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Esa escena destroza por completo a Frida

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Esa escena destroza por completo a Frida. ¿Por qué y desde cuándo? Pero su ira es mayor que la decepción. Desde hace tiempo ya no esperaba nada de Ivar. Esa última mentira la ha hecho estallar.

La forma en que Ivar la besa, como la sujeta de la nuca, y el hecho de que ambos están demasiado concentrados besándose, la hace sentir humillada. Ha soportado demasiado para tener que volver a presenciar esa mierda. Se mantiene ahí, observando esa escena, tratando de captar cada mínimo detalle que la haga aborrecer a ese hombre. Entonces ese beso se rompe.

—Lo siento —susurra Ivar, Freydis sonríe.

—Es tu destino Ivar The Boneless. No puedes retrasarlo o negarlo. Tú puedes lograr lo que quieras, eres más grande que todos los hombres, eres un dios. 

Ivar busca sus labios para besarla de nuevo. Entonces Frida ha tenido suficiente, y con una rabia enorme, un nudo en su garganta, y lágrimas en los ojos, camina hasta el armario. Apenas lo abre, Ivar y Freydis se separan por el ruido, y el chico se siente morir, al ver a Frida sacando un baúl y comenzando a guardar sus vestidos. El chico quiere levantarse, pero esas cosas en sus piernas no lo sostienen, así que se arrastra, sin importar que la madera se entierre en su piel desnuda.

—Frida, no es lo que piensas yo...

—¡Cierra la maldita boca! —Freydis se levanta de la cama. Sin ningún tipo de vergüenza, hace ver que ella también está desnuda, se queda ahí, mostrando su cuerpo y observando la escena.

—Ni siquiera hicimos algo. Mi pene no funciona. Sólo tengo erecciones contigo. ¿Lo recuerdas?

—Si eso es verdad, jamás volverás a penetrar a una mujer, en tu vida.

—¡Para de hacer eso! —exige Ivar con furia, sintiéndose imponente y tratando de controlarla, ella no teme, él siente mucho pánico.

—Nada de lo que puedas decir o hacer me hará quedarme —Frida ha terminado de guardar sus vestidos y zapatos. Por eso se detiene para verlo a los ojos, mientras asegura ese baúl.

—¿Piensas irte? —Ivar comprende las intenciones de Frida, se rompe por descubrirlo.

—Eso estoy haciendo.

La chica toma el baúl y sale de la habitación. Ivar vuelve a arrastrarse para poner esas cosas en sus piernas, lo hace desesperado.

—Ivar, yo... —Freydis intenta ayudar.

—¡Cierra la maldita boca! —grita Ivar intentando vestirse, lo hace en tiempo récord y sale lo más rápido que puede. Cuando lo hace no ve rastro de Frida, no duda en desquitarse con los guardaespaldas.

—¿Por qué no la han detenido? ¡Son unos imbéciles!

Entonces escucha ruidos. Esa voz femenina discutiendo. Ivar va hasta ellos, Frida está amarrando ese cofre a su caballo, mismo que Aslaug le regaló algún día, y es digno de la familia Lothbrok.

—Dejo de ser su reina en este instante, no pueden seguirme —declara ella molesta, discutiendo con aquellos hombres que la han cuestionado y detenido durante todo el camino, entonces aparece Ivar.

—No te irás Frida, no lo harás. ¿A dónde lo harías? No tienes a dónde ir, tú debes estar conmigo, eres mi esposa, lo juramos frente a los dioses —Frida está molesta y se acerca a él.

—En ese juramento nunca se estipuló que debía perdonar infidelidades. Me has fallado, no soy la culpable de esto. No sé a dónde iré, pero sé que prefiero que los lobos me devoren, antes que seguir siendo prisionera de tus estúpidas mentiras y amoríos secretos.

—Tú no lo entiendes. Yo no la amo, jamás la amaré, pero ella me dijo que podía darme un hijo y el vidente me lo confirmó. Ella me dará un hijo —Ivar intenta no llorar, no frente a esos hombres.

—¿Él vidente dijo que Freydis sería la madre de tu hijo?

—No, él no es específico. Dijo que sería la mujer que me admira más. Freydis siempre me ha hecho sentir especial. No la amo, pero está dispuesta a hacer cualquier cosa por mí. Frida, ella me ha revelado mi descendencia divina. Soy como un dios, soy un dios.

—¿Cómo le darás un hijo si ni siquiera puedes ser un hombre de verdad con ella? —esa situación incómoda a los hombres y ridiculiza a Ivar, por lo que se molesta.

—Tal vez tú seas el problema. Pude complacerte, pero no tener hijos. ¡Tú eres el maldito problema!

—Eres un imbécil. Un pobre pedazo de hombre que se cree tan inferior a todos los demás, y hace cualquier cosa por parecer ser mejor. ¿Sabes qué? Me das lástima. Eso es lo que jamás te hará como los hijos de Ragnar —escupe furiosa.

Ivar no soporta más y la abofetea. Ese golpe Frida no lo esperaba, en su vida. 

 

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Frida [Ivar The Boneless/Alex Høgh Andersen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora