46. Below the surface: Minseok nd' Jongdae.

246 47 4
                                    

Hace meses atrás...



Minseok abandonó el edificio perteneciente a su empresa, llevaba un dolor de cabeza digno de querer hacerle ir de inmediato al doctor para tratar de ver que sucedía con su cuerpo y ese mal funcionamiento que últimamente estaba teniendo. Lo único bueno de todo este asunto es que llegaría temprano a casa para poder descansar de todo el estrés que conllevaba dirigir la empresa de su ex suegro.

¿Había pedido una vida así? Definitivamente no, nunca fue un chico que se preocupara por la cantidad de dinero en sus bolsillos, o un adolescente codicioso que aspiraba a mucho en esta vida, de hecho, su único sueño era poder llegar a ser uno de los mejores pianistas de la ciudad. Sus planes cambiaron drásticamente con las necesidades de su hijo, así que el estrés valía la pena si podía ver a Doyoung rodeado de todo aquello que no pudo darle en sus primeros años de vida.

—¡Minnie!

La voz de su novio le hizo sentir que el corazón se le salía del pecho. Rápidamente se dió la vuelta para poder encontrarse con el rostro de la persona que lo tenía suspirando como adolescente enamorado.

—Jongdae —habló en voz baja. —¿Qué haces aquí?

—Quería hacer algo lindo con mi novio y pasar a recogerlo como todo el príncipe que es —explicó Jongdae con una sonrisa.

Su pareja era todo lo que el había necesitado durante tanto tiempo, después de que su última pareja fija se fuese a recorrer el mundo en busca de aventuras. Aunque, incluso si ya llevaban una relación completamente seria, dudaba un poco en presentarlo ante su hijo.

Cometió el terrible error de dejar que Leo se involucrara demasiado en la vida de Doyoung, aún recuerda lo mucho que su hijo lloró porque no vería a una de sus personas favoritas nunca más. Tal vez lo último si fue un poco exagerado, pero fue consecuencia de sus propios actos ya que le gritó a su ex novio que nunca jamás volviera, ni mucho menos se atreviera a buscar a su hijo.

Leo entró con tanta facilidad a sus vidas, les hizo acomodarse a una rutina diaria donde nada cambiaba. Y después de eso se fue, dejándolos con un vacío que nadie iba a llenar.

Jongdae probablemente podría hacerlo con el paso del tiempo, solo necesitaba asegurarse un poco mejor de que el era esa persona indicada.

Solo necesitaba esperar un poco más.

—¿Príncipe? —se burló Minseok. —No creo en los cuentos de hadas.

—Bueno —Jongdae fingió pensar. —Señor exitoso e independiente.

—Mucho mejor.

Ambos subieron al auto, Minseok agradeció internamente que no tendría que conducir de regreso a casa, se encontraba muy cansado como para soportar media hora de tráfico más otra media del camino.

—Vamos a mi casa —habló Jongdae con una sonrisa, deteniéndose en un semáforo en rojo. —Los chicos te extrañan y hoy su madre decidió dejarlos conmigo porque querían verte.

—No creo que sea posible —Minseok negó. —Prometí llegar temprano para comer con mi hijo, está emocionado porque aprendió a cocinar una nueva receta y... Ya te he dicho cómo es el, realmente se esfuerza en todo lo que hace y cuando no sale como lo planea, se enoja.

—Dudo que le salga la receta, así que llegarás solo para estresarte aún peor —Jongdae alzó una de sus cejas. —Yo creo que mejor deberías de venir conmigo, nos duchamos y te consiento toda la tarde hasta que sea hora de cenar para que los niños convivan contigo.

—Pero, Dae...

—Te extraño, Minnie. Nunca quieres salir por estar cuidando a tu hijo, se te olvida que ya es mayorcito.

Invasor(es)Where stories live. Discover now