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Cuando Hvitserk regresa a casa ya es noche. Está agotado, pero sonríe cuando Frida lo recibe con un abrazo. La chica tiene el cabello húmedo, se ha bañado hace un poco.

—Te serví la cena, iré a preparar agua para que te duches. ¿Sí? —Hvitserk sonríe.

—Nunca me había bañado tan frecuentemente —Frida sonríe.

—Lo sé —por supuesto que lo hace. Ella se gira para hacer lo que dijo, antes de que se aleje, Hvitserk llama su atención tomando su muñeca, Frida se gira para observarlo.

—Jamás me había sentido como ayer. Muchas gracias por dejarme compartir ese momento contigo. Eres increíble, y me siento bendecido por tenerte —ella se acerca para besar esos labios, sujetándose de su cuello, apenas Frida siente esas manos sobre su cintura, se separa.

—Ve a comer —dice risueña.

Después de que Hvitserk ha comido, y se ha duchado, se encuentra a Frida esperando por él, viendo a la nada.

—¿Qué pasa? —cuestiona él, acercándose para sentarse a su lado, ella le sonríe enseguida.

—Sólo pienso en todo, no sé cómo sentirme.

—Sabes que puedes decirme lo que sea.

—No quiero hablar de Ivar, no quiero que lo que estamos construyendo se base en eso, y los temas de conversación sólo sean sobre él.

—Sabes que será difícil, y probablemente imposible. Fuiste su esposa, y yo siempre seré su hermano. No me molesta que hables de eso, si es lo que te atormenta o te mantiene angustiada, lo mejor sería sacarlo, eliminar eso que duele, porque soy consciente lo mucho que lo amaste, y lo mucho que probablemente aun lo amas, si no lo amaras no lo hubieras dejado, no te habría interesado lo que hizo. Sólo quiero estar para ti —Hvitserk toma esas manos, para guardarlas entre las suyas, mientras los dos se observan a los ojos—, no me interesa ser sólo una venganza, lo sabes, te lo dije en Inglaterra.

—No eres una venganza Hvitserk, no ahora —él sonríe tierno.

—Eso se siente aún mucho mejor. Pero vamos, puedes hablar de Ivar, podría estar toda la noche escuchando, me interesa que te sientas bien —Frida no puede evitar sonreír, y al ver esos ojos azules, y lamentarse por todo el tiempo perdido, y lo mucho que reprimió su deseo por él. Se acerca para besarlo con cariño y pasión, apenas él responde, Frida se mueve para subir sobre su regazo, él la sostiene por la cintura, se aferra a ella como si no existiera un mañana. Comprende lo que quiere cuando Frida comienza a frotarse contra esa erección, logrando que los dos giman bajo y contra su piel. 

Frida abandona esos labios, para comenzar a besar la piel de Hvitserk que baja hasta su cuello. Él inclina su cabeza, sosteniéndola en el respaldo de esa especie de sofá, soltando maldiciones y gemidos al sentir las manos de Frida desesperadas por quitar sus prendas. Apenas el torso de Hvitser está desnudo, él se sujeta a esos glúteos, logra sacar una risita en Frida. Enseguida ella se concentra en intentar liberar esa erección de esos pantalones, sin dejar de besar ese cuello. Él se gira para observar la puerta que da a su habitación, sobresaltándose al ver la figura de Margrethe, apreciando lo que esos dos comienzan a hacer ahí. Involuntariamente Frida se separa y presta atención a donde Hvitserk observa, asustado.

—Oye Margrethe, nosotros... —intenta explicar, pero es interrumpido al ver como en ese rostro se forma una sonrisa cómplice, se confunde aún más al escuchar una risita por parte de Frida, y cuando la observa, ella le está sonriendo a Margrethe de vuelta. Entonces Frida estira su mano hacia Margrethe, y la chica comienza a caminar hacia ellos. Hvitserk comprende lo que sucede, y su interior estalla en felicidad.

Apenas ella está frente a los dos, se arrodilla para estar más cerca, entonces Hvitserk las observa, después de que ambas le regalen una sonrisa, las dos se acercan para besarse, de una forma lenta y húmeda, disfrutando ese beso, Hvitserk se siente bendecido. Cuando ambas se separan, se sonríen cómplices, enseguida Margrethe se inclina para besar al chico, mientras Frida se aparta de él, sólo para quitar su ropa. Apenas ellos dejan de besarse, Frida ayuda a desnudar a Margrethe, mientras las dos se besan.

Hvitserk se levanta para unirse con ellas, quitando toda su ropa. Pronto, los tres pasan a la habitación. Por alguna razón, Hvitserk ama ver como esas chicas son cómplices del deseo, besándose y tocándose entre ellas. De un momento a otro Hvitserk embiste a Margrethe, mientras Frida se encarga de acariciar a la chica y besarla, pero se arrodilla para besar a Hvitserk y tocarlo. Tiempo después Frida es quien está siendo penetrada, mientras Margrethe la besa y acaricia. Todos gimen, se tocan con cariño, comparten un momento íntimo y placentero para los tres. Apenas llegan al orgasmo, todos caen agotados en la cama, recostándose y acariciándose uno al otro, sin dejar de sonreír felices por lo que acaban de hacer.

 Apenas llegan al orgasmo, todos caen agotados en la cama, recostándose y acariciándose uno al otro, sin dejar de sonreír felices por lo que acaban de hacer

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Frida [Ivar The Boneless/Alex Høgh Andersen]Where stories live. Discover now