30. You're not alone, honey.

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El día que le dijeron a Minseok que su hijo estaba fuera de la zona de peligrar a que su enfermedad avanzara a un asma crónica, no solo fue el día más feliz de su existencia, si no que también fue la primera vez que sintió que finalmente había logrado hacer su trabajo.

—Aún así, no debes de confiarte mucho, Xiumin —le advirtió Tiffany, la pediatra encargada de Doyoung. —Esta enfermedad puede regresar en cualquier momento e incluso más fuerte, así que debes de cuidarlo muy bien. Sigue todas las indicaciones que te voy a dar y no sucederá nada malo a futuro.

—Lo entiendo, pero... ¿De verdad está fuera de peligro? ¿No tendré que salir de nuestro hogar a media noche, asustado porque mi niño no puede respirar bien? —preguntó con nervios y desconfianza, acariciando los cabellos de su pequeño que se escondía detrás de él.

—No creo que eso suceda —la doctora les dedicó un sonrisa. —Estarán bien.

—Muchas gracias.

—Adiós, bebé —Tiffany intentó acercarse al menor, sin embargo este siguió en su escondite, no queriendo que su papá lo dejara ahí. Después de tantos años de tratamiento y el seguía siendo tímido con todos los doctores. —Te voy a extrañar mucho, mucho.

—Adiós —susurró Doyoung.

En esos momentos todo comenzó a marchar mucho mejor en sus vidas, lograron mudarse legalmente a Estados Unidos y aunque no pudieron estar en la misma ciudad que Jessi, se sintieron felices. Finalmente habían obtenido lo que habían deseado desde hace mucho tiempo, solamente Minseok tendría que alejarse de la única persona en su familia que parecía amarlo sinceramente.

Y los doctores le repitieron mil veces que su hijo estaría bien, de hecho, nunca hubo necesidad de llevarlo al hospital en medio de la noche, como acostumbraba...

Pero ahora estaba ahí, llorando en una maldita sala de emergencias que se encontraba completamente helada, esperando a que algún doctor le diera información del estado de salud de su hijo debido a que tenía negado el acceso a la habitación donde se encontraba.

—Minnie, el estará bien —dijo Jongdae, acercándose lo suficiente como para poder abrazar a su prometido y hacerle saber que no estaba solo. —Tal vez solo fue una pequeña reacción alérgica o algo de ese tipo... No sé. Te prometo que no es nada de que preocuparse.

Renjun estaba sobre el regazo de su hermano mayor, un hecho raro ya que el niño casi nunca hacía ese tipo de cosas, pero Johnny creyó que lo mejor era no reclamarle o incluso decirle algo ya que su hermanito se veía demasiado triste, casi como si fuese capaz de sentir todo lo que le sucedía a Doyoung. Para sorpresa de todos, Chenle en lugar de reclamar su lugar y hacer berrinches, se quedó en silencio, tomando la manita de su mellizo con algo de fuerza ya que tampoco amaba estar en esos lugares feos.

—Señor Kim —JongIn se acercó a la pareja con clara timidez. —Soy el oficial Lee, padre de Mark.

Minseok rápidamente limpió sus lágrimas y se quedó procesando quién carajos era Mark.

—¿Mark...?

—El mejor amigo de su hijo —el oficial se alzó de hombros, restándole importancia. —Solo queríamos saber cómo se encuentra Doyoung, y los chicos desean decirle que tiene todo nuestro apoyo para cualquier cosa que necesiten.

El adulto observó en dirección a donde el oficial de cabellos castaños le señalaba. Había tres chicos: uno de cabello largo y raro que le hacía lucir como emo, una niña que no dejaba de llorar con nada y otro chico rubio que tenía cara de criminal.

¿Esos eran los amigos de su hijito?

Que miedo.

—Familiar del joven Kim DongYoung —preguntó un joven enfermero, haciendo que Minseok se acercara con prisa. —La doctora desea hablar un poco con usted, pase a la oficina, por favor.

Invasor(es)Where stories live. Discover now