Eventualmente me convertiré en un héroe de la justicia

Capítulo 129

El cielo nocturno estaba completamente oscuro, con una luna creciente colgando sola en el aire, arrojando una luz de luna tenue y fría sobre la tierra. Dentro de un bosque oscuro, una pequeña y suave fogata parpadeaba, arrojando un cálido resplandor sobre la noche silenciosa.

Shirou se apoyó contra el tronco de un árbol mientras examinaba un mapa del reino provisto por Merlín, mientras Kay sacaba mantas de su equipaje. Artoria se sentó junto a la fogata, asando un poco de carne.

"Merlín, a juzgar por nuestro progreso, deberíamos poder llegar a Garrod mañana al mediodía, ¿verdad?" Shirou se volvió hacia Merlín y preguntó.

"Sí, a nuestro ritmo actual, deberíamos llegar para entonces".

Shirou se frotó la barbilla. Habían pasado tres días desde que abandonaron el pueblo, y la sensación inicial de emoción se había desvanecido durante el viaje. Afortunadamente, viajaban en grupo, por lo que no se sentía solo.

"Mi rey, la carne está cocida. Por favor, pruébala", Artoria le ofreció un gran trozo de carne asada.

Shirou dejó el mapa y miró el trozo de carne a la parrilla frente a él, que estaba ligeramente quemado e incluso emitía un leve olor acre.

Él sonrió con indiferencia y luego lo tomó. Justo cuando estaba a punto de darle un mordisco, notó que Artoria lo miraba con entusiasmo. Entonces, dejó la carne y dijo impotente: "Artoria, ¿por qué no comes tú también?"

Ella respondió ansiosamente: "¿Pero cómo puedo comer antes que tú? Como tu caballero, es mi deber esperar hasta que hayas comido. ¿Qué pasa si no has tenido suficiente?"

Soltó una risita y dijo: "No te preocupes, no tengo tanto apetito como tú, así que solo come".

Merlín se unió a la risa y agregó: "Así es, Lily".

Kay bromeó: "No te preocupes, nadie puede igualar tu apetito, porque eres un cerdo".

"¡Hermano! ¡Me siento ofendido cuando me describe así!" Artoria dijo en un tono enojado. Luego volvió la cabeza, sintiéndose avergonzada y agregó: "Y ya estoy controlando el tamaño de mi porción, ¿de acuerdo?".

Shirou se rió entre dientes y dijo: "Te dije que no te preocuparas por eso".

"¿Cómo puedo hacer eso?" dijo con firmeza. "Como caballero, no puedo dejar que mi rey pase hambre. Aunque solo soy un aprendiz de caballero, ¡nunca dejaré que mi rey pase hambre! Entonces, ustedes sigan y coman. Yo me encargaré del resto. "

El tono de Artoria se mantuvo firme, pero su mirada se desvió hacia la carne asada en las manos de los tres.

Shirou sonrió y le dijo a Kay que siguiera adelante y comiera primero. Una vez que terminaron, Artoria comenzó a comer y devoró toda la carne asada restante.

Más tarde esa noche, Artoria estaba dando vueltas en la cama, incapaz de dormir.

"¡Tengo tanta hambre!" Se sostuvo el estómago, luciendo incómoda.

Artoria sabía que, como caballero, sería una gran pena dejar que su rey pasara hambre. Era consciente de su propio apetito y lo había estado controlando conscientemente desde el día que estuvo en la ciudad. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, no pudo evitar sentirse hambrienta.

"¡Tengo tanta hambre! ¡Tanta hambre!" se sostuvo el estómago, dando vueltas y vueltas en la cama improvisada, incapaz de dormir. Solo podía cerrar los ojos y tratar de encontrar algo de consuelo.

"Artoria--" Una dulce voz la llamó al oído.

Abrió los ojos y vio a Shirou en cuclillas a su lado, sonriéndole cálidamente.