40. Hope you never cope.

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Las cosas para Johnny no iban nada bien.

¿Cómo podrían estarlo? No le habían dejado ver a su madre durante todo el día mientras los doctores le tomaban exámenes médicos y lo hacían ir de un lado a otro, tratando de mantener todo con la mejor discreción posible porque no deseaban incomodarlo.

Ahora mismo se encontraba duchado y esperando a que su madre entrara a la habitación. Probablemente ella estaba muy preocupada, creyendo que había sido una pelea que escaló a los golpes, tal vez incluso había estado pensando las mil maneras de asesinar a su ex esposo por haber golpeado a su hijo.

—John —la voz de su madre hizo que rápidamente llegaran las lágrimas a sus ojos. —Mi bebé, ¿qué sucedió?

Su madre lo tomó de las mejillas para examinar su rostro detenidamente, también buscó heridas notorias en sus brazos o piernas, pero no encontró mucho más que un par de moretones.

—Mamá —sollozó. Se sentía un niño pequeño de nuevo. —Lo siento.

—¿Por qué te disculpas?, ¿ah? No seas tontito, dudo mucho que sea tu culpa.

—Yo no quería —negó. —No quería, mami, el me obligó.

Ni siquiera había dicho la palabra pero la expresión de su madre cambió en cuestión de segundos.

Bien decían que las madres siempre tenían un sexto sentido, o por lo menos el creía que la suya tenía esta habilidad porque comprendió lo que quería decirle con tan solo un par de gestos y palabras.

Pero, aún así, fue impresionante para John verla llorar con tanta fuerza como lo hacía en las películas que actuaba. Normalmente su madre se mostraba como una mujer muy dulce y pacífica, pero cuando se metían con su familia era capaz de armar una revolución.

—No —Taeyeon negó para después besar la frente de su hijo, quien lloraba si consuelo. —No mi amor, no.

—Lo siento mucho —John se quedó quieto entre los brazos de su madre, sabiendo que ella lo iba a sostener y no lo dejaría ir.

—Yo lo siento, tu no tienes la culpa de nada —sollozó para después intentar limpiar sus lágrimas. —Mi bebé, lo siento tanto, no se como pude confiar en el... Yo creí que estaban bien... Yo... Debí traer a los mellizos, ¿que tal si les hizo algo? Lo voy a matar, te juro por Dios que lo voy a asesinar con mis propias manos por haberse atrevido a hacerte daño.

—Era un niño —habló John entre su llanto desconsolado, haciendo llorar aún más a su madre. —Yo lo quería mucho, mami, era mi héroe.

—Lo sé —susurró para después limpiar las lágrimas del rostro de su hijo. —Tranquilo, el ya nunca más te volverá a hacer daño. Mamá está aquí para cuidarte y protegerte de cualquier cosa, así que no debes de tener miedo nunca más. Esa persona que decía llamarse tu padre no merece tus lágrimas, mucho menos estar en tu cabecita atormentando tu día a día, así que me voy a encargar de conseguir una buen terapeuta para poder lidiar con esto. Ven aquí.

Un fuerte abrazo por parte de su madre era lo único que John había estado necesitando desde que sucedió todo el desastre.

Para una madre que alguien se atreva a dañar sus hijos es una sentencia de muerte. Nadie sabe lo que una mujer es capaz de hacer por sus niños hasta que sucede algo que les hace demostrar el porque merecen ser llamadas madres.

Porque Taeyeon adoraba a sus hijos incluso si su trabajo le tomaba más tiempo del que deseaba, cuando Johnny le llamó, informando que se encontraba en el hospital porque había sucedido algo grave, no le importó dejar ir un papel importante en una serie con tal de llegar a verificar que todo estuviese bien.

Invasor(es)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora