54

223 16 1
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—Floki vino —menciona Ubbe, no tiene otra cosa interesante por decir, o razón alguna para acercarse disimuladamente a ella, más que esa.

—¿Bromeas? —interroga ella emocionada.

—Dijo que encontró la tierra de los dioses y se marchó, con una cantidad considerable de gente —dice sonriente al ver esa sonrisa enorme.

—Espero que estén bien, y que él esté mejor.

—Está bien, lo vi mejor que la última vez que lo vimos. ¿Qué tal está Hvitserk? —cuestiona Ubbe, sin poder acercarse a él, aún. 

—Está bien. A veces no puede evitar sentirse triste. Piensa que Ivar no es justo con él, sé que se arrepiente de haberte abandonado, pero siente que los dioses tienen su destino junto con Ivar. Teme que lo odies, pero te ama. Deberías hablar con él.

—Tal vez puedo sentirlo como una traición, pero entiendo la razón por la que se quedó. Yo habría hecho lo mismo, si pudiera. Ahora temo que no quiera hablarme, sigo sin confiar en Ivar, y sé que él lo ha manipulado, tal vez lo ha puesto en mi contra.

—Ivar no es tan malo como todos piensan —sabe que su prometido también intentó ponerla en contra de su hermano, pero ahora está demostrando otra cosa—. Míralo hoy, ha cambiado, piensa cambiar, a pesar de que Lagertha merece la muerte.

Ubbe no sabe que decir, ella tiene razón. Entonces, cuando nota que todos están absortos en sus conversaciones, y que Ivar aún no nota que ambos conversan, él se acerca para susurrar:

—¿Piensas en lo que pasó esa noche? —Frida se pone tensa, casi a la defensiva, se aleja un paso de él.

—No deberías hablarme de esto.

—Yo si lo recuerdo —insiste Ubbe—. No puedo sacarlo de mi cabeza. Me tienes loco, Frida. Supongo que es uno de los efectos secundarios, y a veces me arrepiento de haberlo hecho, porque me duele, y quema saber que no es a mí a quien amas.

Frida se acerca y lo abraza.

—Tal vez en otra vida.

—¿Ahora crees en otras vidas? —Ubbe se separa de ella, sonriendo y bromeando.

Frida suelta una risita que capta la atención de Ivar. Él reconoce esa risa disimulada y casi silente, los observa, pero ellos ya están concentrados en su conversación que no lo notan.

—Jamás, intento que no se sienta tan mal —Ubbe sonríe.

—Margrethe me ama, pero yo no. Para ser sincero, comienzo a sentir cosas por Torvi, Björn ya no la ama.

—Björn está enamorado del amor, jamás lo estará de alguien en específico. Ve con Torvi, si es lo que quieres

—Jamás te sacaré de mi mente, ni de mi corazón.

Frida siente algo extraño ante esas palabras. Recuerda lo convencida que estaba de huir con Ubbe aquella mañana en Inglaterra. ¿Cómo sería su vida si hubiera dejado a Ivar ese día? Entonces aparece su prometido, para recargarse en su hermano y guiarlo lejos de Frida, sin ser capaz de observar a su novia.

—¿No puedes dejarla en paz? —cuestiona el chico, una vez que su prometida no escucha.

—Te ama a ti, siempre ha sido así. ¿Acaso no lo ves? ¿Acaso no ves lo hermosa que es y que es posible que todos aquí se sientan atraídos por ella? Pero Frida sólo tiene ojos para ti, y si no confías en ello, la perderás. 

Entonces se acercan con el hidromiel y los cuernos. Frida se mantiene alejada de todos, ahora ya no es capaz de ver a Ubbe siquiera, teme por lo que Ivar pudo escuchar. No es hasta que van a brindar, que Ivar vuelve a mostrar sus verdaderas intenciones: gritándole a Ubbe, y amenazando a Lagertha. Entonces es oficial, la batalla se llevará acabo.

Al retirarse, Frida y Ubbe se regalan una mirada un poco triste, intentando despedirse de nuevo, pero enseguida ella se acerca a su prometido, está furioso.

—¿Qué demonios fue eso? —pregunta ella, el chico ríe, esa pregunta y esa chica lo relajan de inmediato.

—La cara de Lagertha fue oro puro. Sólo se me ocurrió hacerlo, fue divertido. Jamás dejaría que alguien dañe a una persona que amo y quede sin castigo. Lagertha pagará —Frida sólo sonríe, orgullosa porque esa venganza siga en pie, mientras el rey Harald se acerca para hablar con Ivar.

—Es un demente —dice Hvitserk, alcanzando a Frida.

—Ya lo veo, casi le creo.

—¿Me pregunto en qué otras cosas ha mentido, y también le has creído? —cuestiona Hvitserk con una sonrisa demasiado natural, y al mismo tiempo cómplice, como si supiera algo.

Frida se detiene, comenzando a pensar en esas palabras, mientras todos avanzan, sin notar que ella se ha quedado atrás.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Frida [Ivar The Boneless/Alex Høgh Andersen]Where stories live. Discover now