¿Cap #6?

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Jace

–Cuando te pregunté si podías hacer algo, pudiste decir: No, yo no. En lugar de darme un susto de muerte con tu: No, no puedo.

–Lo siento –dice Catarina sinceramente, pero noto que quiere sonreír por alguna razón–. Pero cómo iba a saber que llorarías así.

–Bueno, espero que entiendas que si alguna vez escucho por ahí que el grandioso Jace Herondale lloró por diez minutos sobre el hombro de otro chico, sabré que fuiste tú y tendré que matarte.

De manera inesperada, Catarina me abraza y yo me quedo totalmente quieto.

–No seas tan duro contigo, Jace, eso no es bueno para nadie –susurra la bruja en un tono que logra relajarme lo suficiente para que corresponda su abrazo–. Sé que estás asustado, y está bien, pero no trates de ahogar eso en humor sin sentido.

–Gracias –digo en un momento de pura vulnerabilidad e intento recuperarme al separar de Catarina y peinar mi cabello por milésima vez–. ¿Y segura que podrán hacer algo?

–Si alguien puede, son ellos.

Por ellos, se refiere a los brujos creadores y residentes permanentes del Laberinto Espiral. Al parecer son muy viejos y sabios, los brujos más poderosos del mundo. Catarina les envió un mensaje explicando la situación y acaban de responder que vienen en camino. Ahora, la bruja y yo esperamos junto a la puerta a ver el portal que debería abrirse de un segundo a otro. Y sí, un portal de abre justo al frente, pero es uno demasiado familiar.

–¿Llamaste a Magnus?

–Tuve que hacerlo –responde Catarina con tono de disculpa.

Salgo de la casa a tiempo para recibir a un Magnus apresurado y claramente recién levantado.

–Magnus, espera...

–¿Dónde está? –interrumpe ansioso y comienza a hacer intentos torpes de quitarme del camino. Debe estar un poco ebrio– ¿Arriba? ¿Lo dejaron solo, así como está? Tengo que verlo...

–Magnus –llama Catarina firmemente y parece sacarlo por un momento de ese estado tembloroso e inestable–. Tranquilo, está bien. Los supremos vienen en camino, ellos...

–¿Los llamaste? –pregunta indignado– Catarina, cómo pudiste, sabes que...

–Por eso tenías que estar aquí, querrán hablar contigo.

–No estoy entendiendo nada, así que será mejor que se expliquen ahora mismo –exijo a los brujos, quienes me miran como si se hubieran olvidado de mí.

Es un poco ofensivo la verdad.

–Hace unas décadas, los supremos me llamaron para que formara parte de ellos –inicia Magnus un poco más calmado. Parece que su estado anterior era más por nervios que por alcohol–. Saben quién es mi padre, pensaron que podría serles útil. Pero yo rechacé la propuesta.

–¿Y se enojaron?

–Si lo hicieron, nunca lo demostraron. Jamás intentaron ponerse en contacto conmigo otra vez, de ninguna forma. Pero Tessa me dijo que durante su estadía en el laberinto, los escuchaba hablar mucho de mí y de formas en que convencerme de unirme a ellos.

–No te pedirán unirte a cambio de ayudar a Alec.

–¿Eso te dijeron? –reta Magnus a Catarina– Porque créeme, los creo muy capaces. Y no sé cómo podría negarme si lo hicieran.

–Pero no pueden... ¿O sí?

–Pueden poner las condiciones que quieran. Son los supremos –termina Magnus en tono de burla al título.

Un mundo de cabeza *Malec*Where stories live. Discover now