• Parte 3

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Al salir de la casa y entrar al coche, la chica lo miró con atención sin saber qué decirle porque todo le pareció una sorpresa.

—No sabía que teníamos que ir a ver el salón.

—Te enteras ahora mismo, ellas están esperándonos en el salón al que iremos.

—¿Dónde?

—Se encuentra en un hotel del centro de la ciudad.

—Pensé que era fuera de uno. ¿Y ya lo viste decorado por alguna foto?

—No, por eso iremos ahora, la encargada me está dando una cita exclusiva para que podamos ver el salón y escogerás la decoración que te guste a ti.

—Pero ¿no convendría primero ir a ver una iglesia?

—Mi idea es pedirle a un cura que nos case en la sala de eventos del hotel y usar el salón para la fiesta.

—Entiendo, en ese sentido es más rápido todo y tampoco hay tanto tiempo para buscar y organizar.

—Exacto.

Al terminar aquella conversación, ambos quedaron en silencio sin atreverse a hablar sobre lo que había pasado dos noches atrás.

Entre la reunión con la encargada, ver los tipos de arreglos que había para elegir, así como también la mantelería, vajilla y decoraciones extra, pasaron tres horas y Colin la dejó en la entrada de su casa de nuevo.

—Gracias por dejarme en casa.

—No fue nada. Luego te avisaré sobre lo que hablamos hoy, sobre el cura.

—De acuerdo. Hasta pronto.

Autumn no quiso que la besara otra vez, porque él se había acercado a ella con esa intención, ni dentro del coche y mucho menos en la entrada de la casa donde podían verlos.

Cuando él se retiró de allí y la joven entró a la casa, Heather fue tan autoritaria con ella que hasta le dio vuelta la cara de una cachetada sin saber la muchacha del porqué le había hecho aquello.

—¿Qué hice mal ahora? —Se sujetó la mejilla del dolor que empezó a sentir.

—Espero que no se atreva a pisar esta casa de nuevo y tenga la desfachatez de amenazarnos porque me veré obligada a que Summer le diga a tu padre que no te deje nada de dinero, si es que tiene intenciones de dejarte algo —rio con burla.

—¿Crees que me importa el dinero? Arreglaron un matrimonio sin tener en cuenta mi opinión para el beneficio de ustedes, ¿y piensas que acepté o lo que sea que pase por tu cabeza por el dinero que me podría dejar mi padre? Eres una cínica que no ve más allá de su propia nariz, aparte de que no te das cuenta de que la empresa está en la quiebra.

—Cuando te divorcies obtendremos esas acciones. 

Autumn estaba harta de ella, de su hermana y de la vida miserable que tenía, porque si bien su padre actuaba y arreglaba negocios, lo hacía en consecuencia de esas dos mujeres, no por cuenta propia. 

Heather le dio una cachetada mucho más fuerte.

—No te hagas la viva conmigo, inútil. Yo no pienso quedar humillada o en la calle por tu culpa, a ver si te das cuenta —le dijo con sorna—, si no era Colin Evanson con quien te casabas, iba a ser otro hombre y a mí no me importaba si fuera un viejo asqueroso. Estábamos en la quiebra, dio la casualidad de que el padre de ese energúmeno se quedó con dinero nuestro y allí comenzó todo, fue como un encastre perfecto, matamos dos pájaros de un tiro. Arreglos matrimoniales, negocios, divorcio, acciones y de nuevo el prestigio —sonrió con convicción.

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Where stories live. Discover now