CAPÍTULO 33: // NAVIDAD: SERÁ LA LUNA//

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A unas horas de ser Navidad...

EL SOBRE

- ¡No puede ser!-dijo Damián fastidiado.

- Eso dice jefe, lo leí dos veces y a cada rato lo menciona-explicó su ayudante.

- Pero, este sobre no me sirve de nada, necesito el otro-dijo muy enojado Damián, lo que contenía dentro no era de su importancia, o bueno él no lo consideraba así, necesitaba la otra parte para dar coherencia al sobre, ya que no le servía si no tenía la información completa.

- ¿Y dónde puede estar?-se preguntaba Damián, tenía que hallarlo antes que las almas negras.

- Señor, me faltaba algo Luis le pudo quitar a Pablo ya que este encontró este collar el día del accidente-dijo mostrándolo, era precioso y brillaba inmensamente, guárdalo en mis cajones.

- Algún registro de llamadas en el celular de Sebastián- preguntó. Damián tenía registro de a quien llamaba, o quienes lo llamaban y podía oír e incluso leer sus conversaciones, por ello se enteró del mensaje de Flavia.

- No, por ahora no hay nada- dijo su compinche- No lo han llamado y él tampoco.

- Perfecto, mantenme al tanto. Mientras que yo pensaré dónde puede estar el otro sobre-dijo Damián analizando la situación.

"Muchos se preguntan en qué lugar nos encontramos, diles que fue en una noche donde un ángel y el diablo se vieron por primera vez"

Llegué al salón con un rostro fresco, diferente, con ganas de verla. Hoy quedaríamos en lo que consistía el trabajo para los días posteriores, qué lugar tenía en la cabeza estudiar el mismo día que se celebra Navidad, y darnos sólo dos días de descanso. Pensaba en quemar el instituto, hasta que se me hizo difícil mantener la compostura y fingir que no veía sus curvas por debajo de la ropa. Linda como todas las mañanas.

- Flavia- grité desde el fondo del pasillo con una sonrisa en mi rostro.

- Hola Sebastián- se acercó lento a mí, pero a su lado estaba Pablo.

- Eh, hola- lo saludé a él por respeto de persona.

- Ah, hola- me respondió el saludo y se rió en forma burlona.

- ¿Cómo haremos el trabajo? ¿Lo haremos mañana?-pregunté con entusiasmo y las ganas de pasar más momentos con ella.

- Jaja- veía su celular, se burló otra vez y estallé.

- ¿Qué te ríes imbécil?-lo empujé y volvió a reírse de la nada.

- Hey Sebastián, ¿Qué te pasa?-dijo ella antes de contestar mi pregunta anterior.

- Tú amigo que se ríe de mí- respondí y lo miré desafiante, mis ojos pardos le clavaban un cuchillo.

- No se está riendo de ti, relájate- dijo ella calmándome y puso sus dos manos en mi pecho.

- Mira hermano, si me quiero reír de ti, te lo digo en tu cara, así que tranquilízate-dijo como un tipo chistoso y bacán.

- Ahora, ¿yo soy el loco? – le dije conteniéndome las ganas de matarlo.

- Por favor...-suplicó Flavia, mirándonos a ambos.

- Estás haciendo el ridículo, brother- dijo Pablo en un tono vacilante e intentando seguir fastidiándome.

- ¿Qué has dicho?- Me acerqué a su rostro, cara a cara.

- Solo estás haciendo el ridículo-volvió a decírmelo deletreando la palabra ridículo y me sonrió.

Caminos Cruzados💕Where stories live. Discover now