CAPÍTULO 45: Yo te seguiré a donde vayas

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Finales de Mayo.

LA PRESENTACIÓN

El alma de Sebastián iba dónde Flavia a cualquier lado, la perseguía, seguía sus pasos cuidadosamente, siempre la cuidaba espiritualmente, físicamente la cuidaba Austin, pero le alegraba que sea el quién lo haga, conocía los sentimientos del joven Navarro.

- Flavia, apresúrate- decía Austin desde la puerta, ella abría cajones tras cajones buscando un gorro de invierno, últimamente ya estaba pasando el frío por el cuerpo.

- Austin, ¿Cuál me recomiendas?- dice alzando dos gorritas una de color roja y otra azul- Últimamente está haciendo un poco de frío por las noches.

- Yo creo que con cualquiera te verás bonita- este comentario sonroja a medias a Flavia que le sonríe desde esa posición, y Sebastián invisible viendo como su Flavia otra vez regalaba al mundo una preciosa sonrisa, eso le trajo paz y dijo: " Así te quiero ver siempre, mi bella"

- Ya pues Austin, nada de halagos, quiero decidirme- dice ella con un tono de niña y nuevamente alza los gorros.

El rey de esta historia entra a la habitación, camina hacia ella y escoge el gorro rojo, se lo pone con mucho cuidado en la cabeza y luego acomoda sus cabellos hacia adelante, ella solo atina a mirar sus perfecciones, los dos eran tan imperfectos que resultaba una combinación extraña.

- ¡Es hora que brilles!- anima a Flavia que ese día por la tarde tenía un evento en el mismo bar dónde su Sebastián le cantó una vez- Estaré ahí, viendo lo ganadora que eres.

- Dirás que es hora de brillar- ella estira un brazo dejando un espacio para que Austin ingrese su brazo alrededor e irse juntos, ni Austin se lo esperaba, y ella menos, solo no lo pensó y quiso irse así con él. Las palabras de Sebastián daban efecto.

Llegaron al lugar pactado desde hace semanas, había llegado la hora de demostrar cuánto habían practicado incluso Rodrigo estaba allí mejorándose lentamente al igual que todos tras la muerte de una gran persona, saludó a Austin y Flavia, empezaron a poner los equipos y Flavia a calentar la voz, a pesar que no cantaba de maravillas tenía la ayuda de Amil, la cual sí cantaba como un ángel.

- Flavia- la llama Amil y esta se acerca.

Amil lleva un polero de Minnie en el pecho y un listón amarrado en el cabello.

- Dime gringa- le dice tranquila Flavia, después de tiempo que volvía a sentirse bien, queriendo continuar tal cual le había dicho su chico malo.

- Quédate así siempre, porque si estás bien, Austin dejará de sufrir- Amil, tenía un corte extraño que se había realizado, aun así no dejaba de ser una princesa.

- No sé si tú me creerás... Sebastián apareció en mis sueños, siempre aparece, es el hombre que me roba los pensamientos y la vida. Y me dijo que siga con todo esto, y que él está bien donde está- ella también se sentía como nueva, renovada, tranquila y deseaba disfrutar ese momento antes que vuelva a su estado de locura.

- Te creo, él es así, siempre quiere que los demás sean felices antes que él, también lo extraño, no sabes cuánto...- Amil, recordó a su mejor amigo por unos segundos y suspiró, ambas suspiraron por el vacío que el guapo Sebastián dejó en ellas, así que se abrazaron para calmarse mutuamente-¿Podrías hacerme un favor?

- Claro- le dijo Flavia viendo el por qué todos decían que era más bonita que ella.

Amil era blanca, tan blanca que podía verse algunas venas de sus ojos. Su vista era color miel, tenía uñas bien cuidadas y medianas, pintadas de un color fucsia, sus cabellos dorados naturales y los rizos que llevaba, ahora con el corte tenía el cabello laceo. Su boca era mediana, la parte inferior de los labios gruesos y la superior delgada llevaba un lunar en el centro de la boca que lo hacía provocativo.

Caminos Cruzados💕Where stories live. Discover now