CAPÍTULO 64: OSCURIDAD

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Horas infinitas para esperar al Señor del Tiempo. Hoy quería vernos a todos, brujos, no brujos, esto ya parecía una reunión extraterrestre. Seguíamos esperando practicando con nuestros poderes, Amil todavía no me dirigía la palabra y yo no había hecho nada para cambiar la situación. Estamos distanciamos. Sebastián le enseñaba los trucos que habíamos aprendido y no lo hacía tan mal. Flavia no iba a llegar el día de hoy por unos chequeos que debía hacerse, por lo que sé mandó a Sebastián para que se presentara y luego le contara las noticias. Me preguntaba cómo tomaría Flavia su noticia, nadie lo tomó de la mejor manera, menos Sebastián. A veces observaba a ese muchacho que tanto daño me había hecho al toparse en mi camino. Me quitó a Flavia, mató a mi hermano y ahora planeaba quedarse con el amor de mi vida, incluido mi mejor amigo Jacob. No había tocado el tema del encarcelamiento, ni de Jeremías con él, no le interesaba o es que simplemente buscaría el momento adecuado. Mi única razón para soltarlo fue Flavia y su estado de salud, me puse en sus zapatos y cualquiera hubiera hecho lo mismo.

- Bienvenidos brujos del Sol y de la Luna- dijo mirándome con una sonrisa pacífica. Hados se veía cada vez peor, el hecho de quitarle la mitad de su magia lo había empeorado- Hoy tenemos un nuevo tema por conversar para los brujos, incluso para ti Sebastián.

Sebastián sonrió orgulloso de que ahora sí sea considerado un brujo. Yo me reí.

- Empecemos- junta sus palmas y nos observa a todos- ¿Qué saben del árbol de la vida?

Todos se quedan mirando entre sí hasta que una mano conocida se asoma entre nuestras cabezas. Jacob.

- ¿Es la fuente de energía máxima de los brujos?- pregunta dudando y Hados le da la razón y le pide que diga todo lo que sabe- Bueno, el árbol de la vida no es un árbol común como podemos ver en parques o bosques, porque tiene magia dentro. Se decía que el que tuviera los poderes el árbol podría conseguir la gloria.

- Muy bien Jacob Pérez. Pero hay un detalle en todo esto...- hace una pausa y se ríe como recordando una cosa- Tal como dice Jacob, el árbol no es un árbol común. Va más allá de todo esto, el árbol tiene vida he ahí su nombre oficial. Este árbol escribía en sus ramas los nombres de sus elegidos, siempre consideraba a los que hacían cosas buenas y de corazón noble, nunca había escogido a uno con un pasado o futuro terrible. A cada nombre le otorgaba poderes y un Don especial que ellos irían desarrollando a lo largo de su vida.

- ¿No es lo mismo poderes que don?- hago la pregunta y todos giran a verme como en una clase de universidad.

- No, el poder es lo que se te otorga al ser parte de un bando u otro. En cambio el <Don> es lo que de por sí te pertenece desde que naces. Poder es sinónimo de habilidad.

- Ya y a qué viene todo este discurso aburrido del don, poderes y eso- interviene Sebastián con un gesto de molestia.

- ¿Puedes esperar?- Hados lo controla con la mirada-A lo que iba, ustedes son las ramas, al parecer Sebastián también. No llego a comprenderlo todavía, aún sigo buscando respuestas. Ya no me quiero salir del tema...- suspira- El árbol de la vida soy yo.

Nadie se sorprende, pero yo sí. Soy el único que tiene los ojos abiertos como platos, mientras veo que Sebastián se contiene las ganas de reírse justo ahora. Amil se queda pensativa y los demás no brujos invitados hablan entre murmullos sacando hipótesis.

- Por eso dices que tú los creaste y elegiste- se escucha la voz de Jacob nuevamente- ¿pero cuál es el don de cada uno de ellos?

- El Don no se busca, uno se lo gana. Ellos deben encontrarse en sí mismos. Cuando sepan quiénes son realmente su don será activado. Mi poder es tener todos los elementos en la palma de mi mano y mi don es que yo controlo el tiempo, puede ir al pasado, presente y futuro. Claro que necesito toda mi magia completa.

Caminos Cruzados💕Where stories live. Discover now