Eventualmente me convertiré en un héroe de la justicia

Capítulo 93

Cuando el sol comenzó a ponerse, Shirou recogió sus cosas, listo para irse. Kiritsugu se acercó a él y le preguntó: "¿Planeas realizar una investigación esta noche?"

Shirou respondió con una leve sonrisa, evitando una respuesta directa. "Esta es mi ciudad natal. Además, ahora soy la segunda persona más alta en la ciudad de Fuyuki".

Se despidió de Kiritsugu e Ilya y entró en una cabina telefónica cercana para llamar a casa. Le dijo a su familia que se dirigía a la casa de su maestro para estudiar y que regresaría más tarde. Luego, se dirigió hacia la ciudad de Miyama.

El ambiente en la ciudad de Fuyuki se había vuelto más relajado, y no pudo evitar sentir que se debía en parte a su mayor altura. Alguna vez fue una ciudad donde había descendido la "luz".

Mientras cruzaba el puente Fuyuki recién construido, el olor a pintura fresca llenaba el aire y el tráfico circundante era denso. La ciudad de Miyama, una vez una antigua comunidad, estaba pasando por un período de renovación. Edificios como la Mansión Matou y la Mansión Tohsaka habían sido despejados, reemplazados por imponentes edificios de gran altura, cada uno adornado con los logotipos de compañías inmobiliarias.

Mientras continuaba su viaje, vio el logo de la compañía de bienes raíces donde trabajaba su padre.

Su padre había estado muy ocupado últimamente, gracias al auge de la ciudad de Miyama. La compañía de bienes raíces estaba aprovechando la ola de ganancias rápidas de la apropiación de tierras, y como empleado de confianza del presidente, Fujimaru fue ascendido y le dieron un aumento, lo que lo llevó a trabajar aún más duro con horas extras.

Este fue uno de los pocos puntos brillantes en una época de recesión económica y alto desempleo. Con tanta gente ansiosa por obtener ganancias rápidas, la economía estaba en auge y las empresas contrataban a gran escala.

Shirou se dirigió hacia la Iglesia.

En la Cuarta Guerra del Santo Grial, Gilgamesh había convocado el grial negro allí, causando grandes daños en el área circundante. Sin embargo, gracias a su sencillo diseño arquitectónico y la inversión de un grupo de seguidores, la Iglesia fue uno de los primeros edificios en ser reparado y funcional nuevamente.

"¿Ocho Ejecutores?"

Con la Flor Malvada, Shirou absorbió el mal dentro y detectó la presencia de ocho Ejecutores en la Iglesia.

El sol se estaba poniendo, arrojando una luz tenue sobre el cielo.

De repente, el barro negro surgió del interior de Shirou y lo consumió. A su paso, se formó una armadura negra y amenazadora que oscureció su verdadera forma.

Invocó una enorme cantidad de energía mágica.

Explosión de maná C-!

--"¡¡BOOOM!!"

Con una poderosa explosión de maná, Shirou desató una ola de energía mágica que lo envolvió en un manto de aura ominosa. Era como si estuviera canalizando la esencia del mismo infierno, emanando una presencia ominosa que hacía juego con la intimidante armadura negra que vestía. Miró cada centímetro al temible Rey Demonio, descendiendo de las profundidades abisales del inframundo.

Aunque se necesitaron 200 años de energía mágica para revertir el reino de la vida y la muerte, Shirou aún poseía el equivalente a 41 años de energía mágica.

Esto se debió a su extracción de energía de la línea ley de la ciudad de Fuyuki, así como a su absorción del mal de la humanidad, que por supuesto era una buena batería.

Cuando Shirou se acercó a la Iglesia, sintió ocho pares de ojos mirándolo desde adentro. Mantuvo una actitud serena mientras avanzaba, entrando en el interior tenuemente iluminado de la iglesia. Allí, fue recibido por un amistoso anciano sacerdote.