CAPÍTULO 50: ¿Conoces el amor? O..¿debo volver a pasar?

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Echada en mi cuarto, después de toda esta tormenta que se dio, esperé sola a Amber que todavía no llegaba. Había sido una noche desagradable donde salieron secretos y sí, estaba fastidiada con Austin, pero... ¿lo amo, no? Salí un momento a respirar, me coloqué en la puerta de mi casa a ver la gente pasar, estaba en pijama y sin maquillaje. Las personas transitaban, salpicaba el charco de hace un día, yo pensaba en la posibilidad de haber querido a una persona así. Mi tipo de chico eran los héroes. Y por lo que yo tenía en mi mente, Austin era uno de esos tipos. Me gustaban los muchachos valientes, aquellos que son diferentes al resto y que les importa un bledo lo cotidiano y siempre buscan lo extraordinario, como un "algo" misterioso y espeluznante.

- Disculpa, ¿Conoces el amor? O...¿debo volver a pasar?- me saca de mis pensamientos una voz. Justo al frente estaba Sebastián, con un frío entre las manos e introduce sus manos dentro de su casaca y le sonríe pícaro, ahí estaba el tipo de chico que le gustaba. A Flavia se le hace extraño verlo, ¿no se supone que estaba muerto?

- ¿Sebastián?- se frota los ojos y se para derecha al verlo, no lo creía. No recordaba su amor, pero sí su rostro- ¿Qué me decías?

- Qué si conoces el amor. Es muy sencilla la pregunta, lindura- le coquetea y ella ríe. Ahí estaba lo que la atrapó.

- Pues creo que sí y también creo que no. ¿Tú ya conoces el amor?

- No tengo que pensarlo, sí, ya lo conozco.

- ¿Y cómo es?- ella sigue el juego. Lo contempló como si fuera su imagen preferida. Su persona especial.

- Es bello, frágil, raro y tempestuoso- responde sin dejar de mirarla con los ojos pardos, ella veía sus ojos y quedaba helada. Todos sus escritos volvieron a tener sentido con tener aquella conversación, con ver sus gestos y su personalidad. Todo cobraba vida.

"El amor es bello, frágil, raro y tempestuoso"

- ¿Y tú ya encontraste a tu amor? Es decir, a tu persona con la que compartirías el resto de tus días- Él muchacho dio una carcajada y asintió con la cabeza, buscó entre sus pequeños bolsillos del pantalón y sacó un espejo. Agarró la mano de Flavia, la cual se lo permitió y veía lo que iba a hacer. Le entregó en sus propias manos el espejo.

- Ahora, mírate frente a él- dice Sebastián.

- ¡Listo! ¿Para qué es el espejo?- los ojos de Flavia comenzaron a brillar.

- Para que veas más allá de lo imposible, más allá de lo visible. ¿Qué ves?

- Me veo a mí, con un peinado extraño y sumamente ojeroza.

- Sí, pero ve más a fondo. Ve lo que no puedes percibir. Si lo haces encontrarás a tu amor.

- Y nuevamente te pregunto, ¿Quién es tu amor? Chico misterioso.

- Mi amor está justo al frente de mí. Mi amor eres tú.- concluyó Sebastián dando un leve suspiro y ella abrió los ojos de par en par.

Preguntándose: ¿todo esto fue con lo que me enamoró? Me encanta. Se rascó la nariz de nerviosismo y evitó sonreír.

- Tú ya no tienes que buscar a nadie más, ya lo encontraste. Buscabas amor en todo este tiempo y has hallado el verdadero significado. Conmigo. Sonará espeso y muy fuera de sentido, aunque es valioso que te diga esto: "Cuando vuelva él, no te olvides de mí"- Flavia recordó esa pequeña frase, la imagen vino a su mente. Cuando estaban echados en la cama, ella intentaba dormir, pero Sebastián no la dejaba y le hizo prometer aquello.

Caminos Cruzados💕Where stories live. Discover now