Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}

• Parte 4

El sábado, Autumn se encontraba bastante nerviosa, no solo por la reunión de compromiso en donde sus padres y los padres de Colin habían invitado a sus conocidos y familiares, sino principalmente porque volvería a verlo.

Miró por la ventana comprobando que había una cantidad exagerada de vehículos y de gente que iba entrando a la casa como si fuesen hormigas. A la gran mayoría ni siquiera los conocía y no le gustaba nada tener que ser el centro de atención.

Su madre entró al cuarto y cerró la puerta para decirle algunas palabras que esperaba las tuviera en cuenta.

—Espero que no hagas ninguna mueca desagradable o poner esas expresiones que sueles hacer cuando algo no te gusta, recuerda bien que la familia y su bienestar económico dependen de ti.

—Me comportaré, no te preocupes.

—Lo sé, eres tan ingenua, tonta y buena que a veces me da asco que seas así —comentó con burla—. Aunque lo que te diré es algo que no vendría al caso, te lo diré igual, tu padre y el padre de tu futuro prometido se odian desde hace un año, pero para mantener las apariencias y sobre todo que nuestra empresa no termine en la ruina se decidió este acuerdo del matrimonio entre ustedes dos, la hija menor con el hijo mayor.

—Ya está en la ruina.

—¡Como sea! —le gritó—. El punto es que no quiero que arruines algo porque quieres, esto solamente es un matrimonio arreglado y por negocios, nada más. Tus sentimientos no cuentan.

—¿Y los de él no cuentan tampoco?

Heather se rio con fuerza.

—Eres una tonta, ¿te parece que casándose por conveniencia se quedará contigo a jugar a la casita del matrimonio feliz? Dudo mucho que ese hombre te tendrá solo a ti para que le calientes la cama, de todas maneras, sabes bien que no durará mucho este arreglo.

Autumn se mantuvo callada y actuó como si lo que había escuchado la sorprendiera.

—Después del año tendremos varias acciones de esa empresa, pero tú no sé lo que harás, porque aquí no creo que te aceptemos de nuevo.

—Pero... pero me corresponde igual.

—¿Sí? ¿Quién lo dice? —le preguntó con sarcasmo—. Ya tienes veinticuatro años, pasaste la edad en que teníamos que mantenerte.

—¿Y Summer?

—Summer hará lo que quiera —se lo dijo sin vueltas y dándole a entender a quién prefería—. Cambia esa cara, arréglate más y baja, pronto llegará la familia de tu futuro prometido junto con él.

Su madre salió del dormitorio y ella suspiró de alivio, pero los nervios regresaron con más fuerza que antes porque no sabía cómo sería la familia de Colin y tenía miedo de que fuesen peores que los que tenía bajo el mismo techo.

Se acomodó un poco más el pelo y el maquillaje y luego se puso perfume, abrió la caja del anillo y se lo puso en el dedo anular izquierdo. Era mucho menos llamativo que el anterior, pero precioso de todas maneras y le quedaba bien al dedo.

Apenas salió de la habitación y bajó hacia la sala, tocaron el timbre y fue a recibir a los invitados. Esta vez era la familia de Colin y él.

Pronto les siguieron las presentaciones incluyendo las de ambos, pese a haberse visto días anteriores y durante dos días seguidos unas tres veces, pero también lo mantuvieron en secreto.