12. Grandparents.

398 77 14
                                    

La tarde estaba siendo un aburrida para Doyoung, acostumbraba a estar todo el tiempo haciendo algo para mantener su mente ocupada y ahora que tenía un poco de tiempo libre se sentía muy extraño. Así que decidió ir a la cocina para poder ayudar a su padre con la cena, que de hecho era demasiada comida para una sola "familia".

—Hoy vendrán a cenar tus abuelos, quieren convivir con la familia antes de que sea la boda —dijo Minseok cuando vió a su hijo observar todo lo que preparaba. —Estoy emocionado.

Claro que se sentía feliz, no veía a sus padres desde hace un par de meses y los extrañaba con toda su alma. Incluso si en el pasado cometieron errores, el supo perdonarlos a su debido tiempo solo porque de verdad se veían muy arrepentidos de todo lo que sucedió entre ellos.

—¿Por eso haces toda esa comida? —preguntó Doyoung con algo de curiosidad.

—Exacto —el mayor sonrió pero rápidamente dejó de hacerlo al ver qué su hijo no se veía muy contento. —¿Qué sucede?

—No creo que deba de estar presente en la cena, ellos me odian —Doyoung se acercó a la nevera para poder buscar un par de ingredientes para su propia comida. —¿Lo olvidas? Soy la causa de tus desgracias, el que por haber nacido arruinó tu gran futuro prometedor.

—Oye —le regañó en tono burlón, acercándose a él para poder abrazarlo. —No le hagas caso a esos comentarios, ¿Sí? Tu no arruinaste nada y ellos no te odian, ya verás.

—Supongo —el pelinegro, con incomodidad demasiado notoria, se alejó de su padre lo más rápido que pudo para poder comenzar a preparar su propia comida. Afortunadamente tenía hambre ese día.

Minseok suspiró. Quería hacer las cosas bien con su hijo, pero este por alguna extraña razón siempre huía de él o evitaba que le diera abrazos. Deseaba que Doyoung confiara un poco más en el, que cada vez que se sintiera mal fuese corriendo para abrazarlo y que le contara como había ido su día, si se sentía contento o si estaba triste.

Pero lo trataba como si de verdad tuviese corazón de piedra.

El timbre llamó la atención de ambos, fue Minseok quién salió de la cocina para poder acercarse a abrir, probablemente los abuelos ya habían llegado.

—Huele bien —dijo John, asomándose por la puerta de la cocina para encontrarse con que Doyoung estaba cocinando. —¡Doyito! ¿Qué estás cocinando? Dame.

—Son hongos.

—Guácala, ya no quiero —hizo una mueca de asco, causando una risa en Doyoung. —¿Por qué haces eso? Engañaste muy feo a mi pobre estómago.

—Saben bien —Doyoung se quejó con una pequeña sonrisa mientras se alzaba de hombros. —Me gustan.

Johnny se quedó observando al pelinegro durante un par de segundos hasta que decidió acercarse y abrazarlo por detrás, recargando su cabeza en uno de los largos hombros de Doyoung. La necesidad de estar apegado a el era algo nuevo que lo estaba confundiendo, no le gustaba, creía tener sus sentimientos muy en claros con respecto a su vida personal y sobre todo en el tema de sus parejas.

Tenía una novia a la que quería demasiado.

¿Pero por qué se sentía tan bien estar con Doyoung? Un abrazo de él se sentía como un gran consuelo que ciertamente estaba buscando en alguien, podía comparar la sensación con un abrazo de su propia madre; esa calidez que le llenaba el corazón, sin embargo, no creía que fuese exactamente lo mismo.

Hablaría con su novia al respecto.

Justo cuando decidió esto, ambos voltearon, encontrándose con la mirada del otro y guardando un profundo silencio durante algunos segundos. Doyoung no sabía que carajos hacer, su corazón estaba comenzando a saltar como loco contra su pecho, se sentía demasiado nervioso por la cercanía de alguien más, con Johnny no se hubiese sentido de esa manera de no ser porque decidió quedarse mirando a sus ojos.

Invasor(es)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang