CAPITULO 68:EL ÁRBOL DE LA VIDA

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Amil y Jacob llevaron a Austin a su departamento de la gringa hasta que despertara. Hados ya estaba de nuevo en Tierra, aunque se sentía más débil que antes y únicamente quería descansar. Habíamos tapada el cuerpo de Amelia y colocado en la parte trasera para saber qué haría el Señor del Tiempo, mientras que la verdadera Dominique estaba bajo el cuidado de Amber. Matías, Sebastián, Damián, Peter y yo, ingresamos una hora después al dormitorio de Hados que miraba el techo.

- ¿Cómo estás Hados?-pregunta Flavia sentándose en el filo de la cama, Hados la mira por un segundo y vuelve a mirar hacia arriba.- Dominique está mejor, Amber se está encargando de contarle los sucesos- vuelve a pronunciarse ante el silencio de Hados.

- Es el fin, chicos- responde sin mirarnos si quiera-Todo está perdido, ¿por qué no me dijeron que les habían robado la magia? ¡Y de Austin con sus comportamientos!

- Pues, es complicado...- dice Matías- Austin, empezó a comportarse muy extraño con todos en especial con Amil, canceló su boda, terminó con ella, encarceló a Sebastián, besó impulsivamente a Flavia, le pegó a Sebastián e insultó a todo el mundo, entonces Benjamín aprovechó su debilidad y odio para apoderarse de él.

- Entiendo, ¿y de la magia? ¡Por qué no me contaron!- en éstas palabras mira a Flavia y a mí.

- Todo empezó conmigo Hados, fui el primero al que le quitó su magia, luego le dije a Austin que no me creyó, aunque ahora no sé si era él realmente o Benjamín, después de aquello me soltó y supongo que le robó a todos los demás.

- Austin ha estado luchando, un momento era él, un momento era Benjamín, por eso te perdonó y te dejó libre. Su grave error de ustedes fue no decirme-dice moviendo la cabeza de manera preocupada- ¿Saben lo que eso significa, verdad?

Los tres nos quedamos mirando sin saber qué pasaría o qué significaba no haberle dicho que nos robaron nuestra magia a los cuatro.

- Me voy a morir- dice inflando su nariz como si tomara fuerzas del exterior- Acuérdense de sus clases.

Nos quedamos pensativos hasta que la respuesta llegó de inmediato a nosotros. Hados, es el árbol de la vida, aquel árbol tiene raíces y ramas. Y nosotros formamos parte de él, es decir somos la VIDA del árbol. Por ende, sino tenemos MAGIA, el árbol muere.

- ¿Es por nosotros, verdad?-dice Flavia con la voz quebrada sé que le duele ver a Hados más envejecido que hace unas horas. El tiempo lo está absorbiendo.

- Yo cuando viajé aquí traje la mitad de mi magia dentro de esa bola de cristal, ustedes no sabían que tenían poderes, pero ya la magia estaba dentro de sus almas. Eso me continuaba manteniendo vivo, es decir, la bola de cristal y ustedes. Ahora no tengo ninguno de los dos, y si las raíces se secan, o las ramas se rompen, el árbol no vive.

- Pero no hay...-dice Sebastián a punto de preguntar si existe alguna solución o algo.

- Ya te dije Sebastián- Hados lo corta- Para la muerte no hay solución.

- ¡Pero! ¡Pero! Si nosotros nos reencontramos como nos dijo y activamos nuestros dones, ¿también volverá nuestra magia? Así usted no se moriría, ¿verdad?

- Posiblemente, pero el tiempo pasa muy rápido nos queda un mes para que puedan regresar a su mundo, y hasta hace una semana estaban discutiendo, entre otras cosas. Para encontrarse deben ser empáticos con los demás, hacer buenas acciones y saber quiénes son. Mientras no lo sepan y no se lo ganen, nunca volverán sus poderes y menos se activará sus dones.

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