Frida [Ivar The Boneless/Alex Høgh Andersen]

6

—¡Ayuda! —ese hombre desconocido se lanza a ella, inmovilizándola en el acto. Frida patalea, se mueve, intenta pelear, pero es imposible cuando ese hombre separa sus piernas y le suelta un puñetazo.

—¡Ivar! —apenas vuelve a gritar, ese hombre vuelve a golpearla. Él busca deshacerse de sus pantalones, ella no para de gritar, cuando el tipo levanta el filo de un cuchillo frente a ella, entonces se congela. Su rostro, que había sido intacto en combate, ahora sangra y comienza a inflamarse.

—Si no dejas de gritar Ivar te encontrará desfigurada y muerta. ¿Entiendes?

Frida no dice algo. Entonces alguien lo quita de encima. Ella puede ver quién es cuando se acerca para preguntar

—¿Estás bien? —ella sólo le asiente a Floki, acercándose para aferrarse a él en un abrazo, mientras tiembla—. Mi niña, tranquila. Estoy contigo, no dejaría que nadie te haga daño.

—Gracias Floki, muchas gracias —el hombre se gira a Helga, quien le avisó sobre los gritos de la chica.

—Informa a Björn y a Ivar.

Helga sale disparada a buscarlos. No están tan lejos, pero están bebiendo y cantando. Apenas Helga se lo hace saber a Ivar, la borrachera se le baja, y se va lo más rápido posible, lo que le permiten sus brazos. Björn sale tras él.

Ese hombre intenta huir, Floki lo nota, lo golpea para mantenerlo en el suelo, y vuelve a abrazar a la chica. Cuando Ivar regresa, ve a ese hombre golpeado, y a Frida aterrada, temblando y sangrando mientras se aferra a Floki. Ivar no lo duda, se lanza a golpear a ese hombre. Él se ciega, tiene ira acumulada, entonces Floki interviene, antes de que lo asesine. Cuando Ivar puede notar lo que ha hecho, va hasta Frida, quién lo abraza con fuerza.

—¿Estás bien? —cuestiona el chico, ella niega.

—Intentó violarme, me golpeó.

Ivar comprende que ella no puede estar bien con algo así. Él la abraza, pero Frida está desconcertada, con las manos temblorosas se aleja de Ivar, sujetando su rostro.

—Yo no provoqué nada —él sólo asiente.

—Claro que no cariño, lo sé.

El hombre se queja, Ivar se da cuenta de todo de nuevo, viendo a Björn en la puerta.

—Llévenselo, y sujétenlo con cadenas —Björn lo saca arrastrando tras la indicación de Ivar—. Muchas gracias Floki, si tu no venías tal vez él...

—Estoy para servirles, Ivar. Tú y Frida son muy especiales para mí, ahora descansen.

Floki y todos salen mientras Frida se mantiene llorando, abrazada a Ivar.

—¿Puedes recostarte conmigo? —Ivar asiente. Frida ha recuperado más fuerza, por lo que él no se sorprende cuando ella comienza a quitar esa armadura, hasta dejarlo con el torso desnudo y su ropa interior.
Apenas se acomodan en una posición cómoda para los dos, ella comienza a calmarse, al sentir las manos de Ivar acariciándola.

—¿Te importaría si hacemos el amor? —Ivar lo escucha, la idea le parece excitante.

—Sabes que soy impotente, no sirvo para complacer a una mujer, Frida.

—¿Y si eso no es verdad? Ivar te amo, y a pesar de todo, un pene no es necesario para complacer a una mujer, lo sería si quisiera hijos, yo no los quiero. Pero está bien, respeto tu decisión. Te amo.

Y esa noche duermen acurrucados, abrazados uno del otro. La sorpresa se la lleva Ivar al día siguiente, cuando siente algo distinto entre sus piernas. Esa sensación es tan cómoda, por eso se descubre para notar que tiene una erección apenas formada. Si eso es posible, tal vez pueda ser capaz de algo más que eso. Se levanta para contemplar su miembro, no puede estar más feliz, no sólo por él, sino porque eso significaría satisfacer a Frida.