CAPÍTULO 9: Recuerdo que dolía, mirarla con él, me dolía.

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Y llegaste a tú a salvarme de mis demonios

Viernes 22 de Agosto.

Mañana siguiente...

Con los ojos cerrados y con un sueño de una muchacha se despertó Sebastián, los gritos de su mejor amiga llegaban a sus oídos. No lograba saber qué había soñado, pero a la jovencita la reconocía a kilómetros, la chica del café, la chica del parque... ¿Cuál era su nombre? ¿Fabiola? ¿Franchesca?

- Sebastián, Sebastián, ¡Levántate!- dijo Amil destapando a su mejor amigo.

Sebastián no quería moverse de la cama, seguía recio y terco.

- ¡No! ¡Un ratito más!- se tapó otra vez con las frazadas.

Ella fue abrir las cortinas de la cueva de Sebastián. Su cueva llena de desperdicios y cosas esparcidas.

- Ya es hora de levantarse, prometiste que irías al instituto- reclamó Amil sentándose en el filo de su cama.

- ¡Yo no voy a ir a estudiar a ese lugar! ¡Y se lo dije a todos!- se destapó las sabanas Sebastián, aclarando su posición con un rostro frívolo y cansado de que todos quieran decidir por él.

- No puedes estar así siempre- aconsejó Amil- Así Camila...

- No te atrevas a decirlo- amenazó Sebastián recostado en su cama con el cuerpo descubierto y ella se intimidó. Sebastián daba una imagen de chico malo y claro que lo era.

- Soy tu mejor amiga y yo digo lo que se me pegue la gana- refutó Amil con furia y mirándolo muy mal.

- ¡Dios santo! Solo por eso, sino ya te hubiera mandado muy lejos- se levantó Sebastián de la cama.

Se puso unas sandalias, tenía los cabellos negros levantados y alborotados. Aún seguía dolido luego que Camila le aclarara que ya no deseaba nada con él y la pillara saliendo con un ex mejor amigo.

- ¿Irás al instituto?- sonrió ella al ver que se levantó de su cama dispuesto a vestirse.

Sintió que algo bueno estaba haciendo por su amigo el cual tenía una vida un poco extraña.

- Iré- respondió él, y Amil se alegró por qué al fin su amigo volvería a estudiar, pero siempre él tenía un plan B, siempre tan ocurrente- A dejarte- la ilusionó un rato y luego rompió su entusiasmo.

Así es Sebastián. No el típico de chico bueno, no el típico chico malo, solo Sebastián.

- Siempre me desilusionas, pesado- lo golpeó en el pecho- Igual cámbiate, no estarás todo el día con eso.

- ¿Quieres verme como me cambio? Digo, ¿no?- preguntó él, como diciendo vete o quieres ganarte conmigo.

Se alzó el polo a medias dejando ver sus abdominales bien marcados. Amil se sonrojó y dio media vuelta.

- Sebastián, Sebastián, siempre tan grosero- respondió ella levantándose del lugar donde se encontraba, caminó unos pasos hacia la puerta.

- Y egoísta, ¡No lo olvides!- le guiña el ojo a su mejor amigo y solo le devuelve una sonrisa a medias a él cerrando la puerta de la habitación.

Caminó hasta la ventana y pensó en la joven qué aparecía seguido en sus sueños- ¿Quién eres?-pensó.

...

Narra Austin (pasado)

Cuando ella ingresó al instituto me había impactado lo tímida que era con todos, miré cada detalle de ella, como caminaba, como sonreía tapándose la sonrisa con sus manos y que cuando la miraba, veía sus cosas de su mochila, lo más curioso es que es tan bonita que tenía un libro en las manos y eso la hacía mucho más hermosa, no era parecida a las demás, se vestía bien, pero tenía algo diferente, ese algo que me llamó la atención.

Caminos Cruzados💕Where stories live. Discover now