21. A new baby.

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Jessi entró a la habitación de su sobrino, viéndolo caminar de un lado a otro mientras buscaba un lugar adecuado para armar sus pequeñas piezas de lego. Muchas veces llegaba a pensar que Doyoung seguía siendo un bebé por la forma en la que solía comportarse.

—Doyoung —habló la mujer con una sonrisa nerviosa. —Necesitamos hablar sobre un asunto, cariño.

—¿Hice algo malo? —el pelinegro se acercó a su tía sin soltar sus piezas de lego.

—No, solo ven —Jessi tomó asiento en la cama. —Hablemos.

El adolescente finalmente decidió sentarse a un lado de su tía, haciendo un pequeño puchero mientras se dedicaba a seguir armando su Creeper. Su tía simplemente se rió y le dió un beso en la frente, ocasionando que Doyoung se sintiera cómodo, sin miedo a que lo fuesen a regañar por ser un inmaduro.

—¿Podrías decirme que pasa? Me estás asustado y estoy muy sensible en estos momentos —dijo Doyoung, observando de nuevo a la mayor. —¿Por fin te diste cuenta de que Jackson es un alien y por eso todo lo que hace es perfecto?

—Aún tenemos ese plan en marcha, oficial —Jessi entrecerró los ojos y comenzó a reír después de un par de segundos al darse cuenta de que se había distraído. —Eres terrible, no le hagas quitar mi papel de mujer seria.

—Te mientes a ti misma, mujer, de seria tienes lo mismo que yo de mimado.

La mujer acarició los cabellos de su sobrino y lo atrajo hacia ella para darle un fuerte abrazo. Necesitaba pensar muy bien sus palabras antes de darle la noticia, no quería que se sintiera mal por el hecho de creer que lo haría a un lado.

—Sabes que últimamente he estado visitando mucho el hospital del lugar donde vivo —apenas comenzó y ya se sentía preocupada. —He ido a chequeos rutinarios y todo ha estado muy bien... Pero últimamente había estado demasiado cansada, incluso llegué a vomitar en las mañanas.

—¿Te enfermaste?

—Estoy embarazada, Doyoung, por eso no podía venir hace un par de meses atrás.

—Si, y yo tengo un auto —se burló Doyoung con una sonrisa hasta que se dió cuenta de que su tía lo observaba con preocupación. Fue en ese instante que se dió cuenta de que no se trataba de una simple broma. —No... —dijo con la voz entrecortada, sus ojos ya estaban llorosos y sabía que era cuestión de segundos para que se soltara a llorar como un niño pequeño. —Tu... Tu me dijiste que no tendrías hijos, que no estabas lista.

—Eso fue hace años atrás, las cosas han cambiado. Ahora no solo yo estoy lista, también Jackson lo está, tenemos el dinero, cariño y tiempo suficiente para dedicarle a un niño pequeño. Gracias a ti nos dimos cuenta de que no seríamos tan malos padres como creíamos.

Doyoung simplemente asintió al mismo tiempo que se formaba un enorme nudo en su garganta, alejándose repentinamente cuando su tía quiso consolarlo. No entendía porque le dolía tanto si el ya era consiente de que ella algún día formaría su propia familia al lado de Jackson.

Tal vez el hecho de que creyó que la posibilidad de que su tía tuviese un hijo propio era muy lejana fue lo que le mantuvo con las esperanzas de seguir siendo el niñito consentido. Pero ese futuro que no quería se encontraba ahora frente a él para reírse en su cara.

Fue un tonto pensar que tendría oportunidad de huir de su hogar para quedarse con su tía una vez que su padre se casara.

—Creo que debería de ir a dormir —susurró Doyoung.

—No, tu y yo no hemos terminado de hablar, quédate quieto —ordenó Jessi y el adolescente de inmediato obedeció a sus palabras. —Tener un hijo no va a hacer que yo te deje a un lado, ni mucho menos que mis preocupaciones por tu salud desaparezcan de la nada. Eres mi pequeño bebé sensible y siempre lo serás, ¿Cómo podría simplemente abandonarte? Sabes que te amo demasiado como para ocasionarte un dolor de ese tipo.

Invasor(es)Where stories live. Discover now