CAPÍTULO FINAL: ULTIMATUM PARTE 3

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Benjamín se volvió visible ante todos. El grupo de amigos se detuvo al verlo en el centro de la ceremonia, Austin lloraba con la mano puesta en el estómago de Amil que se puso pálida y no abría los ojos.

- ¿Creyeron realmente que me habían encerrado?- se río antes ellos mirando a cada uno, también a Matías que se colocó al costado de su mejor amiga llorando de impotencia- ¿Qué ganarme sería tan fácil? ¡Pues no!- con el cuchillo de cocina que tenía en la mano hizo que las sillas volaran y empujaran a todos contra lo más cercano, el cristal del techo cayó encima de dos personas.

Las ventanas se rompieron, Flavia cayó contra todas las sillas y Sebastián por los adornos, Peter y Damián, tenían en mitad del cuerpo unos enormes y filudos cristales incrustados en el pecho con la boca botando sangre. Jacob cayó de cara contra los pequeños vidrios y flores que adornaban la mitad de la sala, teniendo sangre por todo el rostro. Matías estaba golpeado solo en la espalda y detrás de la cabeza le salía sangre por el impacto, Austin y Amil, no habían recibido el impacto, seguían allí, Austin cuidaba de ella intentando parar la sangre de su cuerpo.

Se parecía mucho a la boda que hubo hace unos años con Katherine y Arkeus, muchos heridos y muertos, más una persona persiguiendo a los brujos.

- Que alguien me ayude, por favor- gritaba Austin con las manos manchadas de sangre y reprimido tocando la barriga de su amada, su llanto era desconsolador y deprimente.

Benjamín volteó hacia él.

- Te dije Amil que me hicieras caso y los asesinaras, y no lo hiciste- mira el cuerpo de Amil sin pena.

Las cosas de las paredes se caen y del techo también, parecía que un terremoto había ocurrido allí dentro. Los demás se sentían débiles y mareados, Peter y Damián, ya ni se movían. Todo era un caos, la sala de bodas se había convertido en una guerra sin tregua donde la sangre era la principal fuente de "arte".

Benjamín volvió a desaparecer.

- Sebastián, Sebastián- gritó en auxilio Austin- No despierta y le acaba de salir una línea de sangre por la boca.

Flavia se levanta viendo la espalda de Sebastián que se acerca a Austin. Sus ojos bajan notando que Amil no reaccionaba y claramente tenía un camino de sangre en la boca.

- ¡Ay Dios!- exclama levantándose para aproximarse a ellos sin Benjamín en ningún lado, estaba jugando.

- Debes llevarla a un hospital si quieres salvarla- se arrodilla ante el cuerpo de su mejor amiga y ordena sus cabellos con lágrimas en los ojos.

La piel blanca de Amil ya no irradiaba belleza estaba sucia de su propia sangre y del bebé, Austin en lo único que pensaba era sacarla de allí tan rápido como pudiera, para luego matar a Benjamín. Sin embargo, sabía que ese era el último día en aquel mundo y si no salían todos, nada volvería a ser como antes.

Austin se pone de pie cargándola entre los brazos, corre cargando el cuerpo de su amada hacia una de las puertas principales, estas se cierran de pronto deteniendo el escape de Navarro. Todos habían estado siguiendo a Austin detrás, hasta que las puertas se iban cerrando una a una, ellos giran mirando que la salida está cerrada sin ninguna presencia allí, Benjamín todavía estaba dentro de la sala principal.

- Si tuviera mis poderes lo torturaría hasta arrancarle el corazón- grita Austin por toda la sala con Flavia al lado que tiene una gran abertura en la frente llena de sangre.

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