•Parte 6

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Faltaba una semana para la boda por la iglesia y Heather se presentó en la puerta del departamento donde estaba viviendo su hija.

Autumn como no tenía clientas aquel día, se extrañó de que le tocaran el timbre porque no esperaba a nadie y como no quiso preguntar quién era, miró la pantalla de la alarma que tenía por dentro. Se sorprendió al ver a su madre allí ya que jamás le había dicho dónde vivía. Cuando salió de esa casa, ninguno de los tres se dignó a preguntarle algo más y tampoco la molestaron, salvo su hermana que la había encontrado dos noches seguidas en el restaurante. Y, fue en aquel momento que supo que había sido Summer quien le dijera a su madre dónde vivía, porque de otra manera no sería posible. A pesar de que Heather tocaba el timbre con insistencia y le daba patadas a la puerta gritándole que diera la cara porque quería hablar con ella, la joven se quedó quieta detrás de esta y sin pronunciar una palabra.

Quince minutos fueron los que se quedó aquella mujer esperando para que se dignara a abrirle, pero fue en vano porque Autumn nunca le abrió la puerta.

Cuando todo quedó en silencio, la chica entró al estudio de maquillaje y se puso a grabar el paso a paso del maquillaje que estaba por realizar. Iba a ser la primera vez que subiría algo a su recién abierta cuenta social.

Casi a las siete de la tarde Colin llegó al departamento y fue hacia el estudio donde le dijo su esposa que se encontraba. La vio quitándose el maquillaje de sombra oscura.

—Te ves diferente.

—Nunca me viste con una sombra tan oscura.

—Eso puede ser, no te queda mal, te resalta el color de ojos.

—Gracias, estuve grabando un video para subirlo a la página, decidí crearme un perfil para mis maquillajes, puse también que se agendan citas para maquillaje social y clases de automaquillaje.

—Me parece perfecto. ¿Cómo te fue hoy?

—Bien, ¿y a ti?

—Bien, lo mismo de siempre, firmar papeles, revisarlos, pagar productos que la empresa compró y así. ¿Has tenido alguna clienta hoy?

—No, pero sí mañana. Estuve acomodando un poco los productos que mañana tengo que usar para tenerlos listos e hice el video.

—¿Vamos a cenar afuera de nuevo?

—Está bien, termino de quitarme el maquillaje y vamos.

Como las dos anteriores noches, la pareja salió a cenar, pero cuando estuvieron en la entrada del lobby de la parte de afuera, se acercó Heather para increparla.

—Vaya, vaya, al fin das la cara después del tiempo que estuve esperando para que te dignaras a abrirme la puerta —le gritó como una histérica.

—No creo que quieras que llame a la policía y te lleven a la comisaría, ¿o sí, Heather? —le dijo tajante y malhumorado Colin—. Ni siquiera sé cómo diste con el departamento en el que vivimos.

—Fue Summer —acotó Autumn sin ánimos.

—Tal parece que eres intuitiva después de todo —habló con sorna y una sonrisa de lado—. Pensar que eras una estúpida e infeliz en la casa.

—Deja de joderme, ¿quieres? Bastante las aguanté a las dos todos estos años en que me humillaron y golpearon. ¿Acaso quieres montar un escándalo? —le replicó bastante enojada.

—A mí no me levantes la voz, desgraciada —alzó la voz.

—Entonces deja de molestarme, estoy viviendo tranquila y sin problemas, no me provoques porque si dentro de la casa te enfrenté, fuera de esta, te la haré peor —le ladró con hastío. 

Heather rio con ironía, sin creer que fuese capaz de hacerle algo, por lo que la provocó aún más porque creía que Autumn se iba a quedar quieta.

—¿Vives tranquila y sin problemas? ¿No recuerdas que después del año te tienes que divorciar o no piensas en eso? ¿O crees que este tipo va a actuar el papel de esposo fiel y amarte? Si crees eso, pues te lo olvidas, porque las firmas están bien puestas en esos papeles y hay que cumplir a rajatabla con lo estipulado.

—Señora, nunca golpeé a una mujer —fue el turno de Colin hablar con seriedad absoluta—, pero creo que se lo está buscando para que me metan preso.

—¿Tú? No tienes agallas para hacer tal cosa, si lo haces, saldrás perjudicado.

—Se está pasando de la raya, señora, hace rato que se está pasando de la raya. Está armando una escena en la acera del edificio donde vivimos, está haciendo disturbios en una vía pública, sin contar con que está acosándonos.

—Será mejor que te largues de aquí y regreses a tu casa, no quiero verte, no te extraño, no hay nada que nos ate, ¿o tú no recuerdas que puedo ventilar al público lo que ya te dije? —La amenazó con una voz en la que no cabían los temblores.

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Where stories live. Discover now