Frida [Ivar The Boneless/Alex Høgh Andersen]

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Apenas la mujer sale, ambos agradecen.

—Me quedaré a cuidarla —dice Ivar a su hermano—. Gracias por ayudar, deberías encargarte de todo por hoy.

Hvitserk sólo asiente, captando antes de salir la imagen de Frida tranquilamente dormida, con una venda en la cabeza. Apenas Hvitserk sale, Ivar se sienta en el borde de la cama, justo a un lado de la chica. Ahí comienza a acariciar ese rostro y esos trozos de piel desnuda, sin parar de sonreír.

—¿Realmente la amas? —esto asusta a Ivar, quién se mueve para buscar esa femenina voz tan conocida, y ahí está ella.

—¿Qué haces aquí Freydis? No puedes estar aquí, no en la habitación matrimonial.

—Rey Ivar —ella se acerca para estar frente a él— se lo dije hace unos días, Frida no está a su altura. Una reina no debe salir por ahí, sin ningún tipo de distintivo o protección. Te ha vuelto a hacer quedar mal. La gente hablará de ti, alguien se atrevió a tocar a la esposa del rey, eso significa que no tiene la hombría suficiente para proteger a la mujer que ama, y por lo mismo no puede cuidar de un pueblo entero. Usted sabe que yo no pienso así, y que yo creo en usted y su superioridad, porque es un dios, pero los demás no lo saben, y no lo sabrán hasta que usted lo revele.

—Por favor déjame. Han lastimado a Frida, sólo quiero cuidar de mi esposa. ¿Sí? —Ivar realmente se siente mal.

—Debe tener un hijo, es lo único que demostrará su hombría.

—No estoy para discutir eso ahora —Ivar pierde la paciencia poco a poco.

—Conozco la forma de que usted tenga hijos, mi rey. Los dioses me lo han revelado. Su hijo nacerá de mis entrañas —esto capta su atención.

—¿De qué hablas?

—Frida es tu maldición.

—Estás logrando que ya no desee verte más, Freydis. 

—Lo siento su majestad. Lo dejaré solo. Piense lo que he dicho.

Apenas la chica sale, Ivar observa a Frida, pero su curiosidad puede más, y se levanta, dejándola sola. Él se dirige a hablar con el vidente.