Cap #17

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Isabelle

Esta sensación la conozco, cada músculo de mi cuerpo tenso, cada vena irradia calor y mis husos crujen a cada movimiento. Me obligo a abrir los ojos.
Estoy en el suelo, gran sorpresa, desde aquí veo una columna que parte la ventana, la ventana está rota y rodeada con hollín, me relamo los labios y trago saliva para humedecer mi seca garganta.
Estoy mareada.

–Clary –llamo con voz ronca, recuerdo que la salvé de un lobo. ¿Estará bien?–. Clary. ¡Clary!

–¡Isabelle! ¡¿Isabelle, dónde estás?!

Escucho pasos, poco a poco se acercan hasta que siento las manos de alguien sobre mi hombro.

–¿Clary? –pregunto débil.

–Hola, licántropa –saluda una voz que me congela los huesos. Andrew.

Giro lo más rápido que puedo y encuentro al Cónsul arrodillado junto a mí. A lo lejos, distingo los gritos de Clary exigiendo que la suelten.

–Cónsul...

–Sed lex dura lex: La ley es dura pero es la ley –me interrumpe–. Eres una subterránea, y estamos en guerra con los subterráneos.

Andrew levanta su mano con que sostiene una espada y me golpea en la cabeza con el mango de la misma. Escucho el grito de Clary antes de desmayarme.

Alec

–Alec, despierta. Alec, ¿puedes oírme? Alec, por favor, es sobre Simon.

–¡¿Simon?! –me levanto de golpe y eso me provoca un ligero mareo.

Intento enfocar la vista y me encuentro con unos puntos verdes, puntos que se convierten en un par de ojos.

–¿Estás bien? –Clary toca mi frente.

–Eso creo –susurro intentando recordar lo qué pasó–. Estábamos en el parque, un lobo... ¡Simon! ¡¿Qué pasó?!

–Tranquilo. Él... bueno no está tan bien –Clary parece decaída, en su mirada no se ve ese brillo usual.

–¿Qué pasa? ¿Dónde está Simon?

–Quiere verte –Clary se levanta y me extiende su mano–. Vamos, sígueme.

La tomo y de un jalón me levanta. Camina hacia unas escaleras y yo hago lo mismo. Me fijo que hay muchos cuerpos paseando por el Instituto, nefilim que portan rastreadores y los pasan por cada rincón intacto del lugar, la madera está chamuscada, los vitrales rotos, las pinturas agujereadas y las esculturas deformadas. Este incendió fue mucho peor.

–Aquí –Clary señala la puerta que da al dormitorio de Rebecca.

–¿Está herida?

Clary abre la puerta y yo entro. La señora Lewis llora recargada en la pared y Simon está de rodillas junto a la cama, con la cabeza baja y su espalda temblando. Me acerco lentamente hasta verla: Beky en la cama, sus ojos están cerrados, una mano en su vientre y la otra sostenida por Simon. No puede ser.

–Simon –llamo temeroso.

Lo escucho sorber su nariz y alza la mirada. Aquí está mi parabatai fuerte y sarcástico con los ojos rojos y el labio temblando.

–Fue mi culpa...

–No es cierto –lo interrumpo de inmediato–. Simon, no fue...

–¡Mi culpa! –grita de pronto furioso–. Ella me llamó, tú lo escuchaste, me dijo que escuchó un vidrio romperse y yo no le tomé importancia. Le dije que había sido iglesia... ¡iglesia! Si la hubiera escuchado...

Un mundo de cabeza *Malec*Where stories live. Discover now