CAPÍTULO 38: EL COLLAR

30 12 0
                                    


ACTUALIDAD...

Miércoles 31 de Diciembre.

Casi un día completo que ella había quedado inconsciente, Rodrigo despertó el día de hoy en la madrugada. Como estuve todo el día aquí al tanto de ellos, es claro que acompañé a mi mejor amigo a su casa dándole resermones sobre por qué fue y de mi mala actitud.

- ¡Preciosa, ya estas acá! ¡Me diste un gran susto!

- Sebastián...- dije al verlo entrar por la puerta, me sentía extraña, mi corazón ya no estaba presionado como en tiempos pasados, sino libre.

- ¡No vuelvas a buscarme sin que yo te lo diga! ¿De acuerdo?- sujetó mi cabeza con total delicadeza y clavo mis ojos en los suyos, y de repente me regalo el más bello beso en la frente.

- Aún no he olvidado la pelea Sebastián...

- No importa si no me quieres, si no te gusto, ¡Importas tú!

- Sebastián, escúchame, lo nuestro nunca va a pasar.

- No me digas eso... por favor.

- Quiero a Austin, ya tomé la decisión y mientras yo estoy aquí, él está en manos de abusivos, ¡Está mal lo que estoy haciendo!

- ¿Qué está mal Flavia? ¿Qué estés enamorándote de mí? ¿Tan malo es eso? ¿Tan malo es sentir cosas por mí?- inquirí cuestionándola sobre sus sentimientos, no es lo que ella sentía.

- ¿Puedes mirarte? ¡Estás eufórico!

- No tomes ninguna decisión que te puedas arrepentir.

- Ya la tomé.

- La palabra <<decisión>> no me gusta, ¿sabes?. Porque en todas las decisiones de cada persona que quiero, nunca estoy yo.

- Mi decisión es Austin.

- Y aunque tu decisión sea él, en la mía siempre serás tú, solo quería decírtelo- paso a retirarse de la habitación, y Flavia asimilaba las palabras llenándose de un pozo de lágrimas al verlo dañado.

Luego de haber estado con Austin, regresé con Magia automáticamente al lugar en donde la parejita discutía.

- ¡Qué buen trabajo!- ingresó a los minutos Dominique.

- No pienso dañarlo más, no sabes que hay detrás de esa imagen de chico malo, existe un corazón puro.

- ¡No me conmueves! Para nada, debes practicar eso- aconsejó yéndose hacia otro lado y Flavia tiró una almohada a la puerta.

No quería ir donde Amil, no habíamos hablado luego que me insistió a entregarle un collar que puta la verdad no tenía ni la más mínima idea. Así que fui donde mi otro mejor amigo.

- ¡Al fin estás en casa!- dio un palmazo en la espalda de Rodrigo, el cual ya estaba mejorándose considerablemente.

Y Sebastián, olvidándose de Flavia por un instante, cogió un tequila y se sirvió, a su vez le ofreció a su mejor amigo. Pasé una tarde con Rodrigo estupenda, sabíamos que ver y de qué hablar también. Yo tomé lo suficiente hasta sentir un poco mareado.

- ¿Ya vas a beber?-pregunté al ver que en las dos horas que llevaba con él, no se sirvió nada.

- No gracias, recién salgo del hospital, no estoy en condiciones.

Caminos Cruzados💕Where stories live. Discover now