CAPÍTULO 14: SEBASTIÁN

47 12 1
                                    

Domingo 21 de Setiembre.

QUERIDO DIARIO

Estoy nerviosa, muy nerviosa. Faltan pocas horas para mi fiesta de cumpleaños y tengo casi todo listo, lo único que falta es la presencia de mi mejor amiga. Mamá y papá me han dado permiso para celebrarlo a lo grande, he decorado el interior y exterior del local con luces y flores, unas cuantas velas en la sala central que es enorme y el jardín con pequeñas luces blancas y amarillas. He contratado gente para que atiendan a mis invitados y una persona la cual se encargará de dar un antifaz a cada chico y chica que ingrese. Mujeres, el color blanco y hombres, negro. Todo está, mi vestido, el peinado, pero no sé si venga él...

Luego, de lo sucedido ese día en su casa creo que las cosas han acabado. Matías, me volvió a aconsejar diciendo que lo deje en paz, si él eso desea que respete su decisión e intente algo bonito con Peter, ya habrá tiempo, eso creo yo. Lo llamé hoy temprano y respondió que no podía porque debía cuidar a su papá enfermo. Y cuando iba a marcar a Austin, no me atreví, las ganas se quedaron allí, por lo visto no la pasa tan mal por lo que he oído y observado por las redes sociales.

Lo extraño tanto.

CHICO MALO

Tanto tiempo intentando superar a mi ex Camila, y todavía me sentía extraño. No la había vuelto a ver, y no quería hacerlo, no me derrumbaba como antes, ahora sólo iba a un bar a refrescar mi garganta e iba a mi "trabajo". Sin embargo, hay noches como estas en las que prefiero acostarme en mi cama y mirar el techo, pero siempre la voz chillona de Amil entra por mis oídos.

- Sebastián, ¡Anímate!- otra vez Amil en la habitación de su mejor amigo, intentando convencerlo de salir.

- No, menos iré a un lugar que no me han invitado- respondía él, cambiando el canal de televisión- Encima, no conozco a la cumpleañera. Al menos dime sí está buena.

- ¡Qué grosero eres!, no seas aburrido, siempre paras en tu casa o con tus amigos drogadictos- dijo ella jalándolo del brazo.

- No somos drogadictos- giró a su rostro diciéndole con un gesto de ¿entiendes?

- Dijiste que siempre me ibas a cuidar y allá habrá puros hombres- metió una excusa muy tonta- Por favor, no quiero ver a Austin yo sola. Me pone muy nerviosa.

- Ya tienes 18 años, ya sabes cuidarte. Pensé que ya habías superado a ese idiota- respondió tan frío Sebastián.

- Sebastián André he dicho que vas a ir y no, no lo he superado- se puso delante de la pantalla tapando la imagen del televisor.

- Gringa, muévete – dijo muy calmado, esperando que ella entendiera.

Eran los mejores amigos del mundo.

- No, mira yo estoy bien linda y vine para ir juntos, no puedes seguir sufriendo por amor- dice mostrándose amigable y hermosa al verse con su vestido.

- Jaja, no estoy sufriendo gringa. ¿Me ves cara de estar muriendo?- dijo vacilante y alzó las cejas- Por cierto ese color morado de tu vestido combina muy bien contigo- guiñe el ojo, seduciéndola.

- Sí, sino mira a tu costado, botellas vacías, comida chatarra, papeles rotos y tú tirado en tu cama viendo televisión basura, es claro que no estas muriendo, ¡Uy, sí!- le responde con sarcasmo y también una ceja levantada.

Fue tan sarcástica que Sebastián se fijó a su costado y tenía razón, todo lo mencionado estaba ahí. Por qué seguir guardando luto a una mala mujer, pensó.

- ¿Dónde es?- preguntó sonriendo, ya había aceptado.

Amil saltó de alegría.

- ¡Bien!- exclamó feliz- En la calle de Rouss, antes que seas grosero me voy, vístete de negro o blanco porque verán todo, a parte ese es el estilo de la fiesta.

Caminos Cruzados💕Where stories live. Discover now