33

400 30 13
                                    

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

—Ven a Kattegat conmigo

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

—Ven a Kattegat conmigo. Podrías ser mi esposa ahora, Hvitserk quiere a Margrethe, y ella lo quiere, ¿entiendes?

Frida deja de abrazarlo para verlo a la cara.

—¿Y Ivar? Va a querer asesinarnos si hacemos eso.

—Ivar sólo piensa en él. Vamos Frida. Tú y yo sabemos que tú serías mi esposa, tú deberías estar conmigo. Y ahora con esto nos pertenecemos. No podré olvidarme de ti, y tú tampoco podrás olvidarme, al menos no lo que pasó hoy aquí.

—Ubbe, amo a Ivar.

—Él no te ama Frida. No quiero que cuando lo notes sea demasiado tarde. Yo si te amo, siempre lo he hecho.

Ambos se observan a los ojos, mientras acarician sus cuerpos desnudos.

—Él me necesita. Nuestro destino está unido Ubbe, los dioses me lo dijeron.

—Si nuestra vida ya está escrita ¿Por qué tendría sentido vivirla? Sé que quieres volver a Kattegat, me lo has dicho cuando nos encontramos, pero no voy a presionarte. Si crees que nuestras vidas ya están escritas, y nuestro momento de estar juntos no es ahora, entonces nos encontraremos más tarde, pero yo sé que los dos debemos estar juntos Frida.

La chica se acerca para besarlo de una forma tranquila, enseguida se sonríen y vuelven a recostarse, intentando dormir.

Por la mañana Ubbe despierta, sonriendo al verla descansando. Él busca sus pertenencias, debe irse a Kattegat. No sabe la hora que es, pero desea que Ivar haya notado la ausencia de Frida, y que los gritos y gemidos de ambos fueran lo suficientemente fuertes para llegar a todo York. Apenas él termina de vestirse, se sienta en el borde de la cama, y ahí comienza a dar besitos por ese rostro.

Ella despierta con una sonrisa.

—Debo irme Frida. Tal vez pensaste mejor todo, o no quieras que Ivar sepa qué estuviste aquí. En cualquier caso, es hora de que te vistas.

—Gracias —dice Frida.

Mientras se pone su vestido comienza a pensar en Ivar. Claro que lo ama, siempre será el primer amor de su vida, pero extraña Kattegat, y ella nunca cumplirá con las expectativas que su prometido tiene sobre ella. Los dioses le han dado la oportunidad de abandonarlo por segunda vez, probablemente es porque quieren que se vaya de ahí

Frida [Ivar The Boneless/Alex Høgh Andersen]Onde histórias criam vida. Descubra agora