Frida [Ivar The Boneless/Alex Høgh Andersen]

27

—Se acercan —dicen los mensajeros. Esa es la señal que todos esperaban. Los hermanos Lothbrok están en lo alto de una torre, ocultándose y esperando la llegada, listos para combatir.

Apenas Frida aparece todos se alegran. Esa torre es la que permite mejor visión de la ciudad completa. Desde ahí Frida aprecia lo grande que es York, se queda sin aliento.

—Luces preciosa —dice Ivar, ella lo observa por unos segundos y le sonríe triste. Ambos tienen un brillo especial en los ojos, la noche anterior no la olvidarán jamás.

Al observarlo nota que él lleva puesta su armadura, su sonrisa se borra.

—No pelearás hoy —ordena ella, seria.

—Pero yo...

—No Ivar —vuelve a afirmar autoritaria—. No lo harás, tus ojos son demasiado azules.

—Lo ves —reafirma Hvitserk a su hermano— hoy no Ivar.

Apenas Frida levanta la vista, ve movimiento.

—Se acercan —ella señala el lugar. Todos están felices por verlos aproximarse, excepto Ivar, quién parece molesto por no pelear, y no poder probar que es tan digno de Frida como Ubbe podría serlo—. Espero que la lluvia no arruine nuestros planes.

Ivar toma la mano de la chica y la jala, ella se mueve hasta que él la besa. Ella sonríe y enseguida lanzan la señal para que todos se preparen. Después de un tiempo, los sajones comienzan a entrar a York por el lugar que Ivar planeó que entrarían.

—Aethelwulf, el hijo del rey Ecbert, trajo a sus hijos: Aethelred y Alfred —habla él, la chica se inclina para besar las mejillas de Ivar, después de identificar a esas tres personas importantes.

Entonces Ubbe y Hvitserk le piden a Frida irse.

—Los alcanzaré ahora —dice ella, ambos asienten.

—¡Cuídenla! Hermanos —es lo último que Ivar puede decirles, antes de que se vayan.

—Pase lo que pase no pelearás —vuelve a decir ella, sabe que Ivar es obstinado.