41. The decision.

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15 de mayo del 2019.

Doyoung observaba desde la ventana de su salón de clases a todas las familias reunidas en el patio principal, mientras se preguntaba: ¿Por qué su papá no era ese tipo de padre que acompañaba a sus hijos?, incluso solía quejarse porque no sabía exactamente que había hecho para ser tratado así.

Odiaba el día de la familia porque la suya era pequeña pero estaba rota.

También odiaba a sus compañeros de grupo. Bueno, no odiar, solo se sentía celoso porque ellos si tenían a su papá y a su mamá con ellos, conviviendo y realizando esas tontas actividades que organizaban los psicólogos del colegio.

Intentó no llorar por sentirse así de abandonado.

—Kim DongYoung, necesitas bajar para el pase de lista o tendrás falta.

¿Era necesario esa humillación? No quería ni ver a sus compañeros y ser el único sin acompañante.

—Mi padre no vendrá —habló con calma. —Tiene mucho que organizar en su trabajo, puede poner falta si así lo desea.

—Kim...

—No me importa, profesor. Tal vez con las faltas se acuerda de mí.

Ojalá nunca haber hablado, el profesor lo mandó directo a trabajo social para citar a su padre para hablar con el junto al psicólogo del colegio. Solo para salir aún más perjudicado de este asunto gracias al regaño de su padre.

Actualidad.

El adolescente se había alegrado cuando llegaron hasta el las noticias de que John se encontraba ahora viviendo definitivamente en el gran departamento de su madre, esperando a que los abogados resolvieran el asunto con Jongdae. Se sentía feliz por el, ahora por lo menos podría tener una vida normal al lado de su madre que tanto lo amaba.

Por su parte, llevaba tres días en el hospital a causa de la maldita nariz rota que le dejó Jongdae como recuerdo de su hazaña. Los doctores le habían dicho que tardaría alrededor de dos semanas en recuperarse por completo, pero que necesitaban la firma de su padre para darle el alta para que pudiese irse a su casa a descansar.

Sin embargo, en todos estos días su padre no se había animado a aparecer en ningún momento para enfrentarlo cara a cara, simplemente le mandó un mensaje de texto informándole que durante la tarde iría a firmar el alta para que regresara a casa. Entendía que probablemente Minseok estaba hundido en dolor por las noticias sobre quien era su prometido, tal vez ahora mismo estaba acurrucado en su cama, llorando como nunca antes en la vida al ver que su vida de nuevo perdía rumbo.

Dejaba abandonado a su hijo sin saber que ahora mismo estaba tan asustado. Sí, habían discutido muy fuerte, pero si alguien del hospital llama a tu hogar diciéndote que tú hijo se encuentra internado, lo menos que puedes hacer es ir a verlo porque te preocupa.

Al parecer Jungwoo ahora era su única preocupación.

Estaba bien, no era algo de otro mundo, ya se había acostumbrado a ser segunda opción de todos, incluso su propia familia.

—Hace mucho tiempo que dejaste de comportarte como mi padre, no sé si fue porque crecí o porque te hartó lidiar conmigo —habló Doyoung después de haber presionado el botón que le permitía mandar audio. —Supongo que te pone tan feliz tener a Jungwoo de nuevo y se te olvida tu otro hijo. No te preocupes, podrás tener todo el tiempo del mundo para tu hijo porque yo no pretendo regresar a casa para seguir discutiendo, reclamando algo que perdí hace años. Eres mi padre, y te amo muchísimo —sollozó. —Pero no es justo lo que me haces.

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