26. Coffee and discussions.

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EunJi observaba con atención a su ex pareja, Minseok siempre había sido un impaciente y lo demostraba al mover de esa manera su pierna mientras intentaba tomar café.

—No quiero saber por que estás aquí —dijo Minseok. —Cuando tu misma decidiste llevarte solo a el y no a Doyoung.

—Doyoung venía ligado a problemas que yo no podía manejar en esos momentos, Minseok —EunJi dejó su taza a un lado. —Un bebé con esa cantidad de enfermedades y exigiendo un cuidado que requería tanto esfuerzo era abrumador para mí. Ambos sabemos en primer lugar que esto no fue lo que planeamos.

—¿Vas a volver con esa tontería? —rió con incredulidad. —Doyoung es mí hijo. Fin.


Park EunJi era joven al momento de quedar embarazada, tres años mayor que Minseok para ser exactos. Ambos con una vida por delante y altas expectativas puestas en ellos, haciéndoles cargar demasiado peso sobre su espalda.

A pesar de las circunstancias, pudieron sobrellevarlo de maravilla. Rentaron un pequeño departamento y fueron construyendo su pequeño hogar sin la ayuda de nadie más, ellos solos se encargaron de todo.

Pero extrañamente algo raro sucedió y terminaron en la sala de emergencias del hospital con apenas solo siete meses de embarazo. Y aunque todo estaba planeado para darle la bienvenida a un niño...

Al final resultaron siendo dos.

Estando por un lado Kim Jungwoo, el bebé que ambos habían planeado. Un pequeño bastante sano para ser prematuro, siendo la gran adoración de su madre.

Y después llegó aquel bebé pelinegro del cual no sabían de su existencia porque ese hospital de mala muerte no había hecho bien su trabajo. EunJi lo rechazó de inmediato, se negó rotundamente a sostenerlo e incluso lloró porque la enfermera insistía en que lo hiciera. El niño no se veía bien, fue el doctor quien lo notó y se lo llevaron lejos para comenzar con su labor de hacer que tratara de sobrevivir.

Su propia madre lo odiaba solo por haber nacido, por el horrible dolor que le causó tener que pasar por el mismo proceso después de creer que todo había terminado. Un dolor insoportable que la hizo llorar, temblar e incluso gritar mientras sostenía las manos de las enfermeras.

Minseok quedó bastante sorprendido, pero se enamoró por completo de ambos niños en cuanto se le fue permitido verlos. Tuvo a Jungwoo en sus brazos y también se quedó a un lado del otro bebé, verificando que siguiera respirando con normalidad.

—EunJi, vamos —había dicho Minseok con una enorme sonrisa, teniendo a su pequeño bebé en brazos. —Intenta por lo menos dirigirle la mirada, es pequeñito y se parece a ti.

—No quiero —la mujer se negó, abrazando a Jungwoo para mantenerlo cerca de ella, recostado sobre su pecho. —Ojalá se hubiese muerto. No lo quiero cerca de mi, tampoco te quiero a ti.

Apenas un mes pero Minseok se dió cuenta de que su bebé solo lo tenía a él en este feo mundo cruel.

Fue el quien escogió el nombre de DongYoung. Odiaba que su mujer se refiriera a él como "una cosa llorona" cuando se trataba de un ser humano, de su hijo.

Cuando los abandonó se llevó con ella a Jungwoo, teniendo de excusa que el bebé le pertenecía mucho más a ella por haberlo dado a luz, alegando que su nueva pareja la aceptaría con un solo hijo. Se encargó de recalcar en su carta que no tenía tiempo para lidiar con bebés enfermos que necesitaban visitar el hospital a cada dos días.

A Minseok le quitaron uno de sus bebés y con ello tal vez una parte de su propia alma. Fueron noches eternas de llanto en las cuales ni la voz de su hermana mayor a través del altavoz lograba darle consuelo. Era horrible que le robaran de su lado a una de sus más grandes motivaciones para vivir, peor, que lo abandonaran con la excusa de no ser suficiente.

Invasor(es)Where stories live. Discover now