Capítulo 39

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 Shirou se apresuró a entrar en la zona residencial densamente poblada formada por edificios de apartamentos, gritando a todo pulmón: "¡Robo! ¡Incendio provocado! ¡Terroristas con cuchillos que van de puerta en puerta matando gente! ¡Matando a todos los hombres y desnudando a todas las mujeres!"

El bombardeo de Kiritsugu ya había despertado a algunos de los residentes del área, pero el fuerte grito de Shirou hizo que casi todos se despertaran. Encendieron sus luces y se dirigieron a sus puertas principales para investigar la fuente de la conmoción debajo.

Cuando las luces brillantes inundaron el área, los residentes se sorprendieron por la repentina aparición de Diarmuid, vestido como un antiguo guerrero. El pánico y la confusión se extendieron entre ellos cuando lo vieron.

Diarmuid, igualmente atónito, nunca antes se había encontrado en una situación así. A pesar de su comprensión limitada del mundo moderno, instintivamente se dio cuenta de que no era una buena señal y decidió refugiarse detrás de un árbol, desapareciendo temporalmente en forma de espíritu.

No pudo evitar sentir frustración hacia Shirou. A pesar de esto, no podía negar que las acciones de Shirou lo habían detenido efectivamente.

De repente, Diarmuid frunció el ceño y su mente se aceleró mientras trataba de reconstruir lo que había sucedido. "El aura del Servant se ha desvanecido", pensó para sí mismo. "¿Caster ya escapó?"

En realidad, Shirou acababa de llegar a la zona residencial, despertó a los residentes cercanos y luego se escondió rápidamente en un arbusto cercano. Lanzó su Saint Graph, que es equivalente a la forma espiritual de un Servant normal, reduciendo efectivamente la firma del aura de su Servant al mínimo.

La firma de aura única que viene con Saint Graph no se puede eliminar por completo. Sin embargo, al liberar la fusión, Shirou pudo reducir en gran medida su presencia, lo que dificulta la detección de su anomalía sin la ayuda de ojos especiales como los de Gilgamesh o la sensibilidad a las auras.

Sin embargo, Shirou no actuó imprudentemente. Se las había arreglado para lograr una ligera ventaja en la batalla reciente, principalmente debido al hecho de que Scathach lo había matado repetidamente y simulado varios métodos para romper su técnica cientos de veces. Como resultado, tenía una comprensión básica de cómo contrarrestarlo.

Saber cómo contrarrestar una técnica es una cosa, pero ser capaz de ejecutarla es otra. Shirou pudo tomar a Diarmuid por sorpresa y lanzar un ataque furtivo exitoso debido a la subestimación de Diarmuid y la falta de conocimiento sobre la capacidad de Shirou para descifrar su movimiento. Sin embargo, esto también significó que Diarmuid ya no subestimaría a Shirou, eliminando cualquier otra oportunidad para el combate cuerpo a cuerpo.

Al alertar a los residentes de los alrededores y obligar a Diarmuid a tener cuidado de ser descubierto, Shirou lo había evadido temporalmente. Sin embargo, una vez que los residentes regresaran a sus hogares y ya no sintieran ninguna sensación de peligro, Diarmuid probablemente iniciaría una búsqueda generalizada de él.

¡En ese momento, él puede estar expuesto!

Con eso en mente, Shirou sabía que antes de que los residentes regresaran adentro, necesitaba alejar a Diarmuid.

¿Pero cómo?

Su mente se aceleró mientras luchaba por encontrar una solución. De repente, se le ocurrió una idea y frunció el ceño, mordiéndose la uña del pulgar con una mirada de angustia.

Una mirada determinada cruzó su rostro cuando se dio cuenta de que enfrentarse a estos héroes de frente no era algo que pudiera hacer.

"Mi única opción es arriesgarme", pensó para sí mismo. "Necesito ir con todo y arriesgarme".

Eventualmente me convertiré en un héroe de la justiciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora