Un mundo de cabeza *Malec*

Cap #14

Alec

Abro mis ojos y los cierro al instante, no puedo soportar la luz. ¡Que alguien apague el sol! Lo intento de nuevo, esta vez más despacio y ahora sí puedo mantenerlos abiertos, bueno más o menos. Siento un poco de frío y jalo la cobija para taparme, pero un peso lo impide. Ruedo sobre la cama y veo a un chico con cabello punk desnudo, cubierto únicamente con mis sabanas, pero esperen, yo también estoy desnudo.
El chico punk se remueve y con pesar abre los ojos. Son negros con discos plateados al centro, es un brujo.

–Hola, tigre –saluda coqueto.

–¿Tigre?

–Anoche estabas tan salvaje que así te llamé y eso pareció prenderte más.

Anoche, anoche... ¿anoche qué pasó? Recuerdo bailar con Jonathan y que después me trajo una bebida, pero nada de invitar a un brujo al Instituto.

–Ah, bueno –intento mantenerme sereno y concentrado, no es la primera vez que me acuesto con alguien sin recordarlo–. Tú también estuviste muy bien, tus gemidos los recordaré por siempre.

El chico sonríe y su pálida piel se torna un poco rojiza. ¡Magnus! ¡Mierda, lo olvidé!

–Lo siento, debo ir por algo –me levanto y visto torpemente–. Puedes quedarte aquí y hacer lo que quieras, si lo deseas hay una ducha –señalo la puerta del fondo y antes de salir le mando un beso–. Espérame ¿de acuerdo?

–Como digas, tigre –responde el brujo con claras intenciones de levantarse.

Yo cierro con cuidado me dedico a buscar a Magnus en cada cuarto vacío del Instituto. ¿Me habrá oído? ¿Habrá escuchado como yo...?
Nunca he tenido remordimientos por mis actos, pero ahora no puedo ocultarlo, estoy nervioso por ver esos ojos de gato con nada más que decepción.

–Vaya, Alec –escucho una voz alegre desde el pasillo–. Pensé que no saldrías del cuarto hasta la noche. ¿El punk estuvo bien?

–Jonathan ¿has visto a Magnus? –pregunto directo y extrañamente Jonathan expande su sonrisa.

–¿No lo sabes?

–¿Saber qué?

–Se fue anoche, me lo encontré por el camino y dijo algo de unos ruidos provenientes de tu cuarto –se encoge de hombros inocente, pedazo de idiota–. ¿A qué crees que se refería?

Completo pedazo de idiota. Sabe perfectamente a qué ruidos se refería Magnus.

–Bueno, supongo que nunca lo sabremos –Jonathan sigue su camino–. Si tú y tu amigo quieren desayunar será mejor que bajen antes que se enfríe.

Me quedo parado frente a la puerta del que sería el décimo cuarto y decido no abrirla, de cualquier modo no hay nadie. Camino a la biblioteca porque el único teléfono está ahí, malditos nefilim y su resistencia a los celulares.
Quizá no recuerde mucho de anoche, pero sí recuerdo que a quien tenía debajo mío no era ese punk, sino a Magnus, y eso jamás me había pasado. Por suerte la biblioteca está vacía, me acerco al teléfono encerrado en una jaula de hierro y marco a Magnus, no puedo creer que recuerde su número si sólo lo vi una vez. Cuando termino de marcar, una voz mecánica me responde.

–Lo sentimos, el número que marcó ha sido desconectado o se encuentra fuera de...

Cuelgo y golpeó la jaula con mi puño. Lo arruiné, lo arruiné por completo. "No te enamores de él, no vale la pena". Eso había dicho Ragnor, pero quizá yo soy el que no vale la pena.

Jace

Anoche pareció divertido para todos los demás, bailaron, bebieron, y Alec trajo compañía. Pero yo lo veía en todos lados, en la pista, en mi asiento, en mi cuarto, siempre vigilándome con esos ojos rosas.
Ahora busco a Jonathan para poder hablar con él. Sé que él y su padre siempre intentan defender a los subterráneos porque Valentine se convirtió en uno, pero no lo toman en cuenta por lo mismo. Busco por todos lados y al final lo encuentro mirando desde una ventana con una enorme sonrisa. Si está de buen humor puedo tener oportunidad.