Cap #10

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Alec

–¿Otra, chico? –pregunta el barman.

–Sí.

Se lleva mi vaso y aprovecho para ver la puerta en busca de Magnus. Llevo quince minutos esperando y la llamada de Jace me puso más nervioso. ¿Qué estará planeando Raphael? ¿Yo estaré involucrado? Salimos por unos pocos meses, sí, no terminó muy bien y es un psicópata, pero... ¡Ah! Me estoy alterando solo.

–Aquí tienes –el barman deja mi copa llena y se aleja para atender a alguien más.

–Estoy desesperándome –me tranquilizo y doy un trago a mi bebida–. Debo respirar...

–Eso es un insulto para quienes no pueden.

Me atraganto con la bebida y empiezo a toser. Unos ojos café en un rostro tan pálido que sólo se puede obtener después de la muerte, me miran divertidos.

–Raphael –saludo con cautela–. Hola.

–Me extrañaste –afirma y sonríe mostrando sus dientes sin colmillos–. ¿Cómo has estado?

–Oh, ya sabes. Matando demonios, casi muriendo e intentando capturarte.

–¿A mí? –finge sorpresa– ¿Por qué?

–No lo sé –me encojo de hombros–. ¿Por amenazar a los nefilim? Es sólo una sugerencia.

–¿Sabes quién era Bruno?

–Lo mencionaste, una vez, después de nuestra pequeña travesura en el museo de arte.

Raphael no cae en la provocación y se mantiene serio.

–Bruno era un hombre lobo con quien yo salía. Fue asesinado por los tuyos con la excusa que había matado y devorado una familia mundana, pero el día en que supuestamente ocurrió, él estaba conmigo. Juré a los nefilim que era inocente, pero no les importó y lo mataron frente a mí.

–Pero eso fue...

–Y hace unas horas, otro lobo fue capturado y ahora mismo está siendo ejecutado. ¿Sabes por qué?

Niego con la cabeza y él sonríe satisfecho, esta vez muestra sus colmillos.

–Por matar y devorar a una familia mundana, la misma de hace sesenta y nueve años.

Magnus

–Le digo que sí tengo dinero.

–Un hombre que ni siquiera trae zapatos no puede tener dinero –el gorila de la puerta sencillamente no se deja convencer–. Ahora vete, que estás estorbando.

Normalmente no me gusta usar mi magia frente a mundanos, pero Alec me espera dentro, debo entrar. Alzo mi mano y el gorila va a decirme algo cuando comienza a sacar baba. Ahora, frente a sus ojos, se encuentra una rubia muy candente.

–Pasa, preciosa –se retira y yo sonrío coqueto.

–Gracias.

Escucho unos insultos de los mundanos que esperan, pero poco me importa, logré entrar. Entre el gentío me quito el glamour y busco a mi cita. Primero veo en la pista de baile y nada, en la zona VIP y nada, finalmente algo me hace detenerme y fijarme en la barra. Ahí está Alec conversando con un joven moreno. Me acerco y puedo escuchar parte de la conversación.

–...devorar a una familia mundana, la misma de hace sesenta y nueve años –dice el otro.

–Sé que hemos cometido errores...

–Aún lo hacen –el hombre moreno se levanta y pone una mirada amenazante–. Se aprovechan de su fuerza, pero nosotros somos más y unidos los acabaremos.

–Quisiera verte intentarlo –Alec también se levanta y lo mira sin miedo.

Sin esperar más, el hombre se lanza contra Alec, lo derriba y ambos terminan peleando en el piso. Las demás personas se alejan ignorando la pelea y otros se mantienen entretenidos con ella. El hombre se coloca sobre Alec y comienza a darle puñetazos, pero él logra detener su puño y con ayuda del pie lo manda lejos. El otro estrella contra la pared y termina sobre una mesa que por suerte estaba desocupada, se levanta y corre de nuevo a su presa mostrando los colmillos sedientos. Vampiro.
Sin pensarlo, agito mi mano y el vampiro choca contra la pared que he creado, cae de espaldas y de algún modo ya estoy arrodillado frente a él.

–Vaya, veo que estás sediento –señalo sus colmillos y él me mira con odio y desconcierto.

–¿Quién...?

–Aquí no sirven sangre. Te recomiendo un lugar llamado Taki's, pero si lo que querías era causar problemas –intento parecer intimidante–. Estás en el lugar equivocado.

Jonathan

–Ya lo mataron –me informa triste–. Al menos no hubo tortura –agrega sin mucho ánimo.

–¿Y su familia?

–Mal –sé que tenía una esposa y dos pequeños–. Me quedaré con ellos esta noche.

–Claro, te veré mañana.

–Descansa, Jonathan.

–Descansa, papá –cuelgo y me quedo viendo el techo de mi cuarto.

Después de la cacería, Jace nos informó sobre el mensaje de Camille y el paquete de Raphael. En la cena todos hablaban sobre el posible plan de ese vampiro, y claro, nadie recordó el problema del hombre lobo.
Pero por lo que escuché ese vampiro tiene ideas interesantes.

Un mundo de cabeza *Malec*Where stories live. Discover now