• Parte 3

176 49 10
                                    

Autumn quedó de piedra cuando le escuchó aquellas sinceras palabras.

—¿A mí?

—Sí, a ti. Si lo quieres saber —rio un poco ante la respuesta que iba a darle—, me estoy acostumbrando a ti y no quiero conocer a otra —confesó con total honestidad.

—Qué lindo, nunca me dijeron algo así —susurró, pero su marido la había escuchado.

—Eres una buena persona y no deberían tratarte mal.

—Gracias —le dijo y luego le siguió con otra cosa—, puede que mi familia sepa que has roto el contrato.

—Por eso no debes preocuparte, algo se me ocurrirá cuando llegue el momento o antes del año que tiene que pasar para pedirte el divorcio.

—Todavía no entiendo por qué lo quieres hacer.

—Ya te lo he dicho, eres buena y amable, me estoy acostumbrando a ti, quiero conocerte más y te estoy teniendo cariño. ¿Eso te es suficiente?

—Sí, claro que sí, pero me carcome la consciencia saber que lo romperás cuando tú estás sacrificando más que yo.

—¿Por qué te tendrías que sacrificar tú por tres personas que son animales? Te lo estoy simplificando y tratando de darte una buena vida.

—¿Sacrificarías tu soltería por mí? ¿Te pasarías toda la vida conmigo y que incluso puede que nunca te enamores de mí?

—Sí.

—Estás loco.

—Si yo no me hago problemas, ¿por qué tú deberías de hacértelos? Deja de pensar y mira lo bien que estás aquí, nadie te molesta, haces lo que quieres, no le rindes cuentas a nadie, ni siquiera a mí. ¿Por qué sigues pensando en esas cosas cuando yo tendría que estar ocupándome de esos asuntos? —Enarcó una ceja de color negro sin dejar de mirarla.

—Porque... porque no me gusta que hagas eso cuando tú tampoco tienes la culpa, me siento culpable porque de alguna manera te ato también —expresó sosteniendo la cartera entre sus manos y con la voz solloza.

—Autumn, te he dicho antes que yo también estuve de acuerdo con respecto al matrimonio contigo, lo vi como un beneficio de prestigio, dinero y poder, pero mis propósitos cambiaron en el instante en que me di cuenta la forma en cómo tu familia te trataba, ya no es algo de negocios, para mí esto ya se volvió personal.

La chica se quedó asombrada ante la confesión, pero no le pudo decir algo más.

—No deberías sentirte culpable por algo que tampoco tú has tenido que ver, lo quiero hacer y lo voy a hacer —replicó y luego hizo una breve pausa—. Y me quedaré mucho más tranquilo cuando vea roto el contrato.

—¿Y si no hubiera sido maltratada? ¿Lo habrías roto igual? Estoy teniendo mis dudas al respecto y siento que lo estás haciendo porque te doy lástima.

—No me das lástima, nunca me has dado lástima, después de todas las cosas que viviste en tu casa, avanzaste, fuiste y eres fuerte, te vi un par de veces quebrada, pero siempre saliste adelante, si hubieras sido otra persona estarías amargada y sin ganas de nada, en cambio tú te levantaste miles de veces y continuaste, sobre todo, seguiste con lo que querías, tener clientas para maquillarlas y lo estás logrando.

—Entiendo.

—Entonces, ¿rompo el contrato?

Autumn llevó la mano derecha para tocarse el pelo y ponerlo detrás de la oreja y luego de pensarlo una vez más lo miró.

—Está bien.

—Con lo que acabas de decirme, confirme lo que pensaba.

—¿Qué confirmaste? —Abrió más los ojos sin dejar de observarlo.

—Que de alguna manera te importo también.

La joven terminó por ruborizarse por completo, pero no le respondió, tan solo vio lo atractivo que era y lo caballero que se comportaba con ella, dos combinaciones tan raras como buenas y supo que la convivencia iba a traer conflictos de intereses.

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Where stories live. Discover now