sólo complicaría más la convivencia entre los guardaespaldas, además Big tenía un gran respaldo detrás de él, no iba a provocar una disputa entre ellos.
Las sospechas empezaron a crecer entre los guardaespaldas, se apuntaban entre ellos e incluso empezaban a haber malos entendidos y malos rollos a consecuencia de la tensión, nadie quería cometer el error de dar a entender que era el responsable de los chivatazos, ya que eso podría causar la muerte de alguna persona inocente. A la hora de comer era insufrible la tensión que había, el grupo de Big no dejaba de intentar acusar a Porsche, al fin y al cabo era el nuevo y se había unido de forma un poco extraña, todos pensaban lo mismo, pero Kinn confiaba ciegamente en él por lo que Arm, Pol y Pete creían firmemente que él no podía ser, incluso se atreverían a decir que debía ser alguno de "las mosquitas muertas" de Big, pero ellos preferían seguir con la boca cerrada y no hacer ruido, sabían que Kinn acabaría descubriendo quién sería y esa persona pagaría las consecuencias.
Arm recordó el primer encuentro a la perfección, todos se posicionaron en el lugar indicado, pero este cerró los ojos antes de escuchar el tiro, la persona que le había facilitado las pruebas a Kinn había llegado a la conclusión de todo y todos sus pensamientos iniciales fueron erróneos, confió en Big por como trataba a Kinn y nunca llegó a pensar que este fuera capaz de traicionar a la persona de la que estaba secretamente enamorado. Recordaba cómo le tendió las cámaras y los micrófonos que fueron colocados en el despacho de Kinn y en su habitación, recordaba como le explicó a Big como funcionaban y como estas debían estar colocadas para poder escuchar y ver todo. Sentía que su corazón podía saltarse algún latido, ¿quién sinó iba a poder proporcionar tales herramientas si no era él?
Desde su habitación pudo ver cómo limpiaban el lugar, como retiraban el cuerpo y se deshacían de todas las pruebas, decidió ir a su despacho, no sabía que había hecho Big con las cámaras y tampoco sabía dónde las había colocado, por lo que seguramente, tarde o temprano, acabarían encontrándose o no. Su cabeza iba a mil por hora, no entendía como un apersona tan fiel como aparentaba, Big había podido traicionar a Kinn, no entendía que debían de haberle ofrecido al más alto para arriesgarse de tal manera sabiendo cuáles eran las consecuencias de traicionar a la primera familia, igual que irse de esta, todos sabían desde el primer momento lo que pasaría por lo que todavía entendía menos que había llevado a Big a hacer tal cosa.
Cuando entró en su despacho se sorprendió al ver una caja encima de la mesa, miró a su alrededor, la puerta estaba perfectamente cerrada, no había nada desordenado ni en una posición incorrecta, pero él no recordaba haber dejado eso allí. Se acercó y la abrió con cuidado, eran las cámaras y los micrófonos que le había prestado a Big hacía un tiempo, los mismos con los que este había estado filtrando información a la segunda familia para lastimar y debilitar a la primera. Sintió un leve dolor en el pecho, Big había muerto por traidor, pero había sido capaz de dejar las cosas en su sitio para que nadie descubriera que él le había dado las herramientas necesarias para hacerlo sin saber el motivo. Big había dejado todo arreglado para que nadie más pudiera salir perjudicado, para que nadie pudiera ser víctima inocente de lo que él había hecho.
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