37. Yes, is your fault.

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Para Johnny, estar solo en casa cuando las clases de cancelan de la nada, es algo que le ocasiona un miedo terrible hasta el punto de permanecer encerrado y bajo llave en su propia habitación, viendo constantemente en dirección a la ventana y con el volumen al máximo en sus auriculares.

Se le olvida que su padre tiene llave de todas las habitaciones, que no hay nadie cerca para correr el riesgo de ser atrapado y que, obviamente, la música quedará abandonada cuando empiece con su juego.

—John.

El adolescente cerró sus ojos y arrojó con rabia sus auriculares a un lado. No quería llorar el día de hoy, se sentía tan cansado que realmente cualquier cosa en esos momentos podría dejarlo completamente arruinado.

No tenía idea de que hacer.

—Tengo que hacer tareas —respondió, levantándose de su cama cuando vió a su padre entrar a la habitación. —Sal de aquí, Doyoung se enojará si entras sin su permiso.

—¿Y cómo por qué necesito permiso para entrar en un lugar que también es mío? —Jongdae alzó una de sus cejas, fijando su mirada en su hijo. —Necesito deshacerme de este niño lo más pronto posible, Minseok comienza a dudar con respecto a la boda y eso no me lo puedo permitir.

—No haces mucho para ganarte de nuevo el cariño de Minseok —habló Johnny en voz baja. —Y no te atrevas a tocarle un solo cabello a Doyoung porque yo mismo soy capaz de...

—¿De qué?, ¿llamarle a la policía? —se burló, acercándose para acariciar la mejilla de su hijo. —Sabes que te puede ir peor porque si tú abres esa bonita boca que tienes ahí, los que pagarán las consecuencias serán tus hermanos y tú mamá.

Johnny solo agachó la cabeza y se quedó quieto en su lugar, asintiendo ante las palabras de su padre. —Y si no quieres que Doyoung termine igual que tú, harás lo que te pida.

—Estás enfermo —sollozó el adolescente, cubriendo su rostro cuando su padre lo sostuvo de la cintura. —No quiero hacer nada malo.

—No es nada malo —susurró con cariño. —Quiero que termines lo que sea que tienes con el, porque a mí no me haces idiota, hasta el mismo Minseok puede ver qué ustedes dos amigos no son.

—Puedo hacer eso, pero no me pidas lastimar a alguien.

—Lamentablemente tienes que hacerlo o no va a funcionar —Jongdae sonrió ante el ceño fruncido de su hijo. —O terminas con Doyoung de una manera que lo dejes hundido en su propio dolor o me las cobro contigo y con el mismo Doyoung.

—¡No! —respondió de inmediato. —A mi házme lo que quieras, pero no le toques ni un cabello a el.

—Obedece entonces, niño.

¿Tenía más opción?

—Está bien —susurró.

Así que ahora debía de actuar como un idiota y patán contra una persona a la que amaba mucho, todo con tal de protegerlo


🦋



Al día siguiente decidió salir de su habitación como si nada hubiese ocurrido, incluso si pudo escuchar el escándalo que Doyoung había hecho en medio de la noche gracias a la presencia de Jungwoo. Se hubiese levantado a defenderlo pero no podía, necesitaba una buena excusa para tratarlo mal y que no fuese forzado.

Minseok curaba las heridas de su hijo al mismo tiempo que conversaban de temas diferentes para que Jungwoo dejase de llorar y sentirse mal.

Lo único sorprendente de la situación fue enterarse de que una persona como Jungwoo fue educado en base a mucho amor y lejos de cualquier situación que pudiese poner en riesgo su salud mental o física. No podía creer que una mujer sin corazón supiera educar de una manera más respetuosa que Minseok.

Invasor(es)Where stories live. Discover now