CAPÍTULO 65: LA CREACIÓN MALA/ OTRA PARTE

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Flashback.

- Tiene poco tiempo de vida, quizás sea unos días, meses o un año más- menciona cabizbajo- Lo siento mucho, el veneno había avanzado lo suficiente y... esa toxina es incurable.

<INCURABLE> <INCURABLE> <INCURABLE> <INCURABLE>

No se le puede ganar a la muerte, ya lo hemos engañado una vez, pero esto es diferente. Sus órganos están dejando de funcionar lentamente hasta llevarla a la muerte. Un día de estos cerrará sus ojos para siempre, sin poder mirarnos nuevamente, no oír su voz cuando me dice que me ama, cuando dice que ama a sus amigos, no escuchar mi nombre en sus labios.

Austin se coloca a mi lado, débil, indefenso, frágil como todos estamos. Con nuestros ojos hechos basura, con un brillo de tristeza. Me caigo de rodillas en el medio del pasillo y Austin pone su mano en mi hombro en forma de consolarme.

- ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-grito en todo el pasillo que los doctores, pacientes y visitantes giran a verme.

Giran a ver a un chico arrodillado con los ojos venosos y cristalizados, con el corazón muerto por su pronta pérdida. No lo puedo creer, no, no, díganme que esto es mentira, díganme que me está mintiendo y ¿dónde están las cámaras? Juro no agarrar a golpes a nadie, ni al doctor. Juro responderle bien ante su presencia, sé que está enfadado porque le respondí mal, pero que juegue con algo así. Por favor, alguien dígame que es un sueño.

...

Ahora que vivía sola sin Austin había mucha soledad y silencio en este pequeño departamento sus cosas seguían aquí como si nunca hubiéramos acabado nuestra relación y compromiso. Me encantaba arreglar sus cosas por si un día regresaba, tenía esperanzas de que me buscaría y que me pediría perdón por no creerme sobre el beso.

De repente una piedra envuelta con un lazo negro reventó la ventana de mi departamento explotando sin siquiera avisarme. Leí la nota que decía: "Una visita de doctor", me asomé por la ventanilla para ver el panorama y sólo se podía ver los faroles encendidos y otras ventanas con luces apagadas.

La puerta empezó a sonar con patadas de por medio y una voz que me había intentado asesinar hace mucho tiempo. Benjamín Blue.

- ¿Se encontrará la bella Amil Picasso en casa?- pregunta fingiendo una voz normal y detiene las patadas.

Yo corro hasta mi habitación y me escondo dentro del armario cerrándola. La puerta parece abrirse e ingresa. Mis piernas tiemblan al saber que tengo a nuestro peor enemigo muy cerca.

- No te escondas- su voz suena por el pasillo del segundo baño- Soy muy bueno con los escondites- dice para que escuche.

Al saber que está al otro lado del pasillo salgo despacio sin hacer ruido y abro la puerta de la habitación husmeando el pasillo, nadie a la vista. Camino casi corriendo para llegar a la puerta principal y correr por ayuda. Tropiezo, creo tropezar, pero es más bien Benjamín que con magia me ha lanzado al suelo y ha detenido mis músculos.

- ¡Déjame en paz!- digo gritando cuando veo sus zapatos largos frente a mi vista, se agacha para llegar a mí con mirada de superioridad y de estar a gusto con la vida que lleva.

- Tranquila... es una visita de médico-se ríe mostrándome sus dientes derechos y vuelve a mí- Bonito collar de las estrellas- acaricia el objeto que está en mi cuello y este brilla en su mano.

¿Cómo puede hacer que brille si él no tiene el poder la Luna?

- ¿Cómo has podido encenderlo?- digo fijándome en el collar que no deja de brillar.

Caminos Cruzados💕Where stories live. Discover now